Es el nombre que se escogió finalmente para designar la moneda única de la Comunidad Europea, que entró en vigor en 1997. En enero de 2002 el EURO fue emitido en billetes y monedas y, por consiguiente, pasó a ser, de una moneda contable, una moneda de pleno derecho, y única para todos los miembros de la zona euro. Los tipos de conversión oficiales del euro para las monedas de los 11 miembros originales de la Unión Monetaria Europea fueron decididos el 31 de diciembre de 1998 por el Consejo de la Unión Europea sobre la base de la recomendación de la Comisión Europea. Grecia adoptó el euro el 1 de enero de 2001, con un tipo de conversión de 340,750 dracmas por euro. El 1 de enero de 2002, el euro se introdujo físicamente como moneda circulante, y el 28 de febrero de 2002 se convirtió en la única moneda de los 12 miembros de la Unión Monetaria Europea, también conocida como zona del euro, eurozona o eurolandia. Desde el 1 de enero de 1999 y hasta su retirada final, las monedas nacionales de los países participantes han estado bloqueadas entre sí a ciertos tipos de cambio fijos.
El euro se introdujo en 1999 y se apreció hasta 1,18 dólares, pero, desafiando casi todas las predicciones de que se apreciaría entre 1,25 y 1,30 dólares a finales de año, descendió casi continuamente hasta un mínimo de 0,82 dólares a finales de octubre de 2000. Sin embargo, a partir de febrero de 2002, el euro se apreció casi continuamente, alcanzando la paridad con el dólar a mediados de 2002 y un máximo de 1,44 dólares a finales de octubre de 2007.