La vulnerabilidad puede definirse como la calidad o el estado de exposición a la posibilidad de ser atacado o dañado, ya sea física o emocionalmente. En este texto, se entiende como una posible capacidad de un individuo o grupo para enfrentar, manejar (gestionar) y anticipar un posible problema. Este concepto de vulnerabilidad está asociado al de factor de riesgo de aislamiento social y, por tanto, a situaciones que también pueden conducir a la enfermedad y a la falta de salud mental y física. Puede tener sus raíces en la pobreza, en la exclusión social, en la etnia, en la discapacidad o simplemente en la enfermedad o en fases específicas del desarrollo de la vida. Todos estos aspectos reflejan factores de vulnerabilidad muy importantes entre las variables biológicas, psicológicas, sociales y de comportamiento. Hasta la fecha, nadie ha destacado juntos dos momentos críticos de la vida en los que esta área cerebral sufre variaciones importantes: la adolescencia, en la que se produce su desarrollo, y la vejez, en la que esta área entra en declive cognitivo con la pérdida relativa de muchas funciones cognitivas superiores. Este conocimiento puede ayudar a comprender mejor las formas de exclusión debidas a la vulnerabilidad para desarrollar nuevas formas de inclusión social. El concepto de vulnerabilidad se aplica a aquellos sectores o grupos de la población que por su condición de edad, sexo, estado civil y origen étnico se encuentran en condición de riesgo que les impide incorporarse al desarrollo y acceder a mejores oportunidades.