Los expertos debaten exactamente cómo definir el nivel de desarrollo económico de un país, qué criterios utilizar y, por lo tanto, qué países están realmente desarrollados. Este debate cruza argumentos políticos, económicos y sociales. Al evaluar un país, un gerente está evaluando los ingresos del país y el poder adquisitivo de su gente; la infraestructura legal, regulatoria y comercial, incluyendo la comunicación, el transporte y la energía; y la sofisticación general del ambiente de negocios. Las principales clasificaciones utilizadas por los analistas están evolucionando. Los criterios principales para determinar la etapa de desarrollo pueden cambiar dentro de un decenio, como lo demuestra la adición de los índices de género y de pobreza. Además, con cada crisis o evento global, hay una tendencia a añadir más acrónimos y estadísticas a la mezcla. Los gerentes globales inteligentes tienen que clasificarlos para determinar lo que es relevante para su industria y sus objetivos de negocios en uno o más países. Por ejemplo, en el otoño de 2010, después de dos años de crisis financiera global, los inversores globales comenzaron a utilizar un nuevo acrónimo para describir las cambiantes fortunas económicas entre los países: HIIC, o países industrializados muy endeudados. Entre estos países se encuentran los Estados Unidos, el Reino Unido y Japón.