Política de Medio Ambiente
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Política de medio ambiente
Una política medioambiental ayuda a establecer el tono de una organización, instalación o departamento en lo que respecta a la protección del medio ambiente y la sostenibilidad, debe estar claramente articulada desde la cúpula directiva y debe impregnar toda la estructura de una organización, instalación o departamento. Hay muchas leyes y reglamentos importantes a nivel federal, municipal o local sobre la protección del medio ambiente. Sin embargo, en muchos casos, todavía hay mucho margen de mejora en lo que respecta a la prevención de la contaminación, el ahorro de energía y la limitación de los gases de efecto invernadero, lo que significa ir mucho más allá del cumplimiento.
Las políticas medioambientales deben incluir el compromiso de medir y mejorar continuamente el rendimiento medioambiental, y muchas incluyen la promesa de buscar formas de reducir la energía, limitar el consumo de combustible, disminuir las emisiones, prevenir la contaminación, reducir los gases de efecto invernadero y reducir el consumo de agua potable, o una infinidad de otras métricas apropiadas, que cuando se miden pueden mostrar la mejora de la sostenibilidad medioambiental. La política medioambiental decreta a toda la organización lo que es de máxima importancia para una organización, más allá de las preocupaciones financieras y presupuestarias.
En la mayoría de las organizaciones, especialmente en las privadas, el punto central es el resultado financiero, y en las públicas, la mentalidad de «mantenerse dentro del presupuesto» es la que debe prevalecer en toda la organización. Para muchas organizaciones privadas y públicas, la protección del medio ambiente no es un objetivo primordial. Afortunadamente, por ejemplo, muchos organismos públicos de transporte de masas han adoptado la sostenibilidad medioambiental como un pilar o norma que debe incluirse en la evaluación y eficacia de una operación de metro, tren o autobús. Muchos sistemas de transporte público han elaborado una política medioambiental para ayudar a una organización, instalación o departamento a encontrar y construir una cultura de sostenibilidad medioambiental. Las políticas también pueden establecerse para incluir otras sensibilidades culturales de la agencia, como la evaluación comparativa, la tutoría y la asociación con entidades externas, como agencias colegas o instituciones académicas.
El entorno político cambiante
El entorno político es el lugar en el que se reconocen los problemas como importantes y se incluyen en la agenda; donde se debaten, moldean y definen los resultados deseables -los objetivos de las políticas públicas- y donde se sancionan e inician los programas de acción. La combinación de la disminución de los recursos y los problemas políticos perversos empuja la formulación de políticas hacia un pensamiento más innovador y creativo sobre las líneas de acción eficaces.Entre las Líneas En el problema de la sanidad, por ejemplo, un conjunto de cuestiones complejas e interconectadas concierne a mucho más que la aplicación oportuna de tratamientos médicos a la enfermedad. Incluyen problemas de planificación y gestión dentro de una compleja red de organizaciones y grupos profesionales relacionados, juicios de valor sobre el uso de las pruebas y decisiones de coste-beneficio en la evaluación de las intervenciones médicas adecuadas, cuestiones de promoción del cambio de comportamiento como atención sanitaria preventiva, decisiones sobre el papel relativo de los incentivos de lucro y de servicio público, entre otros. Estas cuestiones implican a diferentes partes interesadas, diferentes intereses y diferentes tipos de conocimientos.
Los problemas políticos más destacados -y los más difíciles de resolver- están relacionados con cambios estructurales a largo plazo en la sociedad y la economía, con compensaciones en las que las acciones para aliviar uno pueden exacerbar la incidencia de otro. Ejemplos bien conocidos son: el envejecimiento de la población, que aumenta la demanda de pensiones y de asistencia social para adultos, acompañado de un descenso de la proporción de trabajadores económicamente activos; la mayor flexibilidad de los mercados de trabajo en respuesta a la globalización, que contribuye a reducir la consideración de la solidaridad comunitaria; la percepción de la delincuencia y la persistencia obstinada de comportamientos antisociales; el equilibrio entre la producción de energía, el reciclaje y la reducción de residuos; el conflicto entre el consumismo y la ciudadanía; la conciliación de la acción para mitigar el cambio climático con la promoción del crecimiento en una economía de mercado.
Las políticas más eficaces para abordar este tipo de problemas son las intervenciones preventivas que atacan las causas del problema (si sabemos cuáles son) en lugar de aliviar sus síntomas. El principal foco de innovación en las políticas públicas reside en la configuración de políticas preventivas en lugar de curativas: promover la autogestión de la atención sanitaria individual en lugar de la intervención médica posterior; favorecer el envejecimiento activo en la transición a la prestación de pensiones; desarrollar intervenciones en la primera infancia como medio principal para reducir la pobreza y la desigualdad. El principal lugar de acción se está alejando de un «mando y control» centralizado que establece una política universal de arriba abajo evaluada por objetivos estándar, hacia una responsabilidad y experimentación localizadas que aprovechan los conocimientos y capacidades de una serie de socios y perspectivas.
Este cambio no significa que el gobierno esté cediendo el control de las políticas y de las cuestiones de ejecución. La política siempre ha sido definida por una serie de intereses que interactúan en redes de influencia, incluyendo actores como expertos académicos, grupos de presión de la industria, asociaciones profesionales, empresarios sociales o participantes públicos, así como políticos profesionales. La forma y el alcance de esas redes pueden estar cambiando y los medios de compromiso se basan ahora en los nuevos desarrollos de la tecnología colaborativa. La búsqueda de nuevas fuentes de financiación (o financiamiento) que sustituyan a los programas de gasto público (como los bonos de impacto social, que recurren a la inversión privada para financiar programas sociales que devolverán un futuro dividendo al inversor cuando tengan éxito), atrae a nuevos actores a la mezcla. Sin embargo, el gobierno mantiene el control al detallar el marco en el que pueden ocurrir las cosas, sancionando las acciones permitidas y no permitidas, regulando el funcionamiento de ese marco y estableciendo las expectativas en toda la sociedad a través del proceso político. El gobierno controla el entorno en el que se producen los resultados, pero se desentiende de la responsabilidad (y, si es posible, de la culpa de los políticos) de los resultados reales.
Todo esto parece estar muy lejos de la gestión de archivos tal y como la conocemos, pero estos son los retos del futuro. Si la actividad de la gestión de archivos es apoyar la actividad del gobierno, en lugar de simplemente registrarla para la posteridad, entonces debe ser capaz de demostrar una contribución. La conexión con el conocimiento es, sin duda, la clave: no sólo es importante la recopilación de información sobre un problema, sino también poseer el conocimiento para resolverlo, es decir, cómo convertirlo en acción. Hay algo más que analizar las opciones y seleccionar una solución óptima; se trata de problemas colectivos, en los que intervienen muchos actores e intereses diferentes, y su alivio o resolución tiene que ser una colaboración.Entre las Líneas En este entorno, la elaboración de políticas no consiste tanto en determinar lo mejor desde la distancia, como en trabajar en lo que es factible junto con todas las partes implicadas, comprometiéndose con ellas a todos los niveles y juzgando dónde está el mejor valor alcanzable para la esfera pública: se trata menos de jerarquías y más de redes. Tal vez necesitemos, pues, una gestión documental que se desenvuelva con fluidez en la colaboración entusiasta de todo el espectro de organizaciones, instituciones y grupos de interés, capaz de trabajar con otras fuentes de conocimiento y complementarlas, haciendo que el conjunto sistémico sea mayor que la suma de sus elementos por separado.
Riesgos
Prácticamente todos los aspectos de la política medioambiental implican riesgos. Las herramientas económicas proporcionan un marco para estructurar los análisis de la política medioambiental que tiene en cuenta esos riesgos de forma racional. Un buen análisis económico también ayuda a evitar resultados subóptimos, como reaccionar de forma exagerada ante riesgos insignificantes o descartar riesgos verdaderamente importantes simplemente porque son inciertos o se aplazan. Las prácticas de análisis de riesgos y la orientación de las políticas medioambientales son a veces defectuosas, lo que puede mejorarse si las políticas se basan en una evaluación adecuada de los beneficios y costes previstos.
La presencia de riesgo e incertidumbre crea un papel potencial para las políticas de información que ayudan a indicar la magnitud de los riesgos medioambientales. Las advertencias y las diversas iniciativas de derecho a saber suelen ser formas eficaces y de bajo coste de mitigar la exposición al riesgo. Los estudios económicos también han puesto de manifiesto las características de los esfuerzos informativos que han hecho que determinados programas de información sean especialmente eficaces.
Datos verificados por: Mix
La fluctuación climática, la variación climática o el cambio climático es la modificación periódica del clima de la Tierra provocada por los cambios en la atmósfera, así como las interacciones entre la atmósfera y otros factores geológicos, químicos, biológicos y geográficos del sistema terrestre.
Causas del cambio climático
Es mucho más fácil documentar las pruebas de la variabilidad del clima y el cambio climático pasado que determinar sus mecanismos subyacentes. El clima está influenciado por una multitud de factores que operan en escalas de tiempo que van desde horas hasta cientos de millones de años. Muchas de las causas del cambio climático son externas al sistema de la Tierra. Otras son parte del sistema de la Tierra pero externas a la atmósfera. Otras implican interacciones entre la atmósfera y otros componentes del sistema terrestre y se describen colectivamente como retroalimentaciones dentro del sistema terrestre. Las retroalimentaciones se encuentran entre los factores causales más recientemente descubiertos y difíciles de estudiar. No obstante, se reconoce cada vez más que esos factores desempeñan un papel fundamental en la variación del clima. En esta sección se describen los mecanismos más importantes.
Variabilidad solar
La luminosidad, o brillo, del Sol ha ido aumentando constantemente desde su formación. Este fenómeno es importante para el clima de la Tierra, porque el Sol proporciona la energía para impulsar la circulación atmosférica y constituye el aporte para el presupuesto de calor de la Tierra. La baja luminosidad solar durante el tiempo del Precámbrico subyace a la tenue paradoja del joven Sol, descrita en la sección Climas de la Tierra temprana.
La energía radiante procedente del Sol es variable en escalas de tiempo muy pequeñas, debido a las tormentas solares y otras perturbaciones, pero las variaciones en la actividad solar, en particular la frecuencia de las manchas solares, también están documentadas en escalas de tiempo que van de decenios a milenios y probablemente se producen también en escalas de tiempo más largas. Se ha sugerido que el "mínimo de Maunder", un período de actividad de manchas solares drásticamente reducida entre 1645 y 1715 d.C., es un factor que contribuye a la Pequeña Edad de Hielo. (Ver abajo Variación y cambio climático desde la aparición de la civilización).
La actividad volcánica
La actividad volcánica puede influir en el clima de varias maneras y en diferentes escalas de tiempo. Las erupciones volcánicas individuales pueden liberar grandes cantidades de dióxido de azufre y otros aerosoles en la estratosfera, reduciendo la transparencia atmosférica y, por tanto, la cantidad de radiación solar que llega a la superficie y la troposfera de la Tierra. Un ejemplo reciente es la erupción del Monte Pinatubo en Filipinas en 1991, que tuvo influencias mensurables en la circulación atmosférica y los balances de calor. La erupción de 1815 del Monte Tambora en la isla de Sumbawa tuvo consecuencias más dramáticas, ya que la primavera y el verano del año siguiente (1816, conocido como "el año sin verano") fueron inusualmente fríos en gran parte del mundo. Nueva Inglaterra y Europa experimentaron nevadas y heladas durante todo el verano de 1816.
