Este texto se ocupa de la relación empleador-empleado. Un empresario debe pagar a un empleado el salario acordado por sus servicios y proporcionarle un lugar de trabajo seguro e higiénico, herramientas adecuadas para el trabajo a realizar, empleados cuidadosos y competentes con los que trabajar y un entorno libre de discriminación y acoso. El empresario también debe advertir al empleado de cualquier peligro que exista en relación con el trabajo. El empleado debe obedecer las órdenes legales de su empresario relativas al empleo, ejercer la buena fe hacia el empresario y realizar su trabajo con cuidado y a conciencia.
A diferencia de los empleados, los contratistas independientes pueden demandar a su empresario por lesiones en el trabajo. Un empresario también es responsable de los agravios de un empleado, pero no de los de un contratista independiente, que se cometan dentro del ámbito del empleo. La doctrina del empleo a voluntad establece que, al igual que un empleado puede elegir poner fin a su empleo en cualquier momento que lo desee, también un empresario puede poner fin al empleo de un empleado en cualquier momento por una buena razón, una mala razón o ninguna razón en absoluto.
Los contratos de trabajo suelen tener cláusulas relacionadas con el mantenimiento de la confidencialidad respecto a secretos comerciales, pactos restrictivos y acuerdos de arbitraje en caso de disputa entre las partes. Normalmente, un manual del empleado contiene la historia de la empresa, los procedimientos de contratación, las horas de trabajo, el pago de salarios, los incrementos salariales y los ascensos, los procedimientos de despido, las prestaciones, los permisos de ausencia, la seguridad y las políticas varias. Los empresarioes a los que se pida que proporcionen referencias de los empleados deben ser extremadamente cuidadosos. Proporcionar referencias negativas o incompletas puede someter a un empresario anterior a tres tipos de demandas interpuestas por antiguos empleados o posibles empresarioes: invasión de la intimidad, difamación y tergiversación negligente.