Esta parte de la plataforma introducirá y discutirá las dinámicas cambiantes de ámbito material de validez, con el objetivo de examinar su desarrollo actual.La validez o invalidez de un negocio jurídico, en el ámbito del derecho internacional privado, debe resultar de normas jurídicas fijas y vinculantes para las partes. Según Kant, la legitimidad del derecho se basa en la limitación mutua de las libertades de todos según las leyes generales: El derecho es, según ese autor, el “epítome de las condiciones bajo las cuales la arbitrariedad de uno puede unirse a la arbitrariedad del otro según una ley general de libertad”. Si además se asume con Kant que el juicio consciente del individuo es la base accesible en última instancia de la perspicacia moral y, por tanto, también de la perspicacia de la justicia, esto significa también que cada uno es una instancia moral que debe ser respetada igualmente con el otro. Para el ámbito del Estado y del Derecho, esta idea de la igual competencia moral de todos conduce a la pretensión democrática de que todos los ciudadanos, en una libre competencia de convicciones, deben tener también voz y voto en la decisión de las cuestiones de derecho y de justicia, el Derecho requiere, pues, una legitimación democrática, que se encuentra en una búsqueda cultivada del consenso mayoritario. La idea de que la justificación de la ley radica en su poder para establecer el orden la encontramos ya en Sócrates, que no quiso escapar a la ejecución de la sentencia de muerte contra él huyendo. Muchos siglos más tarde surgen dos cuerpos de precedentes irreconciliables, uno formulado por los jueces tradicionales, que se limitan a encontrar el derecho existente, y otro por los jueces positivistas, que crean nuevo derecho. A medida que los jueces crean cada vez más derecho nuevo, los tribunales se vuelven imprevisibles, aumentan las sentencias ex post facto y las leyes se aplican de forma desigual. Los jueces federales no elegidos dejan de lado las resoluciones democráticas de las cuestiones políticas y deciden las cuestiones políticas sin la participación del público. Los jueces conciben o limitan los derechos constitucionales según sus preferencias personales para lograr el resultado deseado en el caso.