Los volcanes y los fenómenos conexos, como el desgarramiento y la subducción de los océanos, liberan dióxido de carbono tanto en los océanos como en la atmósfera. Las emisiones son bajas; incluso una masiva erupción volcánica como la del Monte Pinatubo libera sólo una fracción del dióxido de carbono emitido por la combustión de combustibles fósiles en un año. Sin embargo, a escala geológica, la liberación de este gas de efecto invernadero puede tener efectos importantes. Las variaciones en la liberación de dióxido de carbono por los volcanes y las grietas oceánicas a lo largo de millones de años pueden alterar la química de la atmósfera. Esta variabilidad en las concentraciones de dióxido de carbono probablemente explica gran parte de la variación climática que ha tenido lugar durante el Eón Fanerozoico.
Actividad tectónica
Los movimientos tectónicos de la corteza terrestre han tenido profundos efectos en el clima en escalas de tiempo de millones a decenas de millones de años. Estos movimientos han cambiado la forma, el tamaño, la posición y la elevación de las masas continentales, así como la batimetría de los océanos. A su vez, los cambios topográficos y batimétricos han tenido fuertes efectos en la circulación tanto de la atmósfera como de los océanos. Por ejemplo, el levantamiento de la meseta tibetana durante la era cenozoica afectó las pautas de circulación atmosférica, creando el monzón de Asia meridional e influyendo en el clima de gran parte del resto de Asia y las regiones vecinas.
La actividad tectónica también influye en la química atmosférica, en particular en las concentraciones de dióxido de carbono. El dióxido de carbono se emite desde los volcanes y las fumarolas de las zonas de fisura y de subducción. Las variaciones en la tasa de propagación en las zonas de fisuras y el grado de actividad volcánica cerca de los márgenes de las placas han influido en las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono a lo largo de la historia de la Tierra. Incluso la meteorización química de la roca constituye un importante sumidero de dióxido de carbono. (Un sumidero de carbono es cualquier proceso que elimina el dióxido de carbono de la atmósfera mediante la conversión química del CO2 en compuestos de carbono orgánicos o inorgánicos). El ácido carbónico, formado a partir de dióxido de carbono y agua, es un reactivo en la disolución de silicatos y otros minerales. Las tasas de meteorización están relacionadas con la masa, la elevación y la exposición del lecho rocoso. La elevación tectónica puede aumentar todos estos factores y, por lo tanto, conducir a un aumento de la meteorización y la absorción de dióxido de carbono. Por ejemplo, la meteorización química de la meseta tibetana en ascenso puede haber desempeñado un papel importante en el agotamiento del dióxido de carbono en la atmósfera durante un período de enfriamiento global a finales del Cenozoico.
Variaciones orbitales
La geometría orbital de la Tierra se ve afectada de manera predecible por las influencias gravitatorias de otros planetas del sistema solar. Tres características primarias de la órbita de la Tierra se ven afectadas, cada una de ellas de manera cíclica o recurrente. Primero, la forma de la órbita de la Tierra alrededor del Sol, varía de casi circular a elíptica (excéntrica), con periodicidades de 100.000 y 413.000 años. En segundo lugar, la inclinación del eje de la Tierra con respecto al Sol, que es el principal responsable de los climas estacionales de la Tierra, varía entre 22,1° y 24,5° con respecto al plano de rotación de la Tierra alrededor del Sol. Esta variación se produce en un ciclo de 41.000 años. En general, cuanto mayor es la inclinación, mayor es la radiación solar recibida por los hemisferios en verano y menor la recibida en invierno. El tercer cambio cíclico en la geometría orbital de la Tierra resulta de dos fenómenos combinados: 1) El eje de rotación de la Tierra se tambalea, cambiando la dirección del eje con respecto al Sol, y 2) la orientación de la elipse orbital de la Tierra gira lentamente. Estos dos procesos crean un ciclo de 26.000 años, llamado precesión de los equinoccios, en el que la posición de la Tierra en los equinoccios y solsticios cambia. Hoy en día la Tierra está más cerca del Sol (perihelio) cerca del solsticio de diciembre, mientras que hace 9.000 años el perihelio se produjo cerca del solsticio de junio.
Estas variaciones orbitales causan cambios en la distribución latitudinal y estacional de la radiación solar, que a su vez impulsan una serie de variaciones climáticas. Las variaciones orbitales juegan un papel importante en el ritmo de los patrones glaciales-interglaciales y monzónicos. Sus influencias se han identificado en los cambios climáticos de gran parte del Fanerozoico. Por ejemplo, los ciclomotores -que son lechos marinos, fluviales y de carbón intercalados característicos del subperíodo de Pensilvania (hace 318,1 millones a 299 millones de años)- parecen representar los cambios impulsados por Milankovitch en el nivel medio del mar.
Los gases de efecto invernadero son moléculas de gas que tienen la propiedad de absorber la radiación infrarroja (energía térmica neta) emitida desde la superficie de la Tierra y volverla a radiar hacia la superficie terrestre, contribuyendo así al fenómeno conocido como efecto invernadero. El dióxido de carbono, el metano y el vapor de agua son los gases de efecto invernadero más importantes, y tienen un profundo efecto en el presupuesto energético del sistema terrestre a pesar de que constituyen sólo una fracción de todos los gases atmosféricos. Las concentraciones de gases de efecto invernadero han variado sustancialmente durante la historia de la Tierra, y estas variaciones han impulsado cambios climáticos sustanciales en una amplia gama de escalas de tiempo. En general, las concentraciones de gases de efecto invernadero han sido particularmente altas durante los períodos cálidos y bajas durante las fases frías. Varios procesos influyen en las concentraciones de gases de efecto invernadero. Algunos, como las actividades tectónicas, operan en escalas de tiempo de millones de años, mientras que otros, como la vegetación, el suelo, los humedales y las fuentes y sumideros oceánicos, operan en escalas de tiempo de cientos a miles de años. Las actividades humanas -especialmente la combustión de combustibles fósiles desde la Revolución Industrial- son responsables del aumento constante de las concentraciones atmosféricas de diversos gases de efecto invernadero, especialmente el dióxido de carbono, el metano, el ozono y los clorofluorocarbonos (CFC).
Tal vez el tema más intensamente discutido e investigado sobre la variabilidad del clima sea el papel de las interacciones y retroalimentaciones entre los diversos componentes del sistema terrestre. Las retroalimentaciones implican diferentes componentes que operan a diferentes velocidades y escalas de tiempo. Las capas de hielo, el hielo marino, la vegetación terrestre, las temperaturas oceánicas, las tasas de meteorización, la circulación oceánica y las concentraciones de gases de efecto invernadero están todas influidas directa o indirectamente por la atmósfera; sin embargo, todas ellas también retroalimentan a la atmósfera, influyéndola así de manera importante. Por ejemplo, las diferentes formas y densidades de vegetación en la superficie terrestre influyen en el albedo, o reflectividad, de la superficie de la Tierra, afectando así al balance global de radiación a escalas locales y regionales. Al mismo tiempo, la transferencia de moléculas de agua del suelo a la atmósfera está mediada por la vegetación, tanto directamente (por la transpiración a través de los estomas de las plantas) como indirectamente (por las influencias de la sombra y la temperatura en la evaporación directa del suelo). Esta regulación del flujo de calor latente por parte de la vegetación puede influir en el clima a escalas locales y globales. Como resultado, los cambios en la vegetación, que están parcialmente controlados por el clima, pueden a su vez influir en el sistema climático. La vegetación también influye en las concentraciones de gases de efecto invernadero; las plantas vivas constituyen un importante sumidero de dióxido de carbono atmosférico, mientras que actúan como fuentes de dióxido de carbono cuando se queman por incendios o se descomponen. Estas y otras retroalimentaciones entre los diversos componentes del sistema terrestre son fundamentales tanto para comprender los cambios climáticos del pasado como para predecir los futuros.
Las actividades humanas
El reconocimiento del cambio climático mundial como una cuestión ambiental ha llamado la atención sobre el impacto climático de las actividades humanas. La mayor parte de esta atención se ha centrado en la emisión de dióxido de carbono mediante la combustión de combustibles fósiles y la deforestación. Las actividades humanas también producen emisiones de otros gases de efecto invernadero, como el metano (procedente del cultivo de arroz, el ganado, los vertederos y otras fuentes) y los clorofluorocarbonos (procedentes de fuentes industriales). Hay pocas dudas entre los climatólogos de que estos gases de efecto invernadero afectan al presupuesto de radiación de la Tierra; la naturaleza y la magnitud de la respuesta climática son objeto de una intensa actividad de investigación. Los registros paleoclimáticos de los anillos de los árboles, los corales y los núcleos de hielo indican una clara tendencia al calentamiento que abarca todo el siglo XX y la primera década del siglo XXI. De hecho, el siglo XX fue el más cálido de los últimos 10 siglos, y la década 2001-10 fue la década más cálida desde el comienzo de los registros instrumentales modernos. Muchos climatólogos han señalado este patrón de calentamiento como una clara evidencia de los cambios climáticos inducidos por el hombre como resultado de la producción de gases de efecto invernadero.
Un segundo tipo de impacto humano, la conversión de la vegetación por la deforestación, la forestación y la agricultura, está recibiendo una creciente atención como una fuente adicional de cambio climático. Cada vez es más evidente que los impactos humanos sobre la cubierta vegetal pueden tener efectos locales, regionales e incluso mundiales sobre el clima, debido a los cambios en el flujo de calor sensible y latente hacia la atmósfera y la distribución de la energía dentro del sistema climático. La medida en que estos factores contribuyen al cambio climático reciente y en curso es una importante área de estudio emergente.
El cambio climático en el transcurso de la vida humana
Independientemente de su ubicación en el planeta, todos los seres humanos experimentan la variabilidad y el cambio climático durante sus vidas. Los fenómenos más familiares y predecibles son los ciclos estacionales, a los que las personas ajustan su ropa, las actividades al aire libre, los termostatos y las prácticas agrícolas. Sin embargo, no hay dos veranos o inviernos exactamente iguales en el mismo lugar; algunos son más cálidos, húmedos o tormentosos que otros. Esta variación interanual del clima es en parte responsable de las variaciones de un año a otro en los precios del combustible, el rendimiento de los cultivos, los presupuestos de mantenimiento de las carreteras y los riesgos de incendios forestales. Las inundaciones provocadas por las precipitaciones en un solo año pueden causar graves daños económicos, como los de la cuenca de drenaje del río Misisipí superior durante el verano de 1993, y pérdidas de vidas, como las que devastaron gran parte de Bangladesh en el verano de 1998. También pueden producirse daños y pérdidas de vidas similares como resultado de incendios forestales, tormentas graves, huracanes, olas de calor y otros acontecimientos relacionados con el clima.
