Liberalismo

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Liberalismo

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Liberalismo: Introducción al Concepto Jurídico

De acuerdo con Eduardo Jorge Arnoletto:

Complejo fenómeno cultural, de origen occidental, producto de factores muy heterogéneos: el racionalismo, el positivismo, el pragmatismo, el desarrollo cultural y económico de la burguesía, el surgimiento del nacionalismo, el desprestigio del absolutismo, el avance de la técnica. Como pensamiento político fué muy influyente la obra de Montesquieu y la de Rousseau. Como pensamiento económico, tuvo mucha importancia Adam Smith (1723-1790, importante filósofo social y economista).Entre las Líneas En muy breves palabras, las características fundamentales del liberalismo son: el individualismo (preeminencia de lo individual sobre lo social); la libertad (en los más diversos aspectos, garantizada contra intromisiones del Estado); la igualdad (jurídica y política, base del sufragio (el derecho al voto) universal y del régimen parlamentario); la propiedad privada (respetada casi sin limitaciones).

Más sobre el Significado Político de Liberalismo

Al liberalismo se le debe la eliminación del absolutismo, el reconocimiento de los derechos y libertades del ciudadano, la teoría del estado de derecho, el régimen parlamentario, etc. Tuvo también consecuencias indeseables (e incluso imprevistas en su teoría): el descuido de los factores sociales condujo a una acentuación de las desigualdades sociales; el desarrollo del “capitalismo salvaje”, si bien contribuyó al desarrollo económico, condujo también a la explotación de grandes masas por una minoría; la exaltación del Estado nacional creó mayores dificultades en las relaciones internacionales (más detalles sobre relaciones internacionales y las tensiones geopolíticas en nuestra plataforma); generó también el colonialismo y el imperialismo como formas de explotación de naciones más débiles y atrasadas en el proceso de modernización.

Liberalismo en 1948

Decía Guillermo Díaz en su Diccionario Político que Liberalismo es: Orden de ideas o conjunto de principios y doctrinas que suponen a la razón individual absolutamente libre. Desde el punto de vista filosófico el liberalismo considera al hombre desvinculado de toda coacción religiosa y del temor a lo sobrenatural principio que mantiene con respecto al Estado al cual considera una asociación voluntaria de los hombres libre de compulsiones que no se deriven del pacto democrático que va implícito en su misma constitución. (Tal vez sea de interés más investigación sobre el concepto). La igualdad entre todos los hombres y la participación del pueblo en la organización y ejercicio del poder o sea la democracia funcional y activa son los postulados básicos del liberalismo político que tuvo su mejor exponente en la Revolución francesa de 1892. Napoleón frenó al liberalismo con su cesarismo inteligente pero contribuyó enormemente a la difusión de sus principios. Entre sus muchos exponentes se han destacado los grandes escritores Constant Roger-Collard Guizot y Tocqueville.

Otros aspectos de Liberalismo de la época

El liberalismo político y filosófico francés tuvo sus derivaciones en el campo de la economía y en Inglaterra particularmente halló expresión en las doctrinas enunciadas por Adam Smith (1723-1790, importante filósofo social y economista) y los llamados clásicos que propugnaron el libre juego de las fuerzas económicas sin intromisiones absolutistas. y extrañas. La vinculación de los programas políticos en las ideas económicas se ha manifestado desde Bentham a Cobden quien dio al liberalismo un barniz de acentuado racionalismo. El liberalismo francés y el inglés se completaron y fue gracias a esta doble dinámica que sus corrientes se extendieron a todos los países de Europa y América como lo concibiera el gran idealista Thomas Paine el insigne autor de The Rights of Man.Entre las Líneas En el liberalismo se fundó la Declaración de Independencia de los Estados Unidos en 1776 y en él se han fundado los principios que inspiran las constituciones de todas las Repúblicas americanas.

Más sobre Liberalismo en el Diccionario

Liberalismo en economía ha sido sinónimo de libre concurrencia y ausencia de restricciones y regulaciones por parte del Estado.Entre las Líneas En otro sentido se entiende por liberalismo generosidad en los tratos y prodigalidad en la distribución de bienes sin esperar compensación o recompensa.

Liberalismo

Liberalismo, doctrinario económico, político y hasta filosófico que aboga como premisa principal por el desarrollo de la libertad personal individual y, a partir de ésta, por el progreso de la sociedad. Hoy en día se considera que el objetivo político del liberalismo es la extensión de la democracia, pero en el pasado muchos liberales consideraban este sistema de gobierno como algo poco saludable, por alentar la participación de las masas en la vida política. A pesar de ello, el liberalismo acabó por confundirse con los movimientos que pretendían transformar el orden social existente mediante la profundización de la democracia.[rtbs name=”democracia”] Debe distinguirse pues entre el liberalismo que propugna el cambio social de forma gradual y flexible, y el radicalismo, que considera el cambio social como algo fundamental que debe realizarse a través de distintos principios de autoridad.

El desarrollo del liberalismo en un país concreto, desde una perspectiva general, se halla condicionado por el tipo de gobierno con que cuente ese país. Por ejemplo, en los países en que los estamentos políticos y religiosos están disociados, el liberalismo implica, en síntesis, cambios políticos y económicos.Entre las Líneas En los países confesionales o en los que la Iglesia goza de gran influencia sobre el Estado, el liberalismo ha estado históricamente unido al anticlericalismo.Entre las Líneas En política interior, los liberales se oponen a las restricciones que impiden a los individuos ascender socialmente, a las limitaciones a la libertad de expresión (véase; y también libertad de creación de medios de comunicación, libertad de comunicación, libertad de información, libertad de cátedra y la Convención sobre el Derecho Internacional de Rectificación, adoptada en Nueva York el 31 de marzo de 1953) o de opinión que establece la censura y a la autoridad del Estado ejercida con arbitrariedad e impunidad sobre el individuo.Entre las Líneas En política internacional los liberales se oponen al predominio de intereses militares en los asuntos exteriores, así como a la explotación colonial de los pueblos indígenas, por lo que han intentado implantar una política cosmopolita de cooperación internacional.Entre las Líneas En cuanto a la economía, los liberales han luchado contra los monopolios y las políticas de Estado que han intentado someter la economía a su control. Respecto a la religión, el liberalismo se ha opuesto tradicionalmente a la interferencia de la Iglesia en los asuntos públicos y a los intentos de grupos religiosos para influir sobre la opinión pública.

A veces se hace una distinción entre el llamado liberalismo negativo y el liberalismo positivo. Entre los siglos XVII y XIX, los liberales lucharon en primera línea contra la opresión, la injusticia y los abusos de poder, al tiempo que defendían la necesidad de que las personas ejercieran su libertad de forma práctica, concreta y material. Hacia mediados del siglo XIX, muchos liberales desarrollaron un programa más pragmático que abogaba por una actividad constructiva del Estado en el campo social, manteniendo la defensa de los intereses individuales. Los seguidores actuales del liberalismo más antiguo rechazan este cambio de actitud y acusan al liberalismo pragmático de autoritarismo camuflado.

Informaciones

Los defensores de este tipo de liberalismo argumentan que la Iglesia y el Estado no son los únicos obstáculos en el camino hacia la libertad, y que la pobreza también puede limitar las opciones en la vida de una persona, por lo que aquélla debe ser controlada por la autoridad real.

Filosofía de la Historia

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Configuración Político-Social

Concepto

Los tratadistas de sociología y política suelen entender por I. la actitud que preconiza la libertad política y su extensión a todos los miembros de la sociedad; es decir, la participación de todos en el gobierno, tanto en el proceso legislativo como en el control de los actos del ejecutivo (v. Poder II, 2; Libertad V). El término I. deriva seguramente de la palabra española liberal, que comenzó a circular en las Cortes constituyentes de Cádiz de 1812, propagándose por toda Europa a partir de la revolución de 1820, primer golpe contra el sistema de restauración de la sociedad europea establecido por el tratado de Viena (v. ESPAÑA VII).

