Paternidad
La paternidad define una relación biológica y social entre un progenitor masculino y su descendencia. Ser padre significa dejar embarazada a una mujer y engendrar un hijo, describiendo así una conexión de parentesco que facilita la transferencia intergeneracional de riqueza y autoridad (al menos en los sistemas de descendencia patrilineal como el nuestro). La paternidad también refleja ideales sobre los derechos, los deberes y las actividades de los hombres en las familias y en la sociedad, y se generaliza a otras relaciones sociales y simbólicas, como cuando los cristianos se refieren a «Dios Padre», los católicos llaman «Padre» a los sacerdotes y los estadounidenses califican a George Washington de «padre» de la patria. La paternidad refleja, pues, un conjunto normativo de prácticas y expectativas sociales institucionalizadas en la religión, la política, el derecho y la cultura. Las teorías sociales han empleado el concepto de paternidad social para explicar cómo la institución de la paternidad vincula a un niño concreto con un hombre determinado (ya sea el padre o el tío) con el fin de asegurar un lugar para ese niño en la estructura social. La paternidad se refiere también directamente a lo que los hombres hacen con y para los niños. Aunque las creencias populares sugieren que la paternidad implica comportamientos fijados por la biología reproductiva, los humanos deben aprender a ser padres. En todas las culturas y periodos históricos, la paternidad de los hombres se ha visto condicionada por las fuerzas sociales y económicas.