La variación y el cambio climático también pueden ocurrir en períodos más largos, como décadas. Algunos lugares experimentan múltiples años de sequía, inundaciones u otras condiciones duras. Esas variaciones decenales del clima plantean problemas para las actividades humanas y la planificación. Por ejemplo, las sequías plurianuales pueden perturbar el suministro de agua, inducir a la pérdida de cosechas y causar trastornos económicos y sociales, como en el caso de las sequías de Dust Bowl en el medio continente de América del Norte durante el decenio de 1930. Las sequías plurianuales pueden incluso causar una hambruna generalizada, como en la sequía del Sahel que se produjo en el norte de África durante los años setenta y ochenta.
Variación estacional
Todos los lugares de la Tierra experimentan una variación estacional del clima (aunque el cambio puede ser leve en algunas regiones tropicales). Esta variación cíclica es impulsada por los cambios estacionales en el suministro de radiación solar a la atmósfera y la superficie de la Tierra. La órbita de la Tierra alrededor del Sol es elíptica; está más cerca del Sol ( 147 millones de km [unos 91 millones de millas]) cerca del solsticio de invierno y más lejos del Sol (152 millones de km [unos 94 millones de millas]) cerca del solsticio de verano en el Hemisferio Norte. Además, el eje de rotación de la Tierra se produce en un ángulo oblicuo (23,5°) con respecto a su órbita. Por lo tanto, cada hemisferio está inclinado lejos del Sol durante su período de invierno y hacia el Sol en su período de verano. Cuando un hemisferio está inclinado lejos del Sol, recibe menos radiación solar que el hemisferio opuesto, que en ese momento está apuntado hacia el Sol. Así, a pesar de la mayor proximidad del Sol en el solsticio de invierno, el hemisferio norte recibe menos radiación solar durante el invierno que durante el verano. También como consecuencia de la inclinación, cuando el Hemisferio Norte experimenta el invierno, el Hemisferio Sur experimenta el verano.
El sistema climático de la Tierra está impulsado por la radiación solar; las diferencias estacionales en el clima resultan en última instancia de los cambios estacionales en la órbita de la Tierra. La circulación del aire en la atmósfera y del agua en los océanos responde a las variaciones estacionales de la energía disponible del Sol. Los cambios estacionales específicos del clima que se producen en cualquier lugar determinado de la superficie de la Tierra resultan en gran medida de la transferencia de energía de la circulación atmosférica y oceánica. Las diferencias en el calentamiento de la superficie que tienen lugar entre el verano y el invierno hacen que las vías de las tormentas y los centros de presión cambien de posición y fuerza. Estas diferencias de calentamiento también provocan cambios estacionales en la nubosidad, las precipitaciones y el viento.
Las respuestas estacionales de la biosfera (especialmente la vegetación) y la criosfera (glaciares, hielo marino, campos de nieve) también contribuyen a la circulación atmosférica y al clima. La caída de hojas de los árboles de hoja caduca al entrar en el letargo invernal aumenta el albedo (reflectividad) de la superficie de la Tierra y puede conducir a un mayor enfriamiento local y regional. De manera similar, la acumulación de nieve también aumenta el albedo de las superficies terrestres y a menudo amplifica los efectos del invierno.
Variación interanual
Las variaciones climáticas interanuales, incluidas las sequías, las inundaciones y otros acontecimientos, son causadas por una compleja serie de factores e interacciones del sistema terrestre. Una característica importante que desempeña un papel en estas variaciones es el cambio periódico de las pautas de circulación atmosférica y oceánica en la región del Pacífico tropical, conocido colectivamente como variación de El Niño-Oscilación Austral (ENSO). Aunque sus principales efectos climáticos se concentran en el Pacífico tropical, la ENOS tiene efectos en cascada que a menudo se extienden a la región del Océano Atlántico, al interior de Europa y Asia, y a las regiones polares. Estos efectos, denominados teleconexiones, se producen porque las alteraciones en las pautas de circulación atmosférica de baja latitud en la región del Pacífico influyen en la circulación atmosférica de los sistemas adyacentes y descendentes. Como resultado, las trayectorias de las tormentas se desvían y las crestas de presión atmosférica (zonas de alta presión) y las canalizaciones (zonas de baja presión) se desplazan de sus patrones habituales.
Como ejemplo, los eventos de El Niño ocurren cuando los vientos alisios del este en el Pacífico tropical se debilitan o invierten su dirección. Esto cierra el afloramiento de las aguas profundas y frías de la costa occidental de América del Sur, calienta el Pacífico oriental e invierte el gradiente de presión atmosférica en el Pacífico occidental. Como resultado, el aire de la superficie se desplaza hacia el este desde Australia e Indonesia hacia el Pacífico central y las Américas. Estos cambios producen grandes precipitaciones e inundaciones repentinas a lo largo de la costa normalmente árida del Perú y una grave sequía en las regiones normalmente húmedas del norte de Australia e Indonesia. Los fenómenos de El Niño particularmente graves provocan el fracaso de los monzones en la región del Océano Índico, lo que da lugar a una intensa sequía en la India y en África oriental. Al mismo tiempo, las trayectorias del oeste y de las tormentas se desplazan hacia el Ecuador, lo que proporciona a California y al desierto del sudoeste de los Estados Unidos un clima invernal húmedo y tormentoso y hace que las condiciones invernales en el noroeste del Pacífico, que suelen ser húmedas, se vuelvan más cálidas y secas. El desplazamiento de los vientos del oeste también provoca sequías en el norte de China y desde el noreste de Brasil a través de secciones de Venezuela. Los registros a largo plazo de la variación del ENOS a partir de documentos históricos, anillos de árboles y corales de arrecifes indican que los eventos de El Niño ocurren, en promedio, cada dos a siete años. Sin embargo, la frecuencia e intensidad de estos eventos varían a lo largo del tiempo.
La Oscilación del Atlántico Norte (OAN) es otro ejemplo de una oscilación interanual que produce importantes efectos climáticos dentro del sistema terrestre y puede influir en el clima en todo el hemisferio norte. Este fenómeno es el resultado de la variación del gradiente de presión, o la diferencia de presión atmosférica entre el máximo subtropical, situado normalmente entre las Azores y Gibraltar, y el mínimo islandés, centrado entre Islandia y Groenlandia. Cuando el gradiente de presión es pronunciado debido a un fuerte máximo subtropical y un bajo islandés profundo (fase positiva), Europa septentrional y Asia septentrional experimentan inviernos cálidos y húmedos con frecuentes y fuertes tormentas invernales. Al mismo tiempo, el sur de Europa es seco. El este de los Estados Unidos también experimenta inviernos más cálidos y menos nevados durante las fases positivas de la NAO, aunque el efecto no es tan grande como en Europa. El gradiente de presión se atenúa cuando la NAO está en un modo negativo, es decir, cuando existe un gradiente de presión más débil a partir de la presencia de un débil máximo subtropical y un mínimo islandés. Cuando esto sucede, la región del Mediterráneo recibe abundantes precipitaciones invernales, mientras que el norte de Europa es frío y seco. El este de los Estados Unidos es típicamente más frío y con más nieve durante una fase negativa de la NAO.
Durante los años en que la Oscilación del Atlántico Norte (OAN) se encuentra en su fase positiva, el este de los Estados Unidos, el sudeste del Canadá y el noroeste de Europa experimentan temperaturas invernales más cálidas, mientras que en estos lugares se encuentran temperaturas más frías durante su fase negativa. Cuando tanto el Niño/Oscilación Austral (ENSO) como la NAO se encuentran en su fase positiva, los inviernos europeos tienden a ser más húmedos y menos severos; sin embargo, más allá de esta tendencia general, la influencia del ENSO sobre la NAO no se comprende bien.
Los ciclos del ENSO y la NAO son impulsados por las retroalimentaciones e interacciones entre los océanos y la atmósfera. La variación climática interanual es impulsada por estos y otros ciclos, interacciones entre ciclos y perturbaciones en el sistema terrestre, como las que resultan de grandes inyecciones de aerosoles de las erupciones volcánicas. Un ejemplo de perturbación debida al vulcanismo es la erupción del Monte Pinatubo en Filipinas en 1991, que provocó una disminución de la temperatura mundial media de aproximadamente 0,5 °C (0,9 °F) el verano siguiente.
Variación decenal
El clima varía en escalas de tiempo decenales, con grupos de varios años de condiciones húmedas, secas, frescas o cálidas. Estos grupos plurianuales pueden tener efectos dramáticos en las actividades y el bienestar humanos. Por ejemplo, una grave sequía de tres años a finales del siglo XVI probablemente contribuyó a la destrucción de la "Colonia Perdida" de Sir Walter Raleigh en la isla de Roanoke, en lo que hoy es Carolina del Norte, y una posterior sequía de siete años (1606-12) provocó una elevada mortalidad en la colonia de Jamestown, en Virginia. Además, algunos estudiosos han implicado a las sequías persistentes y graves como la principal razón del colapso de la civilización maya en Mesoamérica entre 750 y 950 d.C.; sin embargo, los descubrimientos de principios del siglo XXI sugieren que las perturbaciones del comercio relacionadas con la guerra desempeñaron un papel, posiblemente interactuando con las hambrunas y otras tensiones relacionadas con la sequía.
Aunque la variación climática a escala decenal está bien documentada, las causas no están del todo claras. Gran parte de la variación decenal del clima está relacionada con las variaciones interanuales. Por ejemplo, la frecuencia y la magnitud del ENOS cambian a lo largo del tiempo. Los primeros años de la década de 1990 se caracterizaron por repetidos eventos de El Niño, y se han identificado varias agrupaciones de este tipo que tuvieron lugar durante el siglo XX. La pendiente del gradiente del NAO también cambia en escalas temporales decenales; ha sido particularmente pronunciada desde el decenio de 1970.
Investigaciones recientes han revelado que las variaciones del clima a escala decenal son el resultado de las interacciones entre el océano y la atmósfera. Una de esas variaciones es la Oscilación Decadal del Pacífico (PDO), también conocida como Variabilidad Decadal del Pacífico (PDV), que implica cambios en las temperaturas de la superficie del mar (SST) en el Océano Pacífico Norte. Las TSM influyen en la fuerza y la posición de la Baja Aleutiana, que a su vez afecta fuertemente los patrones de precipitación a lo largo de la costa del Pacífico de Norteamérica. La variación de las TSM consiste en una alternancia entre los períodos de "fase fría", en los que la costa de Alaska es relativamente seca y el noroeste del Pacífico relativamente húmedo (por ejemplo, 1947-76), y los períodos de "fase cálida", caracterizados por una precipitación relativamente alta en la costa de Alaska y una precipitación baja en el noroeste del Pacífico (por ejemplo, 1925-46, 1977-98). Los registros de anillos de árboles y corales, que abarcan al menos los últimos cuatro siglos, documentan la variación del DOP.
