Tratados Europeos
La Unión Europea no tiene una constitución formal como tal, sino que ha acordado una serie de tratados entre sus miembros que han desempeñado casi el mismo papel: incluyen declaraciones sobre los fines y las competencias de la UE, y normas sobre el funcionamiento de sus instituciones y las obligaciones de sus miembros. Estos tratados han evolucionado en dos fases: la fase I duró de 1951 a 1987 y supuso una aportación pública mínima, mientras que la fase II comenzó con Maastricht y ha resultado más controvertida e implicó un mayor debate público. Las dificultades para acordar nuevos tratados a lo largo de los años han provocado advertencias periódicas de un caos inminente. Pero la UE se las ha arreglado a pesar de todo, y se ha afirmado que se ha alcanzado una especie de equilibrio constitucional. Se examinará también el Tratado de Maastricht, el Tratado de Ámsterdam, el Tratado de Niza y los tratados de adhesión sobre la ampliación al Este, así como el Tratado por el que se establece una Constitución para Europa y el Tratado de Lisboa.