Aviso

No obstante, según F. A. von Hayek, el uso deriva de la obra de A. Smith (véase esta voz en la plataforma digital) La riqueza de las naciones. Desde el punto de vista de la práctica política se vincula al partido inglés whig (véase esta voz en la plataforma digital), movimiento que dejó de llamarse así (también en Estados Unidos) para adoptar el calificativo liberal, empleado en Europa.

Más Detalles

La filosofía política whig consistía en un coherente conjunto de ideas opuestas a la opresión y a la arbitrariedad política, fundada en la convicción moral de los revolucionarios ingleses de que todo hombre es capaz de ordenar su propia vida y tiene el derecho a hacerlo, incluyendo la vida política y social, conforme a su voluntad individual.

Aviso

No obstante, dada la falibilidad humana, se admite la existencia del Gobierno, como depositario del mínimo aparato de coerción indispensable para facilitar la consecución de aquellos fines. El Gobierno no solo debe ser limitado conceptualmente, sino que, de hecho, ha de estar continuamente sujeto a control. Como método político, los whigs proponían la libre discusión sin coacción, la cual solo se justifica, precisamente, para oponerse a quienes preconicen métodos coactivos. Tanto la coacción como la libre discusión han de hacerse siguiendo las pautas legales, es decir, bajo el imperio de la ley (véase esta voz en la plataforma digital) a la cual todos se someten, si bien las leyes establecidas pueden ser objeto de discusión crítica, debiendo ser modificadas solo cuando existe acuerdo. Justamente la perfección del Derecho (véase esta voz en la plataforma digital) deberá constituir el principal objetivo de la discusión política. Sólo la ley misma puede ser fuente de coacción, y todo lo no expresamente prohibido por la ley que da al albedrío individual.

Más Detalles

La idea rectora del I. político es, pues, la libertad como principio, distinguiéndose del conservadurismo (véase esta voz en la plataforma digital) porque éste carece, en el fondo, de finalidad que oriente su acción, mientras la acción política liberal se orienta en el sentido de buscar todo lo que amplíe la libertad, mediante la reforma del Derecho y de acuerdo con el criterio del imperio de la ley.Si, Pero: Pero el liberalismo, como todos los fenómenos políticos, solo resulta inteligible en el plano histórico.

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Teoría

Dos concepciones, en efecto, del Iiberalismo político resultan fácilmente discernibles. La que Hayek (véase esta voz en la plataforma digital) llama «galicana» o francesa, y la anglosajona, conforme a sus respectivas características históricas. Es este autor quien se ha ocupado más quizá, en los últimos años, de estudiar a fondo el I. y su significación actual (v. Los fundamentos de la libertad, Valencia 1961 y Camino de servidumbre, 2 ed. Madrid 1956). Para Hayek, la tradición inglesa está vinculada a los filósofos morales escoceses, especialmente D. Hume (véase esta voz en la plataforma digital), A. Smith (véase esta voz en la plataforma digital), A. Ferguson, junto a I. Tucker, E (consulte más sobre estos temas en la presente plataforma online de ciencias sociales y humanidades). Burke (véase esta voz en la plataforma digital), W. Paley, y se enraíza en la tradicional jurisprudencia británica del common lave o derecho común. La francesa la simbolizan los enciclopedistas, los fisiócratas, Rousseau (véase esta voz en la plataforma digital) y Condorcet (véase esta voz en la plataforma digital).

Aviso

No obstante, franceses como Montesquieu (véase esta voz en la plataforma digital), B. Constant (véase esta voz en la plataforma digital) y A. de Tocqueville, pertenecen a la primera línea (v. FRANCIA VII), mientras que ingleses, como Hobbes (véase esta voz en la plataforma digital), Godwin, Priestley, Price y Paine e incluso Thomas Hefferson después de su estancia en Francia, pertenecen al grupo francés (V. GRAN BRETAÑA VI). Hay casos intermedios, como el de Stuart Mill (véase esta voz en la plataforma digital).

Más Detalles

El problema del Iiberalismo político hay que separarlo del de la democracia (véase esta voz en la plataforma digital), con el cual casi siempre se involucra injustificadamente. El Iiberalismo se ocupa, ante todo, de las limitaciones del poder; dado el valor de la persona individual, aquél debe estar constituido de manera que, bastando para garantizar el nivel de seguridad imprescindible no llegue, sin embargo, a ahogar a aquélla. Su función consiste en garantizar un campo de acción libre a los individuos, el más amplio posible según las condiciones de la sociedad. Como los gobernantes, según muestra la experiencia histórica, más que desprenderse voluntariamente de un ápice de su poder, tienden con facilidad a incrementarlo, el I. exige un sistema en el cual los miembros de la comunidad puedan ir adaptando la ley a las nuevas condiciones. El concepto de «civilización» está vinculado a esta idea en ese sentido de una ampliación progresiva de la libertad personal y, por eso, el I. se vinculó históricamente a la idea de progreso (véase esta voz en la plataforma digital).

El poder, pues, en cuanto poder político (pues el poder en sí es una pasión humana), extrae su fuerza de los individuos. Dicho de otra manera, el poder pertenece a la colectividad y no a un rey, o a una familia, o a una clase, o grupo privilegiado, etc. (lo cual puede ser compatible con que tenga su origen o fundamento último en Dios, autor del individuo y de la sociedad). Incluso, un Estado que no arraigue en el pueblo, en la opinión pública, es mucho más débil y se halla expuesto a todas las contingencias; ya los griegos decían, teniendo presente su propia experiencia, que un Estado de hombres serviles es un Estado débil y que un gobierno.fuerte es un gobierno de hombres libres e instituido y consentido (obedecido) por sus iguales. Por eso el I. pone límites concretos (el Derecho) al ejercicio del poder y, por eso, separa cuidadosamente el gobierno político del gobierno de tipo administrativo. Aquél se ocupa solo de lo que verdaderamente es común, mientras que éste acaba convirtiendo en públicas las actividades más íntimas y, por lo mismo, de liberal tiene solo el nombre, pues el I. establece una cuidadosa distinción entre las virtudes públicas y las privadas, entre la esfera de lo público y la de lo privado que, en el tipo de gobierno administrativo acaban por terminar confundidas, y el Estado o lo público al final encubre meramente el juego de los intereses particulares que corroen la estructura estatal.

El gobierno político ocúpase solo de garantizar a la comunidad contra peligros exteriores y, dentro, a los individuos contra posibles amenazas a su vida y a lo que es legítimamente suyo (la propiedad), cualquiera que sea el contenido de ésta. Esas amenazas de orden interno pueden ser muy varias: desde la interrupción del mercado por intereses monopolistas, hasta el peligro de muerte o la miseria o la ignorancia que impide desarrollar la personalidad. Por eso, los dogmas o principios liberales son muy pocos, y solo sirven de criterio para orientar la acción concreta, la cual tiene como límite no producir consecuencias contrarias a la libertad. [rtbs name=”libertad”] La lógica de las consecuencias es la lógica del.

Liberalismo

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Origen y evolución

El Iiberalismo constituye una actividad típicamente europea, hasta el punto que la historia de Occidente puede considerarse como historia de la libertad. [rtbs name=”libertad”] Su cuna más remota puede ser considerada Grecia, donde por vez primera se llega a la conciencia -desarrollada especialmente en las luchas contra los persas, y en las expediciones a Oriente de Alejandro Magno (véase esta voz en la plataforma digital) -de la posibilidad de una organización política en la cual los hombres de la misma comunidad participasen libremente en el gobierno, las decisiones que afectaran al grupo social solo se convirtiesen en ley después de ser discutidas libremente entre todos, y esas leyes obligasen por igual y sin excepción a los gobernantes y a los gobernados, de manera que nadie estuviera por encima de las leyes (v. Grecia). La idea central es que la ley constituye un factor impersonal al que deben ajustarse todas y cada una de las conductas individuales, lo cual implica el principio subsidiario de igualdad ante la ley, cuya característica esencial es, por eso, la generalidad. De esta manera se obligaba al poder a racionalizarse, queriendo impedir sus abusos, en cuanto el mero ciudadano estaba seguro de que el gobernante no actuaría según su capricho. Como, además, la ley resulta de la colaboración de todos los ciudadanos, sin que puedan modificarla unilateralmente los designados para gobernar -por eso se ha dicho que la civilización occidental se fundamenta en el diálogo (Heidegger)-, el gobierno que actúa con arreglo a la ley es legítimo, pues suscita la obediencia espontánea, de modo que quienes viven bajo un gobierno así instituido pueden considerarse hombres libres.