Una oscilación similar, la Oscilación Multidecadal del Atlántico (OMA), se produce en el Atlántico Norte e influye fuertemente en los patrones de precipitación de América del Norte oriental y central. Una AMO de fase cálida (TSM del Atlántico Norte relativamente cálida) se asocia con precipitaciones relativamente altas en Florida y bajas en gran parte del Valle de Ohio. Sin embargo, el AMO interactúa con el PDO, y ambos interactúan con variaciones interanuales, como el ENSO y la NAO, en formas complejas . Tales interacciones pueden llevar a la amplificación de sequías, inundaciones u otras anomalías climáticas. Por ejemplo, las graves sequías que se produjeron en gran parte de los Estados Unidos conterminosos en los primeros años del siglo XXI se asociaron con la OMA de fase cálida combinada con la DOP de fase fría. Los mecanismos que subyacen a las variaciones decenales, como el PDO y la AMO, no se conocen bien, pero probablemente estén relacionados con las interacciones océano-atmósfera con constantes temporales más grandes que las variaciones interanuales. Las variaciones climáticas decenales son objeto de un intenso estudio por parte de los climatólogos y los paleoclimatólogos.
A continuación se examinará el significado.
¿Cómo se define? Concepto de Política de medio ambiente
Véase la definición de Política de medio ambiente en el diccionario.
Características de Política de medio ambiente
Medio Ambiente
Este recurso incluye las siguientes materias: política del medio ambiente, derecho ambiental, medio natural, y deterioro del medio ambiente.
Economía
Este recurso incluye, entre otras, las materias siguiente: política económica, situación económica, región y política regional, estructura económica, contabilidad nacional y análisis económico.
Agricultura, Silvicultura y Pesca
Este recurso incluye las siguientes materias: política agraria, producción y estructuras agrarias, sistema de explotación agraria, explotación agrícola de la tierra, medio de producción agrícola, actividad agropecuaria, monte y pesca.
Este recurso incluye, entre otros, lo siguiente: marco político, partido político, procedimiento electoral y sistema de votación, Parlamento, trabajos parlamentarios, seguridad pública, poder ejecutivo y administración pública.
Filosofía política, rama de la filosofía que se ocupa, en el nivel más abstracto, de los conceptos y argumentos que intervienen en la opinión política. El significado del término político es en sí mismo uno de los principales problemas de la filosofía política. Sin embargo, a grandes rasgos, se pueden calificar de políticas todas las prácticas e instituciones que tienen que ver con el gobierno.
El problema central de la filosofía política es cómo desplegar o limitar el poder público para mantener la supervivencia y mejorar la calidad de la vida humana. Como todos los aspectos de la experiencia humana, la filosofía política está condicionada por el entorno y por el alcance y las limitaciones de la mente, y las respuestas dadas por los sucesivos filósofos políticos a los problemas perennes reflejan el conocimiento y los supuestos de su época. La filosofía política, a diferencia del estudio de la organización política y administrativa, es más teórica y normativa que descriptiva. Está inevitablemente relacionada con la filosofía general y es a su vez objeto de la antropología cultural, la sociología y la sociología del conocimiento. Como disciplina normativa, se ocupa, por tanto, de lo que debe ser, según diversos supuestos, y de cómo puede promoverse este propósito, más que de una descripción de los hechos -aunque cualquier teoría política realista está necesariamente relacionada con estos hechos-. El filósofo político no se ocupa tanto, por ejemplo, de cómo funcionan los grupos de presión o de cómo, mediante diversos sistemas de votación, se llega a las decisiones, como de cuáles deberían ser los objetivos de todo el proceso político a la luz de una determinada filosofía de la vida.
Existe, pues, una distinción entre la filosofía política, que refleja la visión del mundo de los sucesivos teóricos y que exige una apreciación de su entorno histórico, y la ciencia política moderna propiamente dicha, que, en la medida en que puede llamarse ciencia, es empírica y descriptiva. Sin embargo, la filosofía política no es una mera especulación poco práctica, aunque pueda dar lugar a mitos muy poco prácticos: es un aspecto de la vida de vital importancia y que, para bien o para mal, ha tenido resultados decisivos en la acción política, ya que los supuestos sobre los que se desarrolla la vida política deben influir claramente en lo que realmente ocurre. La filosofía política puede considerarse, pues, como una de las disciplinas intelectuales más importantes, ya que establece normas de juicio y define los fines constructivos del uso del poder público. Esta consideración de los fines para los que debe utilizarse el poder es en cierto modo más urgente hoy que en épocas anteriores, ya que la humanidad tiene a su disposición el poder de crear una civilización mundial en la que la tecnología moderna pueda beneficiar a la raza humana o de destruirse a sí misma en pos de los mitos políticos. El alcance de la filosofía política es, por lo tanto, grande, y la aclaración de su propósito y limitaciones es urgente, un aspecto, de hecho, de la supervivencia de la civilización.
A pesar de este aspecto único de la situación contemporánea, y aunque las antiguas filosofías políticas se formularon en condiciones muy diferentes, su estudio sigue iluminando cuestiones vitales hoy en día. Las cuestiones relativas a los objetivos del gobierno, los fundamentos de la obligación política, los derechos de los individuos frente al Estado, el fundamento de la soberanía, la relación del poder ejecutivo con el legislativo y la naturaleza de la libertad política y la justicia social se han planteado y respondido de muchas maneras a lo largo de los siglos. Todas ellas son fundamentales para la filosofía política y exigen respuestas en términos de conocimiento y opinión modernos.
El procedimiento parlamentario se ha ido configurando a lo largo de muchos siglos mediante una compleja mezcla de normas formales (recogidas en normas jurídicas y reglamentos y el Reglamento) y prácticas informales (como las convenciones).
Grandes Temas de la Política Británica
En la política contemporánea del Reino Unido han surgido dos temas principales e interconectados. Estos temas vinculan las distintas partes de la política británica. Son:
C El declive del compromiso cívico
C El cambio de la estructura constitucional.
El declive del compromiso cívico
La preocupación por el compromiso cívico en el Reino Unido ha surgido en gran medida por el hecho de que cada vez menos personas se molestan en votar. En las elecciones generales de 2001 y 2005 se registraron los niveles de participación más bajos (un 59% y un 61%, respectivamente) desde 1918. Aunque la participación aumentó en las elecciones generales de 2015 hasta el 66%, sigue siendo baja en comparación con los niveles históricos. En el caso de 2005, la combinación de una baja participación y el descenso del apoyo al Partido Laborista hizo que solo algo más de una quinta parte del electorado votara al gobierno de turno. Otra prueba de la creciente apatía y la desilusión con la política convencional, a veces llamada "antipolítica" (ver más detalles), se encuentra en el constante descenso del número de personas que se afilian a los partidos políticos (aunque las tendencias del Partido Laborista y del SNP sugieren que esto puede haberse invertido desde 2015), y en las encuestas de opinión que muestran la caída de los niveles de confianza en el gobierno y en los políticos en general.
Estas tendencias y la forma de contrarrestarlas son los temas que vinculan los capítulos de esta parte del libro. Estos capítulos consideran la llamada "crisis de participación" en la política británica y la idea de la renovación democrática en el Reino Unido; el papel de las elecciones (capítulo 3); la naturaleza de la política de partidos, y las ideas y políticas de los principales partidos (capítulo 5); y el papel y la importancia de los grupos de presión (véase más detalles).
El cambio de la estructura constitucional
La política británica se encuentra actualmente en un estado inusual de cambio. Desde 1997, el sistema político del Reino Unido ha cambiado más rápidamente que en cualquier otro momento desde el siglo XVII. Se han introducido asambleas descentralizadas, creando una especie de estructura "cuasi-federal" dentro del Reino Unido. Se ha iniciado el proceso de reforma de la Cámara de los Lores y, una vez iniciado, ha crecido la presión para que se lleve a cabo una nueva reforma (aunque se interponen grandes obstáculos en su camino). Se ha generalizado el uso de los referendos, lo que hace esperar que los futuros cambios constitucionales sean aprobados directamente por el pueblo y no sólo por el Parlamento. Los sistemas de votación proporcional se utilizan ahora ampliamente en distintas partes del Reino Unido. La Ley de Derechos Humanos de 1998 ha dotado al Reino Unido, por primera vez, de un marco de derechos individuales recogidos en la legislación. La lista continúa.
Estas reformas ya han cambiado las relaciones entre las instituciones de gobierno de forma significativa y permanente. Pero también han creado un impulso de cambio que puede ser irresistible: la reforma constitucional es un proceso, no un acontecimiento. Sin embargo, estos acontecimientos han planteado dos cuestiones importantes:
- ¿Qué grado de fragmentación debe tener el poder gubernamental? Por un lado, hay quienes están a favor de un gobierno fragmentado o dividido con el argumento de que crea una red de controles y equilibrios (ver más detalles al respecto) que protegen la libertad y mantienen al gobierno "fuera de nuestras espaldas". Por otro lado, hay quienes advierten que un gobierno fragmentado conduce a la debilidad y la confusión, dejando un gobierno que está en guerra consigo mismo. Este debate se refiere, entre otras cosas, a la relación entre el Parlamento y el ejecutivo, y entre los Lores y los "Comunes" (diputados de la Cámara de los Comunes), a la relación entre el primer ministro y el gabinete (ver más detalles), y a la relación entre el gobierno central y las asambleas "descentralizadas" y la UE (ver más detalles).
- ¿Cuál debe ser la relación entre el derecho y la política? Por un lado, hay quienes desean reforzar el papel de la ley, para garantizar que no se abuse del poder gubernamental y, en particular, que se protejan los derechos individuales y las libertades civiles (ver más detalles). Por otro lado, hay quienes sostienen que la política debe prevalecer siempre sobre el derecho, sencillamente porque los políticos son elegidos mientras que los jueces no son elegidos y no son socialmente representativos. Este debate es relevante, entre otras cosas, para la naturaleza de la constitución y la idea de una constitución codificada (ver más); y el papel del poder judicial y la posibilidad de una declaración de derechos en el Reino Unido (ver más).
Ciencia
Este recurso incluye lo siguiente: ciencias naturales, ciencias aplicadas y humanidades.
Política de Medio Ambiente
Política de Medio Ambiente en el Derecho de la Unión Europea
El Diccionario Jurídico Espasa (2001) hace el siguiente tratamiento de este término jurídico: Tiene como finalidad la protección, conservación y mejora de la calidad del medio ambiente y la salud humana, así como al uso racional de los recursos naturales.Entre las Líneas En la esfera internacional contribuye al fomento de medidas destinadas a afrontar los problemas regionales y mundiales del medio ambiente (art. 130 Tribunal Constitucional).
El Tratado de Ámsterdam ha introducido el concepto de desarrollo sostenible en los objetivos de la Unión Europea, quedando reforzada la integración de la protección del medio ambiente en lo que respecta al mercado interior y el conjunto de las demás políticas comunitarias.
La regla general es que los Estados miembros asumen la financiación (o financiamiento) y ejecución de las políticas medioambientales. El principio inspirador sigue manteniéndose quien contamina, paga. [F.L.V.]
