Una múltiple estratificación caracteriza la naturaleza humana, es decir, al hombre en su ser y obrar. Ofrécese en primer lugar un ser corpóreo, en cuya estructura entran elementos del dominio inorgánico. No obstante, si se pretendiera explicar el hombre solo por ellos, surgiría el materialismo antropológico, que equivoca de raíz la esencia de aquél. En esta entrada se analiza también el hombre en el contexto de la antropología bíblica. En otras palabras, ¿los libros de las Sagradas Escrituras hebreas y cristianas tienen una concepción precisa y explícita del hombre: origen, naturaleza, condición existencial, historia, destino último? Más en concreto, ¿es ante todo posible descubrir ahí una antropología esencialista o estructural, encaminada a determinar la naturaleza constitutiva del hombre, ser entre los demás seres? A dicha antropología; pero, dada la diversidad cultural que se da en la biblioteca de los libros escriturísticos, que registra libros lingüística e históricamente poliformes, sería mejor hablar de antropologías. Y aquí se impone la exigencia de una confrontación con otros mundos culturales, en particular con el de matriz griega. También se examina el Hombre Malo en la Teoría del Derecho