Historia del Cristianismo en Asia
Este texto se ocupa de la historia de la Iglesia en Asia. El Imperio mogol de Gengis Khan quedó dividido a su muerte entre sus hijos en cuatro reinos o imperios distintos: Persia, Kiptziak, Turquestán y China. El reino de Kiptziak (Horda de Oro) queda más bien dentro de Europa, en Rusia y países limítrofes. El de Persia se localiza en el territorio de su mismo nombre, y la misión que en él se organizó trabajaba más con los separados que se intentaba volver a la fe católica, que con los invasores mogoles, o con los mahometanos. Parece que la misión vivió floreciente durante un siglo, pues sus khanes tuvieron frecuentemente madres y esposas cristianas, inclinándose durante algún tiempo más o menos al cristianismo. Finalmente cayeron en un abierto islamismo, con espíritu fanático además. La misión católica estuvo encomendada a los dominicos, que casi desde la fundación de su Orden habían misionado con armenios, georgianos y caldeos.Entre las Líneas En 1318 se establecía la jerarquía residencial en Persia con un arzobispado en Sultanieh y seis obispados sufragáneos, cuyas sedes se designarían más adelante. Les ayudaban algunos franciscanos, y en 1329 había en la región persa 15 casas de dominicos y otras tantas de franciscanos.Si, Pero: Pero en 1349 no quedaban en la misión más que tres dominicos. La Peste Negra, que arreció sobre todo de 1348 a 1350, y luego la tempestad bélica del gran Tamerlán, arrasaron las misiones católicas de Persia. Aquí trabajó la llamada Sociedad de Hermanos o Frailes Peregrinantes. Los centros principales de misión fueron en estos tiempos Tabriz, Maragah, Dehiterkan, Sultanieh y Sivas. También aparecerían Tiflis en Georgia, y Quilón en el sur de la India. Tras la decadencia temporal de la actividad misional en las postrimerías del s. XVIII y primeros años del xix, debida en gran parte a la doble controversia de los ritos chinos y malabares y otras causas de malestar particular en Europa, a mediados del s. XIX recomenzaba en Asia una nueva actividad misional, sobre todo en la India y en China, y más tarde en el Japón, sin olvidar Indonesia, que se ha ido desarrollando hasta nuestros días, cuando se ha vuelto a sentir un handicap particular, a medida que muchos de sus países fueron accediendo a la independencia. Aunque hubo misiones católicas esporádicas en Corea desde finales del siglo XVI, se avanzó poco, en parte debido a la resistencia de las autoridades. Horace Allen, el primer misionero protestante estadounidense, no llegó hasta 1884. De nuevo, el progreso fue lento, hasta que los cristianos coreanos se convirtieron en firmes opositores a la ocupación japonesa y se identificaron así con las aspiraciones nacionales coreanas.