Derecho a un ambiente sano en el Derecho Constitucional Comparado del Continente Americano
Estudio comparativo sobre esta cuestión constitucional en los países que más abajo se cubren:
ARGENTINA
Artículo 41.- Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras, y tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental generará prioritáriamente la obligación de recomponer, según lo establezca la ley…
BRASIL
Art. 5.º Todos são iguais perante a lei, sem distinção de qualquer natureza, garantindo-se aos brasileiros e aos estrangeiros residentes no País a inviolabilidade do direito à vida, à liberdade, à igualdade, à segurança e à propriedade, nos termos seguintes:
LXXIII – qualquer cidadão é parte legítima para propor ação popular que vise a anular ato lesivo ao patrimônio público ou de entidade de que o Estado participe, à moralidade administrativa, ao meio ambiente e ao patrimônio histórico e cultural, ficando o autor, salvo comprovada má-fé, isento de custas judiciais e do ônus da sucumbência;
CHILE
Artículo 19.- La Constitución asegura a todas las personas:
8. El derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación.
Muy pocos lugares en la Tierra están libres de contaminación o polución. Los compuestos químicos fabricados por los seres humanos se encuentran en la nieve en las cimas de los picos más altos de las montañas y en la atmósfera más allá hasta el fondo de las fosas abisales más profundas de la Tierra. Todas las formas de vida se ven afectadas por la contaminación de alguna manera. Algunos tipos de contaminación, como la contaminación lumínica y acústica, que implican energía en lugar de materia, pueden ser más fáciles de gestionar y controlar que los productos químicos que contribuyen a diversos tipos de contaminación del aire, el agua y la tierra.
Contaminación: el más solucionable de los desafíos ambientales de la Tierra en el siglo XXI
Este problema recae en gran medida en nosotros (los seres humanos) en nuestra búsqueda de crear productos útiles y diferentes formas de alimentar nuestras máquinas. Centrar nuestros esfuerzos en limitar y eliminar la producción de contaminantes nocivos contribuirá en gran medida a limpiar los contaminantes que ya afectan a la biosfera de la Tierra. Aprende sobre las causas y los efectos de los diferentes tipos de contaminación y sobre algunas de las estrategias y soluciones que pueden limitar la liberación de contaminantes en el medio ambiente y su producción. Para el 2050, se espera que la producción de plástico represente el 15% de las emisiones mundiales de carbono.
Los Problemas
La contaminación, también llamada contaminación ambiental, es la adición de cualquier sustancia (sólida, líquida o gas) o cualquier forma de energía (como calor, sonido o radiactividad) al medio ambiente a una velocidad más rápida de lo que puede ser dispersada, diluida, descompuesta, reciclada o almacenada en alguna forma inofensiva. Los principales tipos de contaminación, normalmente clasificados por medio ambiente, son la contaminación del aire, la contaminación del agua y la contaminación de la tierra. La sociedad moderna también se preocupa por tipos específicos de contaminantes, como la contaminación acústica, la contaminación lumínica y la contaminación plástica. La contaminación de todo tipo puede tener efectos negativos en el medio ambiente y la vida silvestre y a menudo afecta a la salud y el bienestar humanos.
Cuando pensamos en la contaminación, a menudo imaginamos sustancias químicas que ensucian el aire y el agua y residuos que se acumulan en los vertederos o en los bordes de las carreteras. Ciertamente se puede argumentar que la contaminación del aire, el agua y la tierra es lo primero en nuestras mentes, porque afecta directamente a la salud y el bienestar de los seres humanos y otras formas de vida, incluyendo aquellas de las que dependemos para nuestra alimentación. Otras formas de contaminación menos aparentes también son importantes. La contaminación acústica, lumínica y térmica afecta al modo en que los seres humanos y otros animales se comportan y experimentan el mundo y, a menudo, al lugar donde deciden vivir. Sin embargo, el tipo de contaminación que ha atraído más atención en los últimos años es la contaminación plástica, en parte debido a su capacidad para impregnar nuestro aire y agua, así como nuestra tierra. Aprende más sobre los diferentes tipos de contaminación:
- Contaminación del aire (véase más). Gases, partículas finas o aerosoles líquidos que se liberan a la atmósfera y que pueden alcanzar concentraciones que causan efectos indeseables para la salud, económicos o estéticos. Ver también atmosfera de la tierra
- Contaminación acústica (véase más). Es el sonido no deseado o excesivo que puede tener efectos perjudiciales para la salud humana y la calidad del medio ambiente. La contaminación acústica se genera comúnmente dentro de muchas instalaciones industriales y algunos otros lugares de trabajo, pero también proviene del tráfico de carreteras, ferrocarriles y aviones y de las actividades de construcción al aire libre.
- Contaminación del suelo (véase más). Residuos sólidos o líquidos depositados en cantidad suficiente como para contaminar el suelo y las aguas subterráneas, amenazar la salud pública o causar condiciones antiestéticas y molestias.
- Contaminación del agua (véase más). Cualquier sustancia que interfiera con el uso beneficioso del agua en las masas de agua superficiales y en las aguas subterráneas y con el funcionamiento de los ecosistemas naturales que dependen del agua limpia.
- Contaminación por plástico (véase más). Productos de plástico sintético y sus componentes que se acumulan en el medio ambiente hasta el punto de crear problemas para el mar (véase más sobre este tipo de contaminación), la vida silvestre y sus hábitats, y las poblaciones humanas.
Las Causas de la Contaminación
Aunque la contaminación puede provenir de fuentes naturales (como los volcanes, que pueden liberar partículas y gases peligrosos en el aire), la mayor parte de la contaminación del mundo proviene de las actividades de los seres humanos. Durante los últimos 100 años aproximadamente, el rápido crecimiento de la población humana junto con el deseo universal de mejorar el nivel de vida de las personas ha dado lugar a la fabricación de innumerables materiales y productos químicos, muchos de los cuales no se descomponen fácilmente en el medio ambiente. Además, los combustibles que utilizamos para alimentar nuestras máquinas dejan residuos que recubren las piezas de las máquinas y gases de desecho que permanecen en la atmósfera. Anteriormente en la historia de la humanidad, los efectos de la contaminación fueron localizados. Sin embargo, ahora las actividades de tantas personas están afectando a las reservas de aire limpio, agua y otros recursos de uso común que a menudo damos por sentado. Aprenda más sobre las causas de las diferentes formas de contaminación.
- Desechos o Residuos Electrónicos (véase más). También llamada basura electrónica, son equipos eléctricos y electrónicos, que están hechos de sustancias altamente tóxicas, que han perdido su valor o ya no satisfacen su propósito original.
- Fabricación y su cadena de suministro (véase más). El proceso de fabricación de productos a partir de materias primas con el uso de mano de obra o maquinaria. La fabricación se lleva a cabo sistemáticamente para ensamblar componentes en productos terminados a una escala bastante grande.
- Microplásticos (véase más). Pequeños trozos de plástico, de menos de 5 mm de longitud, que resultan de la contaminación del plástico. Aparecen en una variedad de productos (cosméticos, ropa sintética, bolsas de plástico, botellas, etc.) y a menudo entran fácilmente en el medio ambiente en los desechos.
- Producción en masa (véase más). La especialización, la división del trabajo y la estandarización de las partes involucradas en la producción de bienes baratos y de alto volumen.
Historia de la contaminación
Aunque la contaminación ambiental puede ser causada por acontecimientos naturales como incendios forestales y volcanes activos, el uso de la palabra contaminación implica generalmente que los contaminantes tienen una fuente antropogénica, es decir, una fuente creada por las actividades humanas. La contaminación ha acompañado a la humanidad desde que los grupos de personas se congregaron por primera vez y permanecieron durante mucho tiempo en un mismo lugar. De hecho, los antiguos asentamientos humanos se reconocen con frecuencia por sus montones de desechos y escombros, por ejemplo. La contaminación no era un problema grave mientras hubiera suficiente espacio disponible para cada individuo o grupo. Sin embargo, con el establecimiento de asentamientos permanentes por un gran número de personas, la contaminación se convirtió en un problema, y ha seguido siéndolo desde entonces.
Las ciudades de la antigüedad eran a menudo lugares nocivos, contaminados por los desechos y escombros humanos. A partir de aproximadamente el año 1000 CE, el uso de carbón como combustible causó una considerable contaminación del aire, y la conversión del carbón en coque para la fundición de hierro a partir del siglo XVII exacerbó el problema. En Europa, desde la Edad Media hasta bien entrada la era moderna, las condiciones urbanas insalubres favorecieron el brote de epidemias de enfermedades que afectan a la población, desde la peste hasta el cólera y la fiebre tifoidea. A lo largo del siglo XIX, la contaminación del agua y el aire y la acumulación de desechos sólidos fueron en gran medida problemas de las zonas urbanas congestionadas. Pero, con la rápida expansión de la industrialización y el crecimiento de la población humana a niveles sin precedentes, la contaminación se convirtió en un problema universal.
A mediados del siglo XX, se había desarrollado entre el público en general una conciencia de la necesidad de proteger el aire, el agua y el medio ambiente terrestre de la contaminación. En particular, la publicación en 1962 del libro de Rachel Carson Primavera Silenciosa centró la atención en los daños ambientales causados por el uso indebido de plaguicidas como el DDT y otros productos químicos persistentes que se acumulan en la cadena alimentaria y perturban el equilibrio natural de los ecosistemas en gran escala. En respuesta a ello, en muchos países se aprobaron importantes leyes ambientales, como la Ley de aire limpio (1970) y la Ley de agua limpia (1972; Estados Unidos), para controlar y mitigar la contaminación ambiental.
Las Soluciones
Encontrar soluciones a los problemas de contaminación de la Tierra parece desalentador, pero debemos recordar que la comunidad internacional ya se ha unido para eliminar gradualmente las sustancias químicas que habían estado agotando la capa de ozono de la Tierra, y la capa de ozono ha comenzado a recuperarse. Siempre es posible un cambio positivo, incluso a escala mundial. Además, hay varios enfoques filosóficos y pasos prácticos disponibles para ayudarnos a crear un mundo más limpio. Lee más sobre otras soluciones que ya están en marcha para hacer frente a la contaminación.
- Reciclaje (véase más). La recuperación y el reprocesamiento de materiales de desecho para su uso en nuevos productos. Los materiales reciclados incluyen chatarra de hierro y acero, latas de aluminio, botellas de vidrio, papel y otros artículos de madera, y plásticos. También el reciclaje urbano (véase más).
- Control de la contaminación (véase más). Cualquiera de los diversos medios utilizados para limitar los daños causados al medio ambiente por la descarga de sustancias y energías nocivas. Tales tecnologías podrían incluir los vertederos sanitarios, los sistemas de control de emisiones y el reciclaje.
- Responsabilidad extendida o ampliada del productor (véase más). Una práctica y un enfoque normativo en que los productores asumen la responsabilidad de la gestión de la eliminación de los productos que producen una vez que dejan de ser útiles para los consumidores.
- Consumo ético o moral (véase más). Una forma de activismo político basado en la premisa de que los compradores consumen tanto los bienes como los procesos utilizados para producirlos y, por lo tanto, el consumo se convierte en un acto político que sanciona los valores encarnados en la fabricación de un producto.
- El comercio de derechos de emisión (véase más). Es una política ambiental que trata de reducir la contaminación atmosférica de manera eficiente poniendo un límite a las emisiones, dando a los contaminadores un cierto número de permisos coherentes con esos límites, y luego permitiendo que los contaminadores compren y vendan los permisos.
- El movimiento anti-consumista (véase más). Es una ideología social que condena la compra y el consumo excesivo de posesiones materiales. El anticonsumismo (y el propio consumismo) se centra en gran medida en las razones por las que se adquieren los bienes, es decir, en por qué y cómo se compran y consumen ciertos productos básicos por los individuos. Gran parte de las críticas contemporáneas al consumismo se refieren a cuestiones y problemas sociales que se consideran inextricablemente vinculados al crecimiento y la expansión del consumismo.
Control de la contaminación
La presencia de contaminación ambiental plantea la cuestión del control de dicha contaminación. Se están haciendo grandes esfuerzos para limitar la liberación de sustancias nocivas en el medio ambiente mediante el control de la contaminación atmosférica, el tratamiento de las aguas residuales, la gestión de los desechos sólidos, la gestión de los desechos peligrosos y el reciclaje. Lamentablemente, los intentos de control de la contaminación suelen ser superados por la magnitud del problema, especialmente en los países menos desarrollados. Los niveles nocivos de contaminación atmosférica son comunes en muchas grandes ciudades, donde las partículas y los gases procedentes del transporte, la calefacción y la fabricación se acumulan y perduran. El problema de la contaminación plástica en la tierra y en los océanos no ha hecho más que aumentar a medida que el uso de plásticos de un solo uso ha ido creciendo en todo el mundo. Además, las emisiones de gases de efecto invernadero, como el metano y el dióxido de carbono, siguen impulsando el calentamiento del planeta y constituyen una gran amenaza para la biodiversidad y la salud pública.
La ley podrá establecer restricciones específicas al ejercicio de determinados derechos o libertades para proteger el medio ambiente;…
COLOMBIA
Artículo 79.- Todas las personas tienen derecho a gozar de un ambiente sano. La ley garantizará la participación de la comunidad en las decisiones que puedan afectarlo.
El deber de Estado proteger la diversidad e integridad del ambiente, conservar las áreas de especial importancia ecológica y fomentar la educación para el logro de estos fines.
COSTA RICA
Artículo 50.- El Estado procurará el mayor bienestar a todos los habitantes del país, organizando y estimulando la producción y el más adecuado reparto de la riqueza.
Toda persona tiene derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado. Por ello, está legitimada para denunciar los actos que infrinjan ese derecho y para reclamar la reparación del daño causado.
El Estado garantizará, defenderá y preservará ese derecho. La ley determinará las responsabilidades y las sanciones correspondientes.
ECUADOR
Artículo 23.- Sin perjuicio de los derechos establecidos en esta Constitución y en los instrumentos internacionales vigentes, el Estado reconocerá y garantizará a las personas los siguientes:
El derecho a vivir en un ambiente sano, ecológicamente equilibrado y libre de contaminación. La ley establecerá las restricciones al ejercicio de determinados derechos y libertades, para proteger el medio ambiente.
Artículo 28.- Obligación del estado.
EL SALVADOR
Artículo 113.- Serán fomentadas y protegidas las asociaciones de tipo económico que tiendan a incrementar la riqueza nacional mediante un mejor aprovechamiento de los recursos naturales y humanos, y a promover una justa distribución de los beneficios provenientes de sus actividades.Entre las Líneas En esta clase de asociaciones, además de los particulares, podrán participar el Estado, los municipios y las entidades de utilidad pública.
HONDURAS
Artículo 145.- Se reconoce el derecho a la protección de la salud.
La salud y el bienestar son asuntos profundamente personales. Nada es más íntimo que la experiencia de concebir y dar a luz a un niño, y dar a luz a un ser humano único; ninguno de nosotros puede vivir el miedo o el dolor de otro; y la muerte misma es algo que no podemos compartir, por muy real que sea el dolor que sufrimos.
Y sin embargo, es precisamente cuando nosotros o quienes están cerca de nosotros se enfrentan a la enfermedad o al sufrimiento crónico cuando percibimos que la salud es en realidad un asunto muy público. Las políticas que dictan qué nivel de prestación de atención de la salud se garantiza, qué tipos de servicios se ofrecerán, cómo se establecen las prioridades entre las reclamaciones en pugna, dónde se concentran los recursos y qué alternativas existen, se hacen mucho más inmediatas cuando nos afectan a nosotros o a nuestros seres queridos. Enfrentarse a una determinada afección relacionada con la salud y luego ser el destinatario de las decisiones o los prejuicios de otros -ya sean profesionales de la salud, autoridades religiosas, familiares, vecinos, empleadores o compañías de seguros- es algo que a menudo nos da una nueva conciencia de lo limitada que es nuestra capacidad para controlar algunos de los aspectos más centrales de nuestras vidas.
Derecho a la Salud de los Niños
UNICEF sigue dando prioridad a las desigualdades y llegando a los niños más vulnerables con los servicios de salud que necesitan para sobrevivir y prosperar, pero es evidente que los organismos multilaterales, incluidos UNICEF, los gobiernos nacionales y la comunidad de donantes, deben hacer más para obtener mejores resultados en materia de salud para los niños.
La salud está muy poco dotada de recursos en todo el mundo, y muchos presupuestos nacionales de salud están muy por debajo de los niveles recomendados. En los diez países con las tasas medias de mortalidad infantil más elevadas en 2018 (donde se estima que han muerto entre 1 y 55 millones de menores de cinco años), el gasto público medio en salud en 2016 fue de apenas el 1-4% del producto interno bruto, mucho menos del 5% recomendado4. Para poner en práctica la atención primaria de la salud en los países de ingresos bajos y medianos se necesitan entre 200.000 y 300.000 millones de dólares anuales adicionales5. Si bien la abrumadora mayoría del gasto sanitario en los PRMB es nacional, UNICEF (y los organismos multilaterales en general) son incuestionablemente importantes para colmar los déficits de financiación y complementar los esfuerzos nacionales para mejorar los resultados, en particular en contextos de bajo rendimiento o frágiles con importantes limitaciones técnicas y operacionales. Con una asignación adecuada de recursos nacionales y de los donantes y un uso eficiente de los mismos, podríamos lograr mucho más.
La carga de mortalidad restante se concentra en un puñado de países; éstos necesitan una respuesta continua similar a la de los objetivos de desarrollo del Milenio, con un apoyo coordinado de los donantes centrado en la supervivencia. Al mismo tiempo, en la mayoría de los países, también es apropiado el enfoque más amplio de la salud y el bienestar para todos a través de los SDG. Los desafíos sanitarios son cada vez más complejos y diversos; necesitamos respuestas contextualizadas en las que los asociados mundiales en la esfera de la salud colaboren para alentar y apoyar a los gobiernos a que den prioridad y supervisen unos servicios de salud eficaces y de calidad. Los asociados deberían contribuir de manera más amplia al establecimiento de sistemas de salud sólidos que presten una atención primaria de salud de calidad cerca de donde viven y trabajan las personas. La cobertura sanitaria universal mediante la atención primaria de salud debería evaluarse no sólo por la cobertura de los servicios y la protección financiera, sino también por la reducción de la mortalidad, incluida la causada por enfermedades desatendidas como la neumonía (que sigue siendo la principal causa de muerte en los niños), y mediante medidas de bienestar de los niños y los adolescentes.
UNICEF está firmemente decidido a apoyar este programa más amplio de ayuda a los niños no sólo para que sobrevivan sino también para que prosperen, durante toda la infancia y la adolescencia, y a aprovechar su compromiso multisectorial para hacerlo. Esto se refleja en el Plan Estratégico del organismo para 2018-21, elaborado bajo la dirección del director ejecutivo y el equipo directivo superior. También se refleja en nuestro presupuesto: más de dos quintas partes del presupuesto de UNICEF se gastan en salud materna e infantil, tanto en entornos de desarrollo como humanitarios.
Tras más de 30 años de la Convención sobre los Derechos del Niño, el derecho a la salud debe ser defendido y aplicado en todos los países. El sistema multilateral y los gobiernos de los países deben rendir cuentas de este derecho. Siempre vale la pena celebrar los progresos realizados, pero es preciso redoblar los esfuerzos para reducir rápidamente los millones de muertes infantiles y maternas fácilmente evitables que siguen produciéndose cada año y asegurar que todos los niños alcancen su pleno potencial.
El derecho de la mujer a la salud
Además de las complejidades asociadas al derecho a la salud en general, la consideración del derecho a la salud de la mujer debe tener en cuenta al menos dos dimensiones adicionales. El acceso a los servicios de salud reproductiva también se menciona en la Convención sobre los Derechos del Niño (art. 24[2][d]).
Derechos de los Pacientes
Además de conceder a los pacientes los medios para la reparación efectiva de las lesiones por negligencia (lo que aumenta el costo del seguro contra la negligencia para los médicos y, por consiguiente, el costo de la atención médica), los litigios por negligencia también han promovido lo que se ha dado en llamar los derechos de los pacientes.
Los derechos de los pacientes se basan en dos premisas fundamentales:
- el paciente tiene ciertos intereses, muchos de los cuales pueden describirse adecuadamente como derechos, que no se pierden automáticamente al entablar una relación con un médico o un centro de atención de la salud; y
- los médicos y los centros de atención de la salud pueden no reconocer la existencia de esos intereses y derechos, no prever su protección o afirmación y con frecuencia limitan su ejercicio sin recurso.
Tal vez la novedad más importante en cuanto a los derechos de los pacientes ha sido la que se ha producido en los Estados Unidos en relación con la doctrina del consentimiento informado. Originalmente articulada en el Código de Nuremberg de 1947 como aplicada a la experimentación humana, hoy en día se aplica también al tratamiento médico. Esta doctrina exige que los médicos compartan cierta información con los pacientes antes de pedirles su consentimiento para el tratamiento. La doctrina es particularmente aplicable al uso de la cirugía, las drogas y los procedimientos de diagnóstico invasivos que conllevan riesgos. Requiere que el médico describa el procedimiento o tratamiento recomendado y que enumere sus principales riesgos, beneficios, alternativas y posibles perspectivas de recuperación. El propósito es promover la autodeterminación de los pacientes sobre la base de la teoría de que es el paciente el que más se juega en el tratamiento y el que depende en gran medida del médico para obtener esa información. Los tribunales británicos han rechazado esta formulación sobre la base de que el ciudadano británico medio no desea esa información, y los médicos británicos generalmente no la proporcionan a menos que se les solicite.
Aunque el movimiento en pro de los derechos de los pacientes comenzó en los Estados Unidos a principios del decenio de 1970, la declaración más articulada y completa sobre los derechos de los pacientes aparece en el Convenio sobre los Derechos Humanos y la Biomedicina del Consejo de Europa de 1997. El propósito general del convenio es "proteger la dignidad e identidad de todos los seres humanos y garantizar a todos, sin discriminación, el respeto de su integridad y otros derechos y libertades fundamentales con respecto a las aplicaciones de la biología y la medicina". Los derechos humanos específicos incluidos en la convención son el acceso equitativo a la atención médica, el consentimiento informado, el derecho a la atención de emergencia y el respeto a la privacidad y la confidencialidad. La convención también contiene normas específicas relativas al genoma humano, la experimentación humana y la donación de órganos. Las disposiciones de la convención deben ser aplicadas judicialmente por los tribunales de los países que son parte de la convención.
El Convenio sobre los Derechos Humanos y la Biomedicina de 1997 forma parte de una tendencia internacional, en particular en el ámbito de la salud pública, en la que médicos y abogados trabajan juntos para mejorar la salud de las poblaciones y garantizar los derechos humanos. El epidemiólogo estadounidense Jonathan M. Mann lo denominó el movimiento "Salud y Derechos Humanos". Este movimiento surgió a raíz de la epidemia de VIH/SIDA y del reconocimiento de que una respuesta eficaz a la epidemia requería tomar en serio los derechos humanos, especialmente los derechos a la no discriminación, a la educación, a la igualdad de la mujer y al acceso a la atención de la salud. Los médicos y los abogados a menudo colaboran en organizaciones no gubernamentales, como Médicos sin Fronteras, Médicos por los Derechos Humanos y Abogados y Médicos Mundiales, para tratar de mejorar la salud y los derechos humanos a nivel internacional. Aunque es una tarea de enormes proporciones, dada la variedad de problemas específicos y los entornos institucionales en los que se presta la atención médica en todo el mundo, es posible que en el futuro se elabore una carta internacional de derechos del paciente.
Muchos hospitales y organizaciones de atención de la salud han adoptado su propia carta de derechos del paciente, modificando a menudo los derechos para adaptarlos a las necesidades de los servicios de atención de la salud y a las necesidades de los pacientes. Los derechos básicos de un paciente deben incluir los derechos a una comunicación clara; información precisa sobre la posible atención y procedimientos médicos; participación informada en todas las decisiones sobre el programa de atención de salud del paciente; y una explicación clara y concisa de todos los procedimientos propuestos, incluidos los posibles riesgos, efectos secundarios y problemas relacionados con la recuperación.
Los pacientes también deben tener derechos con respecto a la calidad de la atención, incluidos los derechos a una evaluación exacta de su condición y pronóstico sin tratamiento; el conocimiento de la identidad y la situación profesional de quienes prestan los servicios; la información contenida en su expediente médico; el acceso a especialistas consultores; y la negativa a recibir tratamiento.
El paciente debe tener derechos humanos básicos, incluido el derecho a la intimidad tanto de la persona como de la información, el derecho de acceso a personas ajenas al centro de atención de la salud y el derecho a abandonar el centro de atención de la salud independientemente de su estado.
Hasta el decenio de 1960, el derecho y la medicina se reunían únicamente en la sala de audiencias, e incluso entonces se reunían habitualmente sólo en casos relacionados con la patología o la psiquiatría. Sin embargo, desde entonces, los litigios civiles, la financiación pública y las cuestiones éticas han aumentado, al menos en parte como resultado de los increíbles éxitos de la medicina. Estos éxitos han aumentado las expectativas públicas y los costos de la atención médica y han hecho más ambiguas las decisiones sobre la terminación de la atención. La importancia de la salud y los derechos humanos y la mejora de los derechos de los pacientes son dos preocupaciones contemporáneas en las que coinciden tanto los médicos como los juristas.
La competencia para decidir, también llamada capacidad de decisión, es la capacidad de una persona para tomar y comunicar una decisión de consentir un tratamiento médico. Así pues, la competencia es fundamental para determinar el consentimiento y refleja la preocupación de la ley por la autonomía individual. La decisión de una persona con respecto a un tratamiento médico debe respetarse cuando esa persona es competente para tomar esa decisión. A la inversa, si una persona no es competente para dar su consentimiento informado, es necesario emplear un proceso alternativo de adopción de decisiones, como el uso de un apoderado, para determinar si se debe proporcionar el tratamiento.
La prueba de competencia es legal y no médica. Si bien se utilizan muchas pruebas médicas y de salud para determinar la capacidad (por ejemplo, el Mini-Examen del Estado Mental o la Prueba de Evaluación de la Competencia MacArthur), la cuestión fundamental es si la persona es competente con arreglo a la ley. Por lo tanto, no se debe presumir automáticamente que una persona es incompetente porque tenga una discapacidad o un trastorno mental. Más bien, la incompetencia debe determinarse examinando si la enfermedad o la discapacidad de una persona afecta a la capacidad de tomar una decisión hasta el punto de que la persona deba ser tratada como incompetente. Del mismo modo, no se debe tratar a una persona como incompetente porque actúe de manera inusual o no corresponda a las expectativas de la comunidad. El comportamiento inusual o irracional puede obligar a que se investigue la competencia de una persona, pero no es sinónimo de incapacidad.
La prueba de competencia funcional
Para ser competente, una persona debe ser capaz de comprender y retener la información sobre el tratamiento. El derecho anglosajón presume que los adultos son competentes y que los menores son incompetentes (aunque en algunas jurisdicciones se ha rebajado la edad de competencia para consentir el tratamiento médico). Ambas presunciones pueden refutarse poniendo a prueba la competencia de una persona, lo que refleja una preocupación por el nivel de comprensión del paciente.
Comprensión y retención de la información sobre el tratamiento
Hay dos cuestiones principales en las pruebas de competencia. La primera es qué tipo de información debe ser comprendida por el paciente. Las opiniones difieren en cuanto a si la información debe ser sólo los datos básicos sobre el tratamiento o debe ser más detallada en consonancia con la doctrina del consentimiento informado. Los comentaristas y los tribunales británicos suelen exigir únicamente que el paciente comprenda información muy básica sobre el tratamiento. En cambio, los comentaristas y tribunales estadounidenses han exigido que el paciente comprenda no sólo la naturaleza y los efectos generales del tratamiento, sino también los beneficios y los riesgos del tratamiento, de los tratamientos alternativos y de la ausencia de tratamiento.
La segunda cuestión se refiere al tipo de comprensión que se requiere de la persona. Algunos comentaristas exigen una comprensión real de la información sobre el tratamiento, pero otros requieren una capacidad general para comprender el tratamiento que se ofrece. La razón para adoptar una norma de "comprensión real" es que se centra en el problema de tratamiento al que se enfrenta la persona. Por otra parte, el enfoque de comprensión real se presta a abusos en la medida en que un profesional médico puede retener información y luego afirmar que la persona no comprende lo que se propone. Un enfoque de "capacidad de comprensión" evita ese abuso porque no depende de que la persona posea una comprensión específica del tratamiento que se le ofrece. En la práctica, los tribunales parecen considerar ambos factores, y la Comisión de Reforma Legislativa del Canadá ha sugerido que se puede emplear cualquiera de las dos normas.
Creer en la información sobre el tratamiento
Este paso requiere que la persona sea capaz de creer en la información sobre el tratamiento o, si la persona no lo cree, que la incredulidad no debe ser causada por el engaño provocado por una enfermedad o discapacidad mental. Por ejemplo, en el caso Tennessee c. Northern (1978), la paciente fue declarada incompetente porque no podía creer que tuviera gangrena. En cambio, en el caso Re C (Adulto: rechazo de tratamiento) (1994), un paciente esquizofrénico creyó que tenía gangrena pero prefirió morir con dos pies en lugar de vivir con uno y, por lo tanto, fue considerado competente.
Factores de ponderación y evidencia de una elección
Los pacientes deben ser capaces de razonar eficazmente y comunicar una elección. La capacidad de razonar se refiere al proceso de razonamiento subjetivo de la persona y no a si la decisión del paciente sería considerada objetivamente razonable por otras personas. Una vez más, es preocupante que el razonamiento de la persona se vea afectado por una percepción errónea de la realidad o por un engaño. Determinar eso no es fácil, ya que algunas creencias personales y religiosas pueden no distinguirse fácilmente de los delirios, aunque se ha argumentado que las creencias religiosas se distinguen de los delirios porque no son racionales y no son irracionales. Además, es útil ver si la creencia religiosa es anterior a la decisión de tratamiento, si es sostenida por otros y si la persona se ha comportado anteriormente de manera coherente con esa creencia.
La incapacidad de comunicarse es otro factor. En el caso de Nueva Jersey de Matter of Conroy (1985), se dictaminó que los pacientes pueden ser incompetentes porque carecen de la capacidad de comunicar una decisión. Por ejemplo, en el caso de Nueva Zelandia de la Junta de Salud de la Zona de Auckland contra el Fiscal General (1993), se determinó que un paciente con un síndrome de "encierro" era incompetente debido a su completa falta de capacidad para interactuar con el mundo exterior. Por supuesto, debe hacerse todo lo posible por encontrar una forma de comunicarse con la persona discapacitada, y puede ser posible que sistemas como tableros de anuncios o dispositivos electrónicos cubran la brecha de comunicación.
Algunos jueces han sostenido que se debería exigir un mayor nivel de competencia a las personas cuando tomen decisiones de alto riesgo. Otros han afirmado que no se requiere una mayor competencia sino más bien una mayor prueba de competencia. Podría decirse que esto se debe a que una persona tiene competencia para tomar una decisión o no la tiene. No obstante, existe el peligro de que exigir mayores pruebas en los casos de alto riesgo pueda discriminar a las personas que toman decisiones inusuales, ya que sólo ellas serán sometidas a un mayor escrutinio. Es menos probable que alguien que cumpla con las opciones de tratamiento en consonancia con la opinión médica desencadene una evaluación de la competencia. Por otra parte, el requisito de que se refute la competencia en los adultos atenúa la discriminación, porque recae sobre los médicos la responsabilidad de refutar la presunción a favor de que la persona sea competente para decidir.
Definiciones internacionales de competencia
La prueba legal de competencia es sorprendentemente similar en todas las jurisdicciones de los Estados Unidos, el Reino Unido, Australia, Nueva Zelandia y el Canadá. En todas esas jurisdicciones se puede encontrar apoyo para una prueba de capacidad funcional que examina la capacidad del paciente para recibir, comprender y procesar la información sobre el tratamiento. Por ejemplo, en el caso de Re C (mencionado anteriormente), un paciente con esquizofrenia se negó a consentir la amputación de una pierna gangrenada. El juez determinó que el paciente era competente para negarse porque era capaz de hacerlo:
- comprender y retener la información sobre el tratamiento,
- creen que esa información, y
- sopesar la información y llegar a una decisión.
Una formulación similar se adoptó en el caso americano de Matter of Schiller (1977), en el que el tribunal estableció la prueba de capacidad de la siguiente manera: ¿Tiene el paciente la mente suficiente para comprender razonablemente la condición, la naturaleza y el efecto del tratamiento propuesto, los riesgos que conlleva seguir el tratamiento y no seguirlo?
Algunas jurisdicciones han consagrado la prueba en la legislación. Por ejemplo, en el estado australiano de Queensland, la Ley de Poderes de 1998 define la capacidad como:
- entendiendo la naturaleza y el efecto de la decisión sobre el asunto,
- tomar libre y voluntariamente decisiones sobre el asunto, y
- comunicando las decisiones de alguna manera.
En Inglaterra, Australia y Nueva Zelandia, la aplicación de la prueba de competencia funcional a los niños se denomina prueba de competencia de Gillick, en honor al caso que declaró que un niño era competente para dar su consentimiento cuando era capaz de comprender los beneficios y riesgos de los tratamientos propuestos (Gillick contra West Norfolk AHA, 1986). Los tribunales de los Estados Unidos y el Canadá aplican una norma casi idéntica pero se refieren a la prueba como la doctrina del menor maduro.
Derecho a la Salud en la Constitución de los Países
El artículo XI de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre establece el derecho a la preservación de la salud mediante medidas sanitarias y sociales (alimentación, vestido, vivienda y atención médica), al tiempo que condiciona su aplicación a la disponibilidad de recursos públicos y comunitarios. El artículo 34 de la Carta de la Organización de los Estados Americanos estipula, entre los objetivos de contribuir al desarrollo integral de la persona, el acceso al conocimiento de la ciencia médica moderna y a condiciones urbanas adecuadas. La Convención Americana de Derechos Humanos alude indirectamente al derecho a la salud cuando en su artículo 26 se refiere al compromiso de los Estados Partes de tomar medidas para garantizar "la plena efectividad de los derechos implícitos en las normas económicas, sociales, educativas, científicas y culturales establecidas en la Carta".
El Protocolo Adicional de San Salvador, en su artículo 10, establece explícitamente el "derecho a la salud" para todas las personas. En él se enumeran seis medidas que deben adoptar los Estados Partes para garantizar este derecho, entre ellas el desarrollo de redes de atención primaria universal. Además, el artículo 11 garantiza el derecho a un medio ambiente sano. No obstante, el Protocolo descarta la posibilidad de presentar peticiones individuales ante los órganos de supervisión del sistema interamericano en relación con el derecho a la salud.
En el sistema europeo, el artículo 11 de la Carta Social Europea se refiere al derecho a la protección de la salud, para cuya consecución estipula actividades de promoción de la salud, educación y prevención de enfermedades. El párrafo 13 de la primera parte garantiza el acceso a la asistencia social y médica a quienes no disponen de recursos suficientes. Asimismo, el artículo 3 del Convenio sobre los Derechos Humanos y la Biomedicina consagra la igualdad de acceso a la atención de la salud.
En el sistema africano, el artículo 16 de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos consagra el derecho al más alto nivel posible de salud, para lo cual se tomarán las "medidas necesarias", al tiempo que se garantizan los servicios médicos en caso de enfermedad. La Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño también incluye el reconocimiento del derecho a la salud.
El derecho a la salud se fue incorporando gradualmente al derecho interno a partir de la primera mitad del siglo XX. Por ejemplo, la Constitución chilena de 1925 consagra explícitamente el derecho a la salud, distinguiendo entre las garantías para asegurar el bienestar de la persona y para lograr la salud pública. Hasta ahora, un número considerable de Estados con sistemas de derecho civil han incorporado el derecho a la salud en sus constituciones, a menudo definido como el derecho a la protección de la salud de la persona, o estableciendo un papel claro para el Estado en la política de salud. En el caso de Haití, el derecho a la salud está directamente relacionado con el derecho a la vida en el artículo 19 de la Constitución haitiana: "El Estado tiene el deber imperativo de garantizar el derecho a la vida, a la salud y al respeto de la persona". Además, el artículo 23 establece las obligaciones de garantizar a toda la población los recursos necesarios para proteger y recuperar su salud mediante un sistema adecuado de prestación de servicios de salud.
Aunque no es común, otros países dan rango constitucional a una serie de medidas destinadas a proteger la salud. En la Constitución de Panamá, por ejemplo, el artículo 105 consagra el derecho a la salud y la responsabilidad del Estado de protegerla, mientras que el artículo 106 hace referencia al derecho a la alimentación, la educación en materia de salud y la atención de la salud materno-infantil, entre otras cosas. El artículo 70 de la Constitución de Hungría, en su primer párrafo, establece el derecho al más alto nivel posible de salud física y mental, mientras que en el segundo párrafo se enumeran cuatro esferas de responsabilidad. Los países cuyos sistemas jurídicos se basan en el derecho consuetudinario no suelen ofrecer garantías constitucionales en relación con el derecho a la salud, aunque pueden encontrarse referencias implícitas a las responsabilidades públicas en materia de salud en los preámbulos de muchas constituciones, y en parte del contenido relativo a la política social. En esos países, el reconocimiento jurídico del derecho a la salud suele ser necesario en las decisiones de los tribunales, lo que puede afectar al derecho de una u otra manera, dado que se basa esencialmente en la jurisprudencia. Los Estados Unidos, por ejemplo, no incluyen ninguna referencia a la salud en su Constitución, aunque se pueden encontrar decisiones judiciales relativas a la responsabilidad del Estado de regular la salud o su deber de garantizar la igualdad de acceso a los beneficiarios de los sistemas de salud y bienestar social.
En otros países, la referencia a la salud se desarrolla en términos negativos cuando las constituciones o leyes enumeran las limitaciones que pueden aplicarse a determinados derechos civiles y políticos por motivos de salud pública (por ejemplo como en Barbados), al tiempo que se señala la competencia, por no decir la obligación, del Estado respecto de las cuestiones relacionadas con la salud. Al mismo tiempo, prácticamente todos los países con constituciones socialistas incorporan el derecho a la salud como un derecho fundamental, junto con todos los demás derechos económicos, sociales y culturales. En la Constitución de Cuba, el artículo 49 establece el derecho a la atención y protección de la salud, y establece la obligación del Estado de mantener y proveer un sistema de salud pública universal y gratuito a través de programas educativos y preventivos.
El Derecho a la Salud es un Derecho Fundamental
En el artículo 25 de la Declaración Universal de Derechos Humanos se hace hincapié en el reconocimiento del derecho de todas las personas a un nivel de vida adecuado, incluidas las garantías de salud y bienestar.
En el artículo 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, los Estados Partes reconocen el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental. En ese artículo se identifican algunas de las medidas que el Estado debe adoptar "para lograr la plena realización de este derecho".
Los artículos 23 y 24 de la Convención sobre los Derechos del Niño reconocen el derecho a la salud de todos los niños e identifican varias medidas para su realización. Asimismo, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer establece la obligación de adoptar medidas adecuadas para garantizar el acceso de la mujer a la salud y la atención médica, sin discriminación alguna, incluido el acceso a los servicios de planificación familiar.
Muchos otros instrumentos prevén también el derecho a la salud. Estos son: la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares, los Convenios de Ginebra, la Declaración sobre la protección de la mujer y el niño en estados de emergencia o de conflicto armado, las Reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos, la Declaración sobre los Derechos del Retrasado Mental, la Declaración sobre los Derechos de los Impedidos y la Declaración sobre los Derechos de los Pacientes con SIDA.
Derechos reproductivos y salud reproductiva
Los derechos reproductivos son considerados por muchas mujeres como el núcleo de los derechos de la mujer. A lo largo de la historia, las funciones reproductivas de la mujer se han utilizado para controlar a las propias mujeres. Si examinamos por qué se niegan a las mujeres numerosas oportunidades en la vida; por qué se impide a las mujeres asistir a la escuela una vez que alcanzan la pubertad; por qué no se les permite moverse libremente; por qué se les restringe la posibilidad de conseguir un empleo o de seguir una carrera; por qué se les casa pronto sin poder opinar sobre la elección de la pareja, volvemos una y otra vez a la misma respuesta, porque las mujeres tienen cuerpos que pueden ser impregnados.
El significado de los derechos reproductivos y sexuales que ha evolucionado a lo largo de los años es el derecho a gestionar la propia fertilidad de forma segura y eficaz, concibiendo cuando se desee, interrumpiendo los embarazos no deseados y llevando a término los embarazos deseados; el derecho a expresar la propia sexualidad sin enfermedades, violencia, discapacidad, miedo, dolor innecesario o muerte asociados con la reproducción y la sexualidad; y el derecho a las condiciones sociales, económicas y políticas que las hagan posibles.
Es importante aclarar que los derechos reproductivos y la salud reproductiva no son lo mismo. La salud reproductiva es sólo un pequeño componente de los derechos reproductivos. Un mayor acceso a los servicios de salud reproductiva es sólo una parte del derecho a la salud reproductiva, al igual que el acceso a los servicios de salud es sólo un aspecto del derecho a la salud. Para que las mujeres tengan una buena salud reproductiva deben tener una buena salud general y las condiciones físicas, económicas y sociales que hacen posible una buena salud en general.
Salud mental
La enfermedad mental, en su sentido más amplio, es una de las aflicciones más comunes que afectan a la raza humana. El informe del Banco Mundial sobre salud y desarrollo (1993), aunque fue criticado por la falta de fiabilidad de algunos de sus datos, identificó la enfermedad "neuropsiquiátrica" como la segunda causa no transmisible más importante de discapacidad en el mundo en desarrollo. Siguió esta tendencia en años posteriores. De estas enfermedades, la depresión fue el diagnóstico más importante. El informe hace hincapié en un aspecto de la salud que está íntimamente relacionado con el estado de salud y el desarrollo general de una comunidad y que ha sido ignorado por los organismos de desarrollo y los ministerios de salud ante las acuciantes demandas de enfermedades transmisibles. Sin embargo, es imposible separar los componentes mentales y espirituales de la salud de las enfermedades físicas, en particular cuando se trata de enfermedades crónicas y problemas de salud materno-infantil. Es probable, y deseable, señalaba, que la futura labor de desarrollo relacionada con la salud incluya, y deba incluir, la salud mental entre sus prioridades.
NICARAGUA
Artículo 60.- Los nicaragüenses tienen derecho de habitar en un ambiente saludable….
PARAGUAY
Artículo 7.- DEL DERECHO A UN AMBIENTE SALUDABLE
Toda persona tiene derecho a habitar en un ambiente saludable y ecológicamente equilibrado.
Constituyen objetivos prioritarios de interés social la preservación, la conservación, la recomposición y el mejoramiento del ambiente, así como su conciliación con el desarrollo humano integral. Estos propósitos orientarán la legislación y la política gubernamental (o, en ocasiones, de la Administración Pública, si tiene competencia) pertinente.
URUGUAY
Artículo 47.-La protección del medio ambiente es de interés general. Las personas deberán abstenerse de cualquier acto que cause depredación, destrucción o contaminación graves al medio ambiente. La Ley reglamentará esta disposición y podrá prever sanciones para los transgesores.
VENEZUELA
Artículo 127.- Es un derecho y un deber de cada generación proteger y mantener el ambiente en beneficio de sí misma y del mundo futuro. Toda persona tiene derecho individual y colectivamente a disfrutar de una vida y de un ambiente seguro, san y ecológicamente equilibrado. El Estado protegerá el ambiente, la diversidad biológica, genética, los procesos ecológicos, los parques nacionales y monumentos naturales y demás áreas de especial importancia ecológica. El genoma de los seres vivos no podrá ser patentado, y la ley que se refiera a los principios bioéticos regulará la materia.
Es una obligación fundamental del Estado, con la activa participación de la sociedad, garantizar que la población se desenvuelva en un ambiente libre de contaminación, en donde el aire, el agua, los suelos, las costas, el clima, la capa de ozono, las especies vivas, sean especialmente protegidos, de conformidad con la ley.
Recursos
Traducción de Política de medio ambiente
Inglés: Environmental policy
Francés: Politique de l’environnement
Alemán: Umweltpolitik
Italiano: Politica ambientale
Portugués: Política do ambiente
Polaco: Polityka ochrony środowiska
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