La protección social incluye la Asistencia social – transferencias no contributivas en efectivo, vales o en especie (incluida la alimentación escolar) a personas u hogares necesitados; programas de obras públicas; exención de tasas (para servicios básicos de salud y educación); y subsidios (por ejemplo, para alimentos, combustible). Seguro social – planes contributivos que proporcionan apoyo compensatorio en caso de contingencias tales como enfermedad, lesiones, discapacidad, muerte del cónyuge o de uno de los padres, maternidad/paternidad, desempleo, vejez y crisis que afecten al ganado/cultivos. Servicios de atención social para aquellos que se enfrentan a riesgos sociales como la violencia, el abuso, la explotación, la discriminación y la exclusión social. Programas del mercado de trabajo – activos (promoviendo la participación en el mercado de trabajo) o pasivos (véase más en esta plataforma general) (garantizando normas mínimas de empleo). La asistencia social y el seguro social constituyen conjuntamente la “seguridad social”, un término que a menudo utilizan la OIT y otros órganos de las Naciones Unidas de manera intercambiable con la protección social. En esta sección se analizan estas categorías y también se examina la protección social tradicional o informal.