Capitalismo Latinoamericano

Capitalismo Latinoamericano

Este elemento es una ampliación de los cursos y guías de Lawi. Ofrece hechos, comentarios y análisis sobre este tema.

Nota: Puede interesar asimismo la Historia de la Burguesía y el Precapitalismo Latinoamericano.

Capitalismo Latinoamericano en las Ciencias Sociales Latinoamericanas

Nota: El socialismo nacional latinoamericano (véase más detalles) se vincula directamente y en un mismo texto suelen aparecer como sinónimos con otras corrientes ideológicas similares: izquierda nacional, nacionalismo de izquierda, patriotismo revolucionario y los diversos socialismos “chileno”, “peruano”, ‘”uruguayo”, “venezolano”, etc.

Casi todo este campo está preocupado por las distinciones entre países desarrollados, especialmente las economías liberales y coordinadas, con referencias ocasionales a Asia pero poco o nada al resto del mundo, incluida América Latina. Como mínimo, pensé, aquí había una oportunidad de oro para volver a conectar a América Latina con estos debates innovadores sobre el capitalismo comparado. La lingua franca en este campo incluye términos como “complementariedades institucionales”, “capital paciente”, “habilidades específicas de la empresa” y “coordinación entre empresas”, así como una serie de otros conceptos que pueden iluminar los análisis de la economía política de América Latina y luego vincular estos análisis de nuevo a las comparaciones con el resto del mundo.

Tomar como punto de partida el sector privado – la gobernanza corporativa, las estrategias empresariales, los mercados laborales privados, la formación de los empleados, etc. – fue novedoso y refrescante. También me llevó algo de práctica poder hacerlo yo mismo – mi reflejo anterior siempre había sido empezar por el Estado. Mantener la luz sobre las empresas sigue siendo, creo, crucial para avanzar en el campo de la economía política latinoamericana. Sabemos mucho más sobre los Estados que incluso lo básico sobre cómo operan, elaboran estrategias, contratan, innovan y se forman las grandes empresas. Poco sospechaba al principio cuántos años pasaría intentando llegar a esos aspectos básicos, especialmente en el caso de los grupos empresariales. A pesar de esta nueva fascinación por los grupos empresariales y las multinacionales, el Estado rara vez está ausente durante mucho tiempo en las páginas que siguen. Con el Estado y las empresas en América Latina, nunca se trata de una decisión sobre lo uno o lo otro, sino más bien de un equilibrio relativo, y uno de los objetivos aquí es desplazar ese equilibrio hacia el lado empresarial, menos comprendido.

Los estudiosos del capitalismo comparado – economistas, politólogos y otros – han utilizado durante mucho tiempo el concepto de complementariedad institucional con un perspicaz efecto analítico. Sin embargo, en la investigación sobre el desarrollo en América Latina, el término es muy nuevo, y existe un amplio margen para extenderlo a numerosos ámbitos para preguntarse si determinados conjuntos de instituciones encajan entre sí, cómo se complementan y qué consecuencias se derivan. Para aquellos de nosotros (y
me incluyo) acostumbrados a trabajar sobre todo en diversos “silos” con una atención bastante exclusiva a áreas de investigación como las competencias y la educación, los mercados laborales o la gobernanza empresarial, pensar en las conexiones institucionales entre estos ámbitos puede ser bastante alucinante. Incluso para los escépticos a la hora de asumir el paquete completo de variedades del capitalismo, se puede ganar mucho probando las complementariedades institucionales.

La trampa aparente, que disuade a muchos, es que las complementariedades institucionales -en las que una institución aumenta los rendimientos de otra- se despliegan mejor para explicar las continuidades y, en consecuencia, pueden llevar un argumento a un equilibrio incómodo y restrictivo que hace que las posibilidades de cambio y evolución parezcan irrealmente pequeñas. Para algunos, la solución, que intento desarrollar más adelante, es pensar en las complementariedades como algo más contingente, casual, politizado y sujeto a contestación. Este es especialmente el caso de América Latina, donde las complementariedades son a menudo disfuncionales con consecuencias negativas. El resultado es más una sensación de dependencia del camino, con cambios incrementales dentro de parámetros en evolución, que de equilibrio fijo.

Un último beneficio que veo de atraer el campo del capitalismo comparativo es, quizá más por mi propia extrapolación, una preocupación normativa por la calidad de los empleos. Esto, sostengo, debe estar en el centro de cualquier teoría o estrategia a largo plazo del desarrollo equitativo o del movimiento hacia una economía del conocimiento. Durante las últimas décadas, la creación de empleos abundantes, altamente cualificados y bien remunerados rara vez ha sido un objetivo explícito de la política de desarrollo. Como mucho, se ha asumido que los buenos empleos son consecuencia de otras políticas como la liberalización del comercio, la promoción de la IED o la educación. También la política social se ha concentrado sobre todo en las transferencias de efectivo y en la ampliación de la educación y la atención sanitaria sin tener demasiado en cuenta las soluciones de empleo para el bienestar social y la redistribución.

