Las transformaciones del Estado difieren en sus causas y fuerzas motrices, en los elementos del Estado que se ven afectados y en el alcance e intensidad del cambio. Tres olas de pensamiento en ciencias sociales han marcado el debate sobre el Estado y sus transformaciones desde la Segunda Guerra Mundial. Durante la primera ola, las perspectivas intelectuales dominantes del período de auge de la posguerra -el pluralismo, el marxismo, la teoría de la modernización y el conductismo- dejaron de lado en gran medida al Estado desde el punto de vista analítico. En la segunda oleada, un campo histórico-institucionalista emergente retrató al Estado como elemento central de las diferentes respuestas de los países a los retos comunes, como el lento crecimiento y la crisis democrática. La perspectiva histórico-institucionalista fue contrarrestada, especialmente entre los académicos angloamericanos, por una visión neoliberal más crítica del Estado. En la tercera ola más reciente, la globalización y otros acontecimientos internacionales han alimentado la sensación de que los Estados son cada vez menos relevantes, una perspectiva defendida por los neoliberales. Los historiadores-institucionalistas han respondido de dos maneras: algunos estudiosos señalan la persistencia de las políticas e instituciones estatales establecidas, mientras que otros han hecho hincapié en las transformaciones del Estado, identificando nuevas funciones y misiones para los Estados. Se examina la premisa de la tesis del Estado competidor, que destaca una transición gradual, no dramática y pacífica de la forma de Estado del bienestar al “Estado competidor”. Según esta tesis, las instituciones básicas del Estado de bienestar se mantienen, pero se recortan, reorganizan y “refuncionalizan” gradualmente para hacer que la sociedad se adapte a la competencia. El Estado competidor difiere del Estado de bienestar en el sentido de que promueve una “mayor mercantilización” mediante la liberalización de los movimientos transfronterizos, la recomposición del trabajo y la privatización de los servicios públicos.