Bajo Renacimiento
En el contexto de la historiografía española, el término bajo renacimiento (véase por oposición al alto renacimiento) se refiere comúnmente al periodo correspondiente al final del siglo XVI, identificándolo con el manierismo; y para el caso concreto del Bajo renacimiento español, con el último tercio del siglo XVI. Varios autores prefieren la expresión “renacimiento tardío” o “renacimiento final”. Se opone al “Quatrocentto” (cuyo origen se sitúa en el siglo XV dentro de Italia), también llemado Alto Renacimiento. El periodo comprendido entre Maquiavelo y Hobbes no produjo ningún teórico político de su talla y, por tanto, ha sido comparativamente descuidado por los estudiosos del pensamiento político. Véase más sobre el pensamiento político en el renacimiento inicial o alto renacimiento. Se ha invocado a Montaigne como inspiración para su enfoque distintivo del liberalismo, pero admite que el propio Montaigne no era ni un liberal ni un pensador político. Sin embargo, Montaigne fue un importante contribuyente a los resurgimientos del estoicismo y el escepticismo en el siglo XVI y a la sensibilidad que apoyaba tanto el individualismo subjetivo como la tolerancia religiosa, y por tanto a una rica cultura literaria en la que se pueden rastrear muchos temas políticos. La publicación del Adagia de Erasmo en 1500 marca el advenimiento de un espíritu más crítico y selectivo, que a partir de esa fecha ha ido ganando fuerza en la mente moderna.La crítica, en el verdadero sentido de prueba y criba precisas, es uno de los puntos que distinguen a los modernos de los antiguos; y la crítica se desarrolló mediante el proceso de asimilación, comparación y apropiación, que era necesario en el crecimiento de la erudición. El efecto final de esta recuperación de la cultura clásica fue, de una vez por todas, la liberación del intelecto: el mundo moderno entró en estrecho contacto con la libre virilidad del mundo antiguo y se emancipó de la esclavitud de las tradiciones mejoradas. Se generó la fuerza de juzgar y el deseo de crear. El resultado inmediato en el siglo XVI fue una abrupta secesión de los ilustrados, no sólo del monacato, sino también del verdadero espíritu del cristianismo.