El libro presenta un único tipo ideal de capitalismo jerárquico para la región. Mi objetivo no es meter con calzador a todos los países de América Latina en alguna categoría conceptual. Más bien, el tipo ideal de capitalismo jerárquico pretende ayudar a iniciar un debate sobre los fundamentos institucionales del capitalismo en la región, y especialmente sobre las relaciones complementarias entre ellos. Abarcar toda la región, aunque se centre sobre todo en los países más grandes, significa que muchos aspectos en muchos países carecerán necesariamente del matiz y la profundidad de un libro con un enfoque más limitado. Además, los datos disponibles para la mayoría de los indicadores son desiguales, parciales, indirectos y a menudo no comparables entre países o periodos (desde luego, en comparación con los abundantes datos normalizados de la OCDE).

América Latina tiene una forma distintiva y duradera de capitalismo jerárquico caracterizado por corporaciones multinacionales, grupos empresariales diversificados, baja cualificación y mercados laborales segmentados. A lo largo del tiempo, las complementariedades institucionales entretejen las características de la gobernanza empresarial y los mercados laborales y contribuyen así a la resistencia institucional. Los sistemas políticos favorecieron en general a las élites y a las personas con información privilegiada que reforzaron aún más las instituciones y las complementariedades existentes. El capitalismo jerárquico no ha promovido el aumento de la productividad, los buenos empleos ni el desarrollo equitativo, y la eficacia de las estrategias de desarrollo para promover estos resultados depende de que se aborden las complementariedades institucionales negativas.

Los diferentes fundamentos institucionales del capitalismo en América Latina

La amplia gama de estudios que abordan las “variedades de capitalismos” nos ofrece innovaciones conceptuales y teóricas que pueden emplearse provechosamente para analizar los diferentes fundamentos institucionales del capitalismo en América Latina, o lo que puede denominarse economías jerárquicas de mercado (EMH). Esta perspectiva ayuda a identificar cuatro puntos clave de las EMH en América Latina que estructuran el acceso de las empresas a los insumos fundamentales de capital, tecnología y mano de obra: los grupos económicos; las empresas multinacionales (EMN); la mano de obra no cualificada; y las relaciones laborales fraccionadas. En general, las relaciones jerárquicas son fundamentales para la organización del capital y la tecnología en los grupos empresariales y las EMN. Estas relaciones también impregnan la regulación del mercado laboral, la representación sindical y las relaciones laborales. Existen importantes complementariedades entre estas características, especialmente entre las EMN y los grupos económicos, así como tendencias de refuerzo mutuo entre estas formas corporativas dominantes y la escasa inversión en formación y relaciones laborales bien mediadas. Estos cuatro aspectos de las EMN, su dependencia recurrente de las jerarquías y las interacciones específicas entre ellos se suman para producir una variedad distinta de capitalismo, divergente de los identificados en los países desarrollados y en otras regiones en desarrollo.

Recursos Digitales Regionales y Nacionales en Latinoamérica sobre Empresa y Economía

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Recursos

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Notas y Referencias

Véase También

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Estudios de Área, Estudios Latinoamericanos, Relaciones Internacionales, Gobierno Latinoamericano, Política, Política Comparada

Bibliografía

2 comentarios en «Capitalismo Latinoamericano»

  1. Un antiguo enigma se encuentra en el corazón de la magnífica reflexión del texto sobre la economía política de América Latina: cómo explicar la tenacidad de unas instituciones disfuncionales. Una alianza impía de grandes corporaciones multinacionales, élites políticas que buscan rentas y grupos empresariales diversificados de propiedad familiar han creado el “capitalismo jerárquico”, que depende de trabajadores poco cualificados, tiene un pésimo historial de crecimiento de la productividad y hace poco por aliviar el sufrimiento social. Schneider se pregunta por qué perdura este sistema, mientras que las economías de otras regiones de desarrollo tardío han entrado de lleno en el siglo XXI, y nos ofrece una fascinante historia de directivos de empresas atenazados por sus propias incapacidades organizativas y débiles movimientos obreros incapaces de traspasar las líneas de la empresa. El capitalismo jerárquico en América Latina hace una serie de aportaciones teóricas absolutamente cruciales al situar a esta región tan olvidada dentro del estudio de las variedades del capitalismo, explicando cómo las complementariedades institucionales refuerzan los resultados disfuncionales y dándonos una idea de lo que realmente quieren los Empleadores. Este es un texto para la eternidad, una fascinante lectura obligada para los estudiantes de economía política comparada y de política latinoamericana.

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