Aspectos Adicionales

Sin embargo, la estructura social de las ciudades griegas, y la de Roma y su Imperio después, limitaba excesivamente el alcance de esta concepción (v. t. ROMA III). Allí, más que de liberalismo, se trataba de una especie de democracia (véase esta voz en la plataforma digital), puesto que, en verdad, la libertad política solo existía entre iguales. Sólo quienes, por uno u otro motivo, sostenían entre sí relaciones en pie de igualdad eran propiamente libres si, además, eran ciudadanos de pleno derecho. Pero, por debajo de ellos, la inmensa muchedumbre, incluyendo todas las mujeres, cualquiera que fuese su alcurnia, carecían de la consideración de ciudadanos, pues no poseían plenitud de derechos (consulte más sobre estos temas en la presente plataforma online de ciencias sociales y humanidades). Baste recordar cómo en la Política de Aristóteles, donde se describen tan bien estos ideales, se dice al mismo tiempo que hay hombres que son esclavos «por naturaleza» y, en verdad, los sistemas de la Antigüedad no hubieran podido funcionar sin esta inmensa masa de esclavos y de individuos en situación quizá algo mejor, pero siempre sometidos. De manera que los regímenes políticos más óptimos eran, en el fondo, auténticas oligarquías o aristocracias, según nuestro punto de vista; pero significaron un importante paso.

La aparición del cristianismo (véase esta voz en la plataforma digital) señala un momento decisivo en la historia de la libertad. [rtbs name=”libertad”] El cristianismo descubre que el hombre es un ser creado a imagen y semejanza de Dios y, por tanto, libre por naturaleza, y además que en cuanto hombres todos son iguales para Dios ante quien todos han de rendir cuentas. La nueva religión subrayaba así la dignidad y valor trascendente de la persona (véase esta voz en la plataforma digital), contribuyendo con el paso del tiempo a la suavización de las costumbres, dignificación de la mujer, mejora de las clases inferiores, etc. Ello se produjo ya en el Imperio romano, cuyo Derecho se fue mejorando, y se pone de manifiesto también con la invasión de los pueblos bárbaros (véase esta voz en la plataforma digital), que se cristianizaron poco a poco, creándose y compilándose un Derecho, con un respeto a la persona de inspiración cristiana.

En la Edad Media se van asimilando y madurando estas ideas, a veces mezcladas, en su aplicación a la política, con ciertas concepciones del paganismo grecorromano, pero otras defendidas y aplicadas con más integridad. Así el «pueblo» (véase esta voz en la plataforma digital) medieval teóricamente comprendía a todos los hombres, pero a veces no todos pertenecían a alguno de los estamentos (véase esta voz en la plataforma digital); al margen del estado llano, o tercer estado, quedaba parte de la población. (Tal vez sea de interés más investigación sobre el concepto). Dentro de la estratificación medieval, el poder del Rey o del Emperador se consideraba sagrado o de origen divino; lo cual, si, en vez de ser entendido en su sentido cristiano, se entendía al modo del Derecho romano, hacía que poco a poco el soberano quedase por encima de la ley, tendiendo al gobierno absoluto.Si, Pero: Pero en realidad casi nunca se llegaba a eso, puesto que en sentido cristiano el origen sagrado o divino del poder (del Rey o de quien sea) significa una limitación a ese poder, en cuanto quiere decir que también el poder real está sometido a la ley eterna y a las leyes divinas y reveladas (p. ej., la de la dignidad humana), no pudiendo de ninguna manera traspasarlas; una prueba de ello son los enfrentamientos del poder real con la autoridad eclesiástica, con la nobleza y a veces con el mismo estado llano, que exige del Rey juramentos y su cumplimiento. Por eso en la Edad Media no cuaja la Monarquía absoluta, que aparece más tarde en algunos sitios, sobre todo después del Renacimiento (véase esta voz en la plataforma digital) revalorizador del paganismo grecorromano. El Derecho medieval, al no permitir la Monarquía absoluta, constituye según muchos, un antecedente fundamental del I. político moderno. Se ha dicho que lo que en el mundo antiguo significó Atenas para la libertad y la democracia lo significa Inglaterra en el mundo moderno para el I, al considerar que allí triunfó un movimiento de oposición de los barones a la monarquía: Juan Sin Tierra (véase esta voz en la plataforma digital) fue obligado a otorgar la Carta Magna (19 jun. 1215; v.) respetando, aunque fuese para una minoría, libertades que se convirtieron en derechos inalienables de los ingleses; aunque hechos parecidos a éste podrían señalarse en otras latitudes durante la Edad Media (véase esta voz en la plataforma digital). (Sobre declaraciones de la libertad, J. Musulin, ed., Proklamationen der Freiheit, Francfort y Hamburgo 1965).

Aspectos Adicionales

Con el Renacimiento (véase esta voz en la plataforma digital) recibe un nuevo impulso la idea liberal, al aparecer un fuerte movimiento individualista. El individuo (véase esta voz en la plataforma digital), según modelos suministrados por la Antigüedad clásica, pero entendidos con los ojos de la modernidad, se exalta por encima de las instituciones y de los grupos y el tema de su emancipación cobra la mayor fuerza. Incluso un absolutista como Hobbes (véase esta voz en la plataforma digital) se impone como tarea justificar un régimen absoluto, pero para garantizar los derechos de los individuos (v. Absolutismo). Por lo demás, las teorías políticas de los jesuitas y Suárez (véase esta voz en la plataforma digital) en España, de los juristas y de Locke (véase esta voz en la plataforma digital), Hume (véase esta voz en la plataforma digital), etc., en Inglaterra, de Montesquieu (véase esta voz en la plataforma digital), Rousseau (véase esta voz en la plataforma digital) y otros en Francia, las de la Ilustración (movimiento intelectual del siglo XVIII, que también recibe el nombre de Siglo de las Luces; véase sus características) (véase esta voz en la plataforma digital) en Alemania, etc., favorecen al individuo y se contraponen al sistema de gobierno absoluto y al crecimiento del Estado, que, sin embargo, muchos ilustrados y humanistas favorecían.

Aspectos Adicionales

En esta disputa tienen todavía la mayor importancia las formas de gobierno, en parte por la influencia de la tradición greco-latina. Si el «pueblo» no lo constituyen, en verdad, todos los individuos, sino solo los «ciudadanos», sigue siendo decisivo que, dentro de ese número restringido, el gobierno lo ostente uno solo bajo la forma monárquica, o varios bajo la forma aristocrática u oligárquica, o todos en la forma de democracia (v. GOBIERNO III). La idea común es que el gobierno de uno solo puede convertirse más fácilmente en tiranía, por lo cual lo deseable es, en la imposibilidad de un gobierno aristocrático, como en Venecia (véase esta voz en la plataforma digital), p. ej., o democrático, como en Ginebra (véase esta voz en la plataforma digital), etc., una forma monárquica constitucional, es decir, una monarquía, no por encima de la ley, sino sometida a las leyes en las cuales se determinan asimismo los límites de las funciones excepcionales que se reconocen a la institución (V. MONARQUÍA).

