Aplicación de los Tratados en Japón
Los “Principios de Ohira” establecieron un equilibrio estable entre el poder ejecutivo y la Dieta. En general, fue una fórmula muy bien elaborada. La fórmula no ha cambiado desde 1974, aunque se ha visto desafiada por las crecientes necesidades de una gestión eficaz sobre una amplia gama de asuntos en materia de asuntos exteriores. El procedimiento de deliberación de la Dieta consta de múltiples pasos, en los que participan muchos miembros de los partidos políticos y de la Dieta, lo que contribuye a producir una sensación de armonía.
Históricamente, las cuestiones de seguridad nacional han sido tratadas como las más polémicas en las deliberaciones de la Dieta. El Tratado de Seguridad Japón-EE.UU. y el Acuerdo sobre el Estatuto de las Fuerzas se aprobaron aplicando la “regla de los 30 días” en 1960. El Acuerdo de Apoyo a la Nación Anfitriona en 2008 y el Acuerdo Internacional de Guam en 2009 fueron ejemplos excepcionales en los que las dos Cámaras tomaron decisiones diferentes. En los últimos años, sin embargo, también podemos observar acaloradas discusiones sobre cuestiones comerciales, como la Asociación Transpacífica, o de derechos humanos, incluido el delito de “conspiración” en el contexto de la Convención de la ONU contra la Delincuencia Organizada Transnacional. La actual práctica japonesa de elaboración de tratados seguirá enfrentándose a la cuestión de cómo lograr el equilibrio adecuado: cómo elaborar los acuerdos internacionales necesarios de forma oportuna sobre cuestiones diversas y más especializadas, manteniendo al mismo tiempo un nivel suficiente de control democrático por parte de la Dieta.