Aspectos Adicionales

El constitucionalismo, presentado bajo una u otra forma, va a ser, pues, el aspecto común bajo el cual se presenta ideológicamente el I. político en el momento en que se va a convertir no solo en una fuerza moral, sino en la fuerza políticamente impulsora de acontecimientos que van a transformar el mundo (V. CONSTITUCIÓN Y CONSTITUCIONALISMO). La resistencia de las monarquías a aceptarlo llevará a la revolución y a sustituirlas, aunque sea provisionalmente, por repúblicas revolucionarias allí donde la monarquía no fue bastante fuerte para sostener los embates, o, por tanto, flexible para adaptarse. Reivindícanse entonces los derechos del hombre y del ciudadano, formulaciones abstractas de libertades que los pueblos, sometidos al régimen absoluto, echaban de menos, aunque carecían de experiencia práctica para disfrutarlos, lo cual tendrá las mayores consecuencias (V. Derechos del Hombre).

Aspectos Adicionales

De ahí el carácter racionalista, radical, revolucionario, del I. en tales países donde, además, la monarquía había establecido una inmensa distancia entre el gobierno y los gobernados y un sistema de administración que acostumbró a los súbditos a no hacer nada sin la tutela de la autoridad. El I. francés va a ser, por eso, centralista, autoritario, estatista pero, sobre todo, clasista, pues la clase burguesa que hace la revolución, considera el Estado como un objeto de conquista y quiere conservar su aparato como monopolio (V. FRANCIA V; DOCTRINARISMO). Conforme a la ideología grecorromana en que se inspiraban los revolucionarios y conforme a las mismas tradiciones absolutistas que buscaban su justificación en el sistema de Derecho romano, el pueblo va a constituirlo en exclusiva o, por lo menos con una especial preeminencia, la burguesía, que siente la importancia de su aportación a la vida nacional, considerándose por ello legitimada para establecer un régimen de libertad entre los iguales, es decir, entre los de su clase (y las clases altas tradicionales, clero y aristocracia, que se adapten). Gobierna, pues, a los grupos inferiores con un sentimiento paternalista que mejoraba, tal vez, la situación en que esos grupos se encontraban anteriormente, pero no satisfacía los ideales de libertad e igualdad y apenas los de fraternidad que la burguesía misma había difundido en contra del absolutismo.

Aspectos Adicionales

En Inglaterra y en Norteamérica sucede de otro modo.Entre las Líneas En el primero de estos -países, la revolución puritana de 1668 frena las pretensiones de la monarquía y recuerda el pacto de los barones feudales con el rey. La segunda revolución (1688-89), que concluye con la instalación de los Orange en Inglaterra, resuelve definitivamente la cuestión (v. Gran Bretaña IV). Los revolucionarios ingleses no pretenden establecer derechos nuevos, fundados en libertades todavía inexistentes en la práctica, sino conservar las libertades y derechos de origen medieval. [rtbs name=”historia-medieval”] Son, por tanto, conservadores que dan por supuesta la extensión a todos de las libertades, sin más limitaciones que las establecidas por las leyes,- las cuales son modificables. He ahí la razón por la cual tanto la revolución económica como la revolución tecnológica que la acompaña tienen lugar en la isla antes que en cualquier otra parte, pues los obstáculos que encuentra el cambio social son mucho más relativos y, en todo caso, no se justifican como pertenecientes a la naturaleza de las cosas. Al mercado, por lo pronto, pueden acceder todos libremente y en modo alguno se considera deshonroso que los miembros de la nobleza se dediquen o participen en actividades lucrativas. La burguesía que se constituye no tiene por qué reivindicar derechos abstractos; basta, en todo caso, a las nuevas clases, pedir la extensión y el perfeccionamiento tal vez, de los existentes; las clases trabajadoras -pues solo relativamente se puede hablar de proletariado (la clase obrera industrial; el término pasó a ser de uso general después de que se popularizara en los escritos de Karl Marx) en el sentido estricto- aliadas a los whigs, consiguen durante el s. xix, apenas sin graves alteraciones, una serie de derechos que desembocan en un sistema político democrático, más auténtico en cuanto que se basa en una conquista paulatina (no concesión) de libertades garantizadas como derechos, que se tiene el hábito de ejercer.

Aspectos Adicionales

El Iiberalismo inglés, por una coincidencia de circunstancias afortunadas, va desplegando sus suspuestos de acuerdo con la práctica, de la cual recibía continuamente, además, nuevas inspiraciones.Entre las Líneas En lugar de revolución, reforma y evolución con un criterio empírico y como un valor convenido; la oposición provenía de grupos muy concretamente afectados según los casos, como los terratenientes; pero las reformas eran propugnadas casi siempre por intelectuales y elementos de las mismas clases dirigentes, aun cuando otras veces era la presión de las clases inferiores la que las imponía como medio de solucionar situaciones conflictivas, pero que tales sentían como injustas.

Aspectos Adicionales

En lo que hoy son los EE. UU. de América del Norte, se fundó una sociedad ex novo, cuyo principio era el de la libertad; era éste, precisamente el que, para poder llevarlo a la práctica, movía a muchos disidentes europeos -principalmente anglosajones- a emigrar; de ahí que sus instituciones sean liberales desde el primer momento; por ello, en el país, el I. constituye, por decirlo así, su fundamento, y todo lo demás viene a ser como una modulación de ese principio. (En la terminología norteamericana, sin embargo, se llama liberales a los partidarios de las reformas, en contraposición a los conservadores, aunque no hay partido liberal alguno; al revés que en Europa, donde el término liberal ha venido a ser sinónimo de conservador). La diferencia entre las dos líneas fundamentales del liberalismo y el régimen democrático que surge respectivamente en los EE. UU. y en Inglaterra, aunque proceden del mismo principio, puede verse en las obras de Tocqueville.

Liberalismo

Describe la enciclopedia Rialp, sobre liberalismo lo siguiente:El liberalismo de tipo francés cree, por el contrario, que la acción eficaz siempre será la tutelada por el Estado, en parte porque se supone más racional, por la mayor división del conjunto que ingenuamente se le supone. El Gobierno no solo ha de ser político, sino administrativo, ocupándose de todo lo concerniente a sus súbditos, de los cuales es el mentor idóneo. Se trata de una herencia histórica del Antiguo Régimen que desemboca en el paternalismo estatal y cuyo desarrollo lógico (y psicológico) es el socialismo (véase esta voz en la plataforma digital) en sus variedades no utópicas, con la confusión de lo privado y lo público: las virtudes privadas se miden por el rasero de las públicas, pero la vida pública, si el Estado se hace omnipresente, inevitablemente se convierte en el lugar de conflicto de intereses privados. La retórica sustituye entonces a la realidad, pues, en verdad, según vieron muchos críticos, como Tocqueville y Marx, el Estado liberal de tipo francés, por debajo de su aparente neutralidad política, enmascara un Estado de clase para el cual la neutralidad es como una máscara ideológica. La consecuencia son las luchas de clases que incrementan cada vez más el ámbito de acción del Estado en la misma medida en que disminuyen el de la esfera autónoma de los individuos. Los problemas políticos no son ya los que conciernen a limitar el poder y al modo de hacerlo, sino los propios de la disputa sobre quien debe mandar; lo cual desvía los problemas del I. a los de la democracia, bien comprendido que la democracia liberal entendida desde el liberalismo, o sea, según el criterio definitivo de la libertad como principio determinante de los actos políticos, es consecuencia legítima del Iiberalismo.

Aspectos Adicionales

Es así como, p. ej., en los países de tradición anglosajona, la cuestión de la forma política resulta secundaria. Inglaterra conserva la monarquía mientras casi todos los demás países son repúblicas.Si, Pero: Pero en los del otro tipo, la cuestión de forma es esencial. Es verdad que la conclusión lógica del liberalismo, en cuanto desemboca en la democracia, sería la forma republicana, pero ésta no resulta imprescindible (se ha dicho que Inglaterra es una república coronada); pero en los países donde el gobierno administrativo tiene un lugar preponderante, se hace sentir una como necesidad psicológica de la forma republicana, y se propende a juzgar la democracia por la forma del régimen. Consideraremos aquí que el I. político en sentido propio es el de tipo anglosajón, siendo el otro la consecuencia de la mezcla de condicionamientos históricos con las ideas liberales.

Aspectos Adicionales

Para el Iiberalismo político en sentido propio, el orden político es un producto de la inteligencia ordenadora en una medida mucho menor de lo que habitualmente se supone. Concede un papel a la razón política, pero en modo alguno la absolutiza. Vinculada a la historia, reconoce el peso de lo colectivo, que es producto del pasado, y sostiene que, tanto la profundización de la libertad como su extensión, resulta siempre del proceso histórico, oponiéndose así al utopismo (v. UTOPÍA). La liberación humana, de todos los individuos, es su fin, pero sostiene que, como el problema de la felicidad constituye un asunto que solo cada individuo puede resolver, la auténtica actitud liberal es la tolerancia acompañada de la crítica de las instituciones que, en cada momento, según la sensibilidad histórica, se oponen a la emancipación del individuo de las presiones de lo colectivo.

Aspectos Adicionales

He ahí su radical discrepancia doctrinal del Iiberalismo galicano, porque éste, debido a su carácter racionalista, llega a justificar gobiernos tiránicos con tal de que tengan por finalidad la «felicidad» de sus súbditos.

Pormenores

Por el contrario, el objetivo del verdadero Iiberalismo es recortar atendiendo a las circunstancias, la medida de las atribuciones del poder, lo cual equivale a ampliar el radio de acción del individuo, liberándole, en la misma medida, de las presiones colectivas. Trata de evitar que los que detentan el poder pueden explotar a los demás; el Iiberalismo busca evitar que la libertad política y la condición de «ciudadano» se puedan perder, cosa bien posible, p. ej., en la sociedad actual, donde los Gobiernos pueden disponer de amplios medios para hacer internalizar a sus conciudadanos sus consignas, de modo que, creyéndose libres, sin embargo, estén sometidos a su tutela.

Para el I. político anglosajón, la libertad es indivisible: no puede existir libertad económica sin libertad política, ni ésta sin la religiosa, etc. Coartar la libertad en una esfera supone que, paulatinamente se coartará en las demás: a veces se coartan las libertades económicas con el propósito de mejorar la condición material de los hombres, pero la consecuencia son regímenes despóticos más o menos encubiertos. No cree el I. en el régimen o sistema político perfecto (de ahí el «escepticismo» liberal del que le acusan los totalitarios), precisamente porque, según el Iiberalismo, los regímenes son lo que los hombres quieren que sean; y, por tanto, desde el punto de vista de la dignidad humana, se postula el orden liberal, no como el mejor,sino por ser el menos malo, ya que siempre deja abierta la puerta para el cambio posible con la menor violencia y perturbación. (Tal vez sea de interés más investigación sobre el concepto). El Iiberalismo es opuesto a todo totalitarismo (véase esta voz en la plataforma digital); no cree el I. en la absoluta corrupción de la naturaleza humana como los totalitarios de derechas, pero tampoco como los totalitarios de la izquierda en su absoluta bondad diciendo que son las instituciones las que pervierten al hombre (¿quién crea las instituciones sino los mismos hombres?).

Aspectos Adicionales

De acuerdo con la tradición cristiana, para el I. el hombre, aun siendo bueno por su origen, sin embargo, se puede engañar, es falible y, por tanto, el régimen mejor es el que permite corregir sus errores; por ello es preciso, según el liberalismo, que las decisiones se adopten mediante la libre discusión. (Tal vez sea de interés más investigación sobre el concepto). Niega, por tanto, la necesidad absoluta de la autoridad y del poder para evitar que las naciones se corrompan -lo cual supone que solo unos pocos privilegiados están a salvo de error-, lo mismo que niega el automatismo que conduce a la perfección una vez que se han eliminado los obstáculos materiales y las instituciones que parecen impedirlo. Para el liberal, los problemas políticos son insolubles, al revés de lo que pretende el I. racionalista, pues la política auténtica solo tiene lugar entre hombres libres pero, justamente, no cabe que los hombres libres se sometan a las decisiones de otros, sino que acepten un compromiso a cuyas normas sí se someten todos por igual en cuanto son impersonales. De ahí la necesidad de la autoridad y del poder, y el hecho de que el Gobierno esté tan vinculado como los gobernados por las leyes, y que éstos pueden revocarle sus poderes si corrompe aquéllas con su actuación o no es capaz de salvaguardarlas.

Aspectos Adicionales

Como medida de precaución, el Gobierno debe ser renovado periódicamente y los cargos hereditarios que pudieran existir tienen unas funciones puramente formales; continuamente, además, mediante una representación auténtica de los gobernados, a través del Parlamento, controla diariamente su actuación. (Tal vez sea de interés más investigación sobre el concepto).Entre las Líneas En la Ley Fundamental o Constitución, se prevé también como precaución, que los poderes fundamentales (el legislativo, el ejecutivo y el judicial) estén separados, distinguiéndose claramente entre sí y vigilándose mutuamente, si bien esto actualmente no es esencial, pues caben muchas matizaciones; y, sobre todo, el mejor medio de frenar los posibles abusos e impedir poder totalitario es el pluralismo: al lado del Gobierno deben existir órganos independientes y libres, dentro de su esfera, para la realización de sus fines propios, como los municipios, las asociaciones de diverso tipo, corporaciones, sindicatos y grupos sociales, diversos incluso las Iglesias. La existencia de esos cuerpos distribuye el poder impidiendo su concentración y constituye, por ello, la condición de un pueblo libre. El control esencial del Gobierno, en cualquier nivel, es el financiero; la libre disposición de los recursos permite al Gobierno ensanchar sus poderes y, por eso, para el I. la misión principal del Parlamento debe ser el control del gasto y de los ingresos públicos. Otros aspectos obvios del I. son la libertad de pensamiento y de expresión, así como la libertad religiosa (véase esta voz en la plataforma digital), la garantía de los derechos del hombre (véase esta voz en la plataforma digital), etc., aunque el problema esté en sus límites y regulación.

Aspectos Adicionales

Debe insistirse en que el liberalismo, en cierta manera, es un juridicismo; la Ley constituye como la regla de oro de la comunidad, si bien en función de la libertad como su fundamento ético, es esencial que las leyes puedan ser modificadas e incluso revocadas. De esa manera, el I. admite el cambio regulado por la misma sociedad. La decadencia del Derecho es paralela a la del Iiberalismo.

Partidos liberales

Los partidos políticos (véase esta voz en la plataforma digital) son, para el I., institución esencial de la vida política, de modo parecido a como las clases constituyen las unidades sociales y las generaciones las unidades históricas. Por eso, la negación de los partidos políticos, según el I. más puro, equivale a negar la realidad política, la cual es plural como corresponde a una comunidad de hombres libres. Sería como negar la existencia de generaciones en la historia o la de clases en la sociedad; y a pesar de su negación, seguiría existiendo, en forma espúrea como grupos de presión (v. GRUPO II); etc. De ahí que el mismo I. se desarrolló vinculado a los partidos políticos y que los partidos políticos modernos se desarrollaran con él.Entre las Líneas En este sentido, son liberales todos los partidos, siempre que al menos mínimamente correspondan a sus postulados. De ahí la justificación liberal de la prohibición de todos aquellos partidos entre cuyos fines figure la supresión de todos los demás.

En cuanto a la historia de los partidos liberales, en este sentido amplio, abarca la historia general de los partidos políticos (véase esta voz en la plataforma digital).Entre las Líneas En un sentido muy restringido cabría decir que solo la de aquellos cuyos fines son los propios del liberalismo Sin embargo, como éste tiene matizaciones según las condiciones de cada país, habría que hacer la historia por países, generalizando solo con mucho cuidado. El criterio más seguro a primera vista sería considerar liberales los que se denominan así, pero esto resulta muchas veces inexacto. Los partidos liberales históricos se convirtieron en bastantes países, con el tiempo, en baluartes del conservadurismo o de ciertas tiranías y, por otra parte, muchos auténticamente liberales tienen o han tenido otra denominación. (Tal vez sea de interés más investigación sobre el concepto).

Informaciones

Los dos grandes partidos actuales en los EE. UU. y prácticamente casi todos los pequeños, son liberales, pero ninguno se denomina de este modo.Entre las Líneas En Inglaterra, tanto el laborista como el conservador tienen una base liberal, mientras que el liberal ha pasado a ser un tercer partido minoritario y, en cierto sentido no lo es más que aquéllos. Los partidos democráticos cristianos también se pueden considerar liberales, pero otros como el partido liberal alemán son en ciertos aspectos más conservadores que el cristiano demócrata. Algunos partidos que se califican socialistas, pero que no admiten ni las teorías marxistas ni la pretensión de ser el partido único, pueden ser también liberales.Entre las Líneas En Hispanoamérica, el partido liberal es casi sinónimo de conservador, si no de reaccionario (V. también: DEMOCRISTIANOS, PARTIDOS; DERECHAS E IZQUIERDAS).

Aspectos Adicionales

El partido liberal más antiguo es el whig (véase esta voz en la plataforma digital), y, junto a él, los primeros partidos estadounidenses.

Aviso

No obstante, la proliferación del I. después de la Revolución francesa tuvo como paradójicos impulsores los ejércitos napoleónicos -es decir, los ejércitos de un déspota-; sembraron ideas que dieron lugar, cuando no era posible la constitución del partido, a la formación de sociedades secretas (véase esta voz en la plataforma digital).Entre las Líneas En Europa su denominador común era más o menos los siguientes puntos: oposición al Antiguo Régimen, fundamentalmente a las monarquías absolutas y a la alianza entre la Iglesia y el Estado (o sea, constitucionalismo: monarquía constitucional o régimen republicano y separación de la Iglesia y el Estado); gobierno de la clase burguesa (y libertad económica); racionalización del poder (legislación escrita y compilada y clara delimitación de funciones y competencia en el seno del gobierno); dicho de otra manera, Estado de Derecho, incluyendo los derechos del hombre; parlamentarismo (predominio del legislativo sobre el ejecutivo); educación universal (centralización de la educación; educación laica); progresismo y humanitarismo (derecho del gobierno en nombre del pueblo -teoría de la soberanía popular- a intervenir en todo lo que se oponga al mismo); nacionalismo (véase esta voz en la plataforma digital): la nación es la personificación del pueblo soberano de cara a la sociedad internacional (aunque, en principio, los partidos liberales son pacifistas); universalismo (la creencia de que es posible descubrir ciertos valores y principios que son aplicables a todas las personas y a todas las sociedades, independientemente de las diferencias históricas, culturales y otras) (fraternidad de todos los pueblos); reformismo: prefieren la reforma a la revolución aunque son con frecuencia inconsecuentes cuando se trata de combatir el Antiguo Régimen. Todo ello impregnado de una especie de sentido moralizante expresado en el estilo romántico.

Aspectos Adicionales

Cuando se llevó a cabo el cambio de régimen acabaron convirtiéndose casi generalmente en conservadores. Donde, como España, dadas las condiciones del país (lo mismo en Hispanoamérica) y el peso de las instituciones y de la mentalidad de Antiguo Régimen, tuvieron que mantenerse prácticamente a la defensiva, estuvieron más bien en una línea teórica (v. ESPAÑA VII); pero la ausencia de una clase media suficientemente independiente y fuerte, dio lugar no solo a numerosas inconsecuencias, sino a una especie de fraude con cierta frecuencia. Un caso curioso e importante fue el de los doctrinarios liberales (v. DOCTRINARISMO), de especial resonancia en Francia y en España, que adoptaron una postura media, aplazando en parte la puesta en práctica de los tópicos liberales, hasta que se hubieran creado unas condiciones más favorables (L. Díez del Corral, El liberalismo doctrinario, 2 ed. Madrid 1956).

Detalles

Los antecedentes de los partidos liberales españoles se remontan al doceañismo de Cádiz.Si, Pero: Pero hasta la Unión liberal -integrada por progresistas moderados (véase esta voz en la plataforma digital)- de O’Donnell (véase esta voz en la plataforma digital) que desempeñó un papel fundamental entre 1856 y 1863, y precedió a los liberales de Sagasta (véase esta voz en la plataforma digital), en realidad no existió partido de ese nombre.

Puntualización

Sin embargo, de hecho, fueron los progresistas el primer movimiento liberal que empezó a tomar cuerpo hacia 1834 igual que los moderados que se inspiraban en Jovellanos (véase esta voz en la plataforma digital) y venían a ser una especie de grupo oligárquico. Los primeros eran más radicales, tanto por su individualismo económico, como por su anticlericalismo y, en verdad, corresponden más bien a lo que luego se llamó partido radical. Grosso modo, el I. español del XIX se define por su oposición al carlismo (véase esta voz en la plataforma digital), encajando entonces dentro de él casi todos los demás grupos. Precisamente durante todo el siglo persistió el ideal de la fusión de todos los liberales, cuyo resultado limitado fue la citada Unión Liberal.

Aspectos Adicionales

En Hispanoamérica se repite la contienda entre tradicionalistas y liberales. Allí las corrientes liberales se desarrollaron rápidamente, influidas por los franceses en general, por Pufendorf, Locke, Montesquieu, Bentham, Rousseau, y por el ejemplo de las revoluciones norteamericana y francesa y la repercusión de las Cortes de Cádiz (véase esta voz en la plataforma digital) -centro difusor del liberalismo por todo el mundo euroamericanoy del Trienio Liberal de 1820-23. Alcanzaron los partidos liberales un mayor arraigo que en la Península, al vincularse a la lucha por la independencia, precisamente contra España, donde imperaba el Antiguo Régimen. Hay numerosos partidos actualmente que se denominan liberales, si bien no siempre son los más importantes, salvo en Colombia (véase esta voz en la plataforma digital). Ver: Libertad; Autoridad; Gobierno; etc.

Nota: sobre el Liberalismo Político, vésse aquí.

Liberalismo

Definición de Liberalismo en Economía Política

[rtbs name=”economia-politica”]Literalmente, francés para “dejar hacer”. El liberal clásico (y libertario moderno) doctrina de que los asuntos económicos de la sociedad están mejor guiados por las decisiones libres y autónomas de los individuos en el mercado, con exclusión cerca de la interferencia del gobierno en materia económica. Es decir, la doctrina de que el gobierno casi siempre se debe dejar a la gente sola y dejar que ellos hagan lo que quieran, siempre y cuando se respeten los derechos personales y de propiedad de otros.

Revisor: Lawrence

Definición de Liberalismo en Economía Política

[rtbs name=”economia-politica”]Un punto de vista del siglo 19 o ideología política asociada con un fuerte apoyo para una interpretación amplia de las libertades civiles por la libertad de expresión (véase; y también libertad de creación de medios de comunicación, libertad de comunicación, libertad de información, libertad de cátedra y la Convención sobre el Derecho Internacional de Rectificación, adoptada en Nueva York el 31 de marzo de 1953) y la tolerancia religiosa, de amplia participación popular en el proceso político, y la derogación de las restricciones legales proteccionistas inhibir el funcionamiento de un capitalista de libre economía de mercado.Entre las Líneas En el siglo 20 los Estados Unidos, el término ha llegado a describir una ideología con puntos de vista similares a las libertades civiles y las cuestiones de la libertad personal, pero ahora el apoyo a un papel mucho más importante para el gobierno en la regulación y la manipulación de la economía privada y el apoyo público a la desventaja económica y social, aunque todavía muy por debajo de detener por completo el socialismo. [rtbs name=”socialismo”] [rtbs name=”revolucion-social”] En Europa, el liberalismo término todavía se utiliza en su sentido más del siglo 19,

Revisor: Lawrence

Definición de Liberalismo en Ciencias Sociales

[rtbs name=”home-ciencias-sociales”]Una ideología que defiende la propiedad privada, los derechos individuales, la igualdad jurídica, la libertad de elección y el gobierno democrático. El liberalismo sugiere que la esencia de la libertad es estar libre de restricciones. El liberalismo es una ideología que apoya el capitalismo y defiende el principio de los mercados libres, dejados en gran parte sin dirección por los gobiernos. Si bien el liberalismo defiende el libre mercado, también da gran valor a la igualdad de oportunidades y se opone firmemente a los procesos de adscripción en la sociedad, ya que restringen la elección individual y niegan la igualdad de acceso a la satisfacción. (Tal vez sea de interés más investigación sobre el concepto).Entre las Líneas En el siglo XX, una visión más activa del papel del Estado en la creación de una mejor igualdad de oportunidades en la sociedad se hizo importante dentro del liberalismo. (Esta tendencia del liberalismo fue también una reacción al desarrollo de los sindicatos y de los movimientos socialistas y populistas). Hubo una expansión masiva de la educación estatal, programas sociales, etc. desde finales del siglo XIX hasta los años 60 y 70.Entre las Líneas En las décadas de 1980 y 1990 ha vuelto a destacar una visión más clásica del liberalismo, que aboga por un papel mucho menor del Estado y una mayor confianza en el funcionamiento del libre mercado. Con este argumento, los liberales clásicos afirman que la intervención en el mercado rara vez, si es que alguna vez, promueve la elección, pero frustra los ajustes del mercado que, en última instancia, mejoran la eficiencia, la riqueza de la sociedad y la capacidad de los individuos para elegir. Véase también: LIBERALISMO CLÁSICO, NEOLIBERALISMO. (En general, aplicable a Canadá)

Revisor: Lawrence

Liberalismo

Liberalismo en el Ámbito Económico-Empresarial

En el Contexto de: Liberalización, Libertad, Libertad Económica

Véase una definición de liberalismo en el diccionario y también más información relativa a liberalismo. [rtbs name=”libertad-economica”]

Visualización Jerárquica de Liberalismo

Vida Política > Marco político > Ideología política
Vida Política > Marco político > Filosofía política > Democracia
Economía > Política económica > Política económica > Liberalismo económico
Vida Política > Partido político > Partidos políticos > Partido liberal

Liberalismo

A continuación se examinará el significado.

¿Cómo se define? Concepto de Liberalismo

Véase la definición de Liberalismo en el diccionario.

Características de Liberalismo

[rtbs name=”vida-politica”]

También de interés para Liberalismo:
▷ Liberalismo, Empresa y Economía
Los recursos de economía y gestión empresarial (incluyendo Liberalismo) proporcionan una visión general de toda una área temática o subdisciplina. Sus textos examinan el estado de la disciplina incluyendo las áreas emergentes y de vanguardia:

  • Información financiera (incluyendo el valor razonable)
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  • Comportamiento del consumidor en hostelería y turismo
  • Marketing del Fútbol
  • Gestión de la producción y las operaciones
  • Consumo (perspectiva empresarial)
  • Gestión ajustada

Liberalismo en Relación a Política

En este contexto, a efectos históricos puede ser de interés lo siguiente: [1]

Introducción: Caracteres generales

Pocas expresiones quizá hay tan imprecisas e indeterminadas en su contenido como la de I.Entre las Líneas En Inglaterra adquiere un claro significado político oponiéndose a conservador; en Alemania su sentido es más bien cultural y religioso; y en los diversos países latinos viene a identificarse con antitradicional, anticatólico y laicista. Todos estos sentidos, más que fijarse en la raíz última y más profunda de lo que es el l., sólo indican cómo ha sido interpretado en los diversos países y momentos; y esto mismo ocurre, en cierto modo, cuando se habla de I. político, económico, filosófico o religioso. Todos estos aspectos pueden considerarse como aplicaciones prácticas de unos cuantos postulados fundamentales con los que se intentará caracterizar al I. doctrinario, aparecido y difundido sobre todo en el siglo XIX.
Aparte está otro sentido en el que suele usarse, a veces, el término l.: como actitud temperamental derivada del respeto a la libertad de los demás; como tal actitud, el término puede reducirse a alguna de las virtudes cristianas, como la caridad (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general), la responsabilidad (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general), la gratitud (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general), la liberalidad (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) y otras, que incluyen el respeto y amor a la libertad (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) sin lesionar la justicia (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) ni sus virtudes anexas.Si, Pero: Pero no es éste el sentido que tratamos aquí; el término I. es usado, por los tratadistas de diversos campos, en el sentido de un conjunto de doctrinas filosóficas, sociales, económicas, políticas y hasta religiosas, que adquieren su máximo desarrollo e influjo en el siglo XIX, en gran parte extensivo al XX.
No es fácil une sistematización unívoca del I. doctrinario, aplicable por igual a la política, la cultura, la economía, etc., ya que según los países y momentos adquiere distintos matices y caracterizaciones.Si, Pero: Pero de un modo sumario y general se puede decir que el I. decimonónico es una de las aplicaciones prácticas de las ideas de la llamada Ilustración (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general). La Ilustración no es ciertamente un movimiento ideológico universal; es una ideología que se concentra, en el siglo XVIII, en un grupo más o menos amplio, pero siempre reducido, de eruditos, y que favoreció más, quizá inconscientemente, los absolutismos. A finales de dicho siglo, sus ideas pasarán a influir en el ambiente público bajo dos formas: la Revolución francesa (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) que las aplicará a través de la coacción y la fuerza, y el I. que intentará realizarlas en diversos campos, de una forma meditada, reflexiva, como un movimiento fundamentalmente cultural.
Los postulados fundamentales de este l., considerado en su forma más radical, podrían resumirse de la manera siguiente: a) Supervaloración de la libertad individual. La libertad (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general), entendida como absoluta independencia de poderes extraños, es considerada la propiedad más importante y radical del hombre; cada hombre es dueño y autor absoluto de su propio ser, no reconociendo límites o derechos de interferencia en sus pretensiones. No se llegan a reconocer ni siquiera los derechos de Dios, al que apenas se le considera en el trasfondo de un vago deísmo (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general). b) Autonomía absoluta de la razón. La razón (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) posee libertad absoluta en sus investigaciones de tal manera que ningún campo o esfera queda excluida de su poder; todo conocimiento que no sea estrictamente racional, que no se haya obtenido a través de un proceso demostrativo, carece absolutamente de valor (véase en esta plataforma: RACIONALISMO). Llevado esto a sus últimas consecuencias, no es muy de extrañar que en el siglo Xix apareciesen desde el absoluto idealismo (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) de Hegel hasta el craso materialismo (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) de Marx, lejos ya ambos de los principios liberales, pero igualmente racionalistas. c) Soberanía absoluta de la Naturaleza. Todo en este mundo está sometido a las mismas leyes mecánicas de la «Naturaleza»; entre los diversos seres no existen diferencias esenciales, todo se encuentra situado al mismo nivel, todo es unívoco y horizontal. Nada escapa al orden natural: ni la Religión, libre de todo misterio, revelación u orden sobrenatural; ni la Moral, independiente de toda ley eterna o divina; ni el Derecho cuya única fuente serán los pactos interhumanos (véase en esta plataforma: NATURALISMO). «La Naturaleza» viene a ser un absoluto impersonal, que sustituye al Dios personal, Padre de los hombres, de la Revelación. Ya de un examen detenido de estos postulados, que pueden considerarse esenciales del I. radical, se echan fácilmente de ver las contradicciones de unos con otros.
A partir de estos postulados se deducen toda una serie de consecuencias que pueden definir el I. en su sentido más general; aunque no todos los que se autocalifican de liberales admitirán esos postulados y estas consecuencias en la misma forma. a) El Estado (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) liberal será un Estado llano, sin jerarquías ni privilegios: un mero representante del pueblo en orden a ejecutar las leyes que éste, ya sea directamente o a través de sus representantes, haya establecido y determinado. b) La moral (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) liberal no sólo es ajena a toda norma sobrenatural o trascendente sino que es absolutamente individual y subjetiva, de tal manera que se diferencia radicalmente de los diversos deberes sociales. c) Como la única y auténtica autoridad (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) es la que cada persona posee sobre sí misma, para poder vivir en perfecta convivencia social es preciso situarse en un terreno neutro donde no puedan existir querellas u oposiciones: el principio de la tolerancia pasará a ser uno de los principios básicos de la sociedad liberal. d) El hombre (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) es fundamentalmente bueno según el l., que cree que el mal (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) es pura consecuencia de la ignorancia; de aquí que como primera empresa de todo Estado proponga la educación de los ciudadanos. e) El orden religioso, en su sentido más estricto (véase en esta plataforma: RELIGIÓN), es considerado como ajeno y exterior al hombre y por lo mismo a la libertad; el I. impone, por consiguiente, desprenderse de él o reducirlo a elementos racionales. f) La Iglesia carece de todo derecho y autonomía desde el punto de vista jurídico; es algo que; se encuentra dentro del Estado y a éste le corresponde el determinar su forma y evolución.
En resumen, podríamos afirmar que el I. es el sistema filosófico, político, moral, económico o religioso que admite la libertad como valor supremo y la confunde con una independencia y autonomía absoluta del hombre en relación a todo valor sobrenatural y trascendente.

Más Información

Las ideas y repercusiones más radicales de este I. en el terreno religioso, al que a toda costa trata de minimizar, su falsa concepción sobre la «libertad de conciencia» (véase en esta plataforma: LIBERTAD IV), entendida como indiferentismo (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general), su laicismo (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) y disolución de los fundamentos religiosos de la moral (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general), y, en definitiva, la errónea concepción última de la naturaleza del hombre y de la religión que se desprenden de los postulados del I. radical fueron el motivo fundamental de las diversas condenas de que fue objeto por parte del Magisterio pontificio (véase en esta plataforma: III-IV). Aunque el l., como el cristianismo, defendía la libertad, muchos de sus portulados eran erróneos o equívocos, y en la práctica condujeron con frecuencia a la negación o supresión de la misma libertad.
Antecedentes y evolución.

Más Información

Las ideas del I. pueden considerarse como el pleno desarrollo del proceso de secularización (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) que se inicia de una forma un tanto imprecisa en el siglo XII y llega a manifestarse con más claridad a partir del siglo XIV. Se afirma el poder y el valor de la razón, y ésta apoyada en su propio y exclusivo dinamismo conducirá a una visión del mundo sin contenido ni diferencias intrínsecas; frente a la razón no hay autoridades ni carismas, todo se sitúa a la misma altura y valor.Entre las Líneas En el siglo XIV, y por obra del nominalismo (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general), la razón cree tomar conciencia de la individualidad: todo lo que existe y en cuanto existe es individual, cerrado total y absolutamente sobre sí; las relaciones de unos seres con otros serán puramente extrínsecas y artificiales. La sociedad (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) humana pasará a ser así un simple agregado numérico de individuos, aunados sólo por un difuso acuerdo personal de voluntades. El mundo nominalista es un mundo vacío de todo contenido eidético, de toda profundidad o valor ontológico. Por otra parte, el concepto (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) es considerado simple instrumento ordenador de la realidad; su misión no es tanto decir lo que son las cosas como el dominarlas y apresarlas entre sus redes. La auténtica realidad de las cosas sólo nos la da la «experiencia», entendiendo por tal sólo la de los sentidos en contacto directo e inmediato con la «Naturaleza». Los cuatro elementos: razón, individuo, libertad y naturaleza serán como pilares sobre los que se va a construir gran parte de la filosofía moderna y cuya más perfecta consecuencia práctica recibirá el nombre de I.
Nicolás de Cusa (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) con su errónea división de la Lógica en científica y religiosa iniciará el proceso de secularización de la Teología: la razón, según él, carece de competencia para estudiar a Dios; la Teología ha de ser radicalmente diferente de toda Ciencia o Filosofía. Por esto Descartes (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) y posteriormente Spinoza (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) al afirmar que las verdades reveladas superan el alcance de nuestra inteligencia, lo dirán de un modo tal que, según ellos, para decidirse a examinarlas sería absolutamente necesario poseer una naturaleza sobrehumana. Además lo religioso en general es considerado como algo externo y extraño a la misma razón. De la única religión de la que podemos hablar es de una religión hecha a nuestra altura y medida, de la «religión natural», una religión sin misterios, ni dogmas, ni gracia sobrenatural; sobre ella, cada uno añadirá lo que subjetivamente crea más conveniente.
Este mismo proceso que sigue gran parte del pensamiento moderno con relación a la religión lo encontramos, en cierto modo, repetido en el orden jurídico con la concepción del Derecho natural llamada iusnaturalismo (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general). El Derecho natural sería, según esta concepción, un Derecho autónomo y cerrado a todo mandato divino y a toda ley eterna; un derecho racional y por lo mismo relaciona] cuya fuerza o autoridad le vendrá únicamente desde fuera; su autoridad será algo forjado artificialmente, puesto que los hombres, según la expresión de Locke (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general), son «libres, iguales e independientes por naturaleza». La fuerza de coacción del Derecho natural será algo delegado, fruto de un consentimiento general. Este Derecho natural, cuyos orígenes se pueden encontrar en Grocio, será ampliamente desarrollado por Hobbes, Pufendorf, Locke y Rousseau, siendo el I. quien de una forma expresa querrá llevarlo a la práctica.
Al poner al hombre, a su voluntad y libertad, como medida, origen y fin de todo, el Estado liberal, considerado una pura suma de las voluntades individuales, viene a actuar en la práctica como un absoluto, ya que resulta ser origen del Derecho y de la Moral y, por tanto, tiende con facilidad, al pasar el tiempo, a ir invadiendo todos los terrenos hasta los de la esfera privada, en contradicción con sus postulados iniciales. Sin la limitación que el derecho divino, la ley eterna y la revelada ponían al poder de los reyes y gobernantes, los estados liberales modernos, en contradicción con algunos de sus postulados teóricos, se han convertido a veces en gobiernos absolutistas, que han ejercido o pretendido ejercer tiranías o monopolios en diversos campos, de los que un ejemplo claro y repetido es el de la enseñanza (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general), aparte de su ya mencionada pretensión de hacer a la Iglesia, de una u otra forma, dependiente del Estado.
De todas formas, el «sistema liberal» no es muy definido, y, por tanto, tampoco coherente ni filosóficamente riguroso; al tratar de definirlo, como hemos intentado aquí, se echan pronto de ver incoherencias y contradicciones, como se ha notado. Por eso, quizá, tanto las ideas liberales, de las que aquí hemos ensayado un esbozo, como sus realizaciones prácticas han sido tan diversas y matizadas por diferentes circunstancia sobre todo en el terreno político; por ello no es posible hacer una valoración o juicio único sobre las mismas. Muchas veces, p. ej., en el terreno político, el I. es una actitud de respeto y defensa de la libertad, más que una doctrina filosófico-política, aunque haya elementos de tal doctrina que matizán esa actitud en sí valiosa.

Otros Elementos

Por otro lado, cuando se habla de I. como doctrina, en general se está aplicando el término al terreno económico y político, donde esa doctrina se encuentra más caracterizada y donde ha ido sufriendo evoluciones y adaptaciones por lo común de carácter positivo (véase en esta plataforma: I y II).
V. t.: RACIONALISMO; NATURALISMO; SUBJETIVISMO; INDIVIDUALISMO; IUSNATURALISMO; INMANENCIA; LAICISMO; INDIFE
RENTISMO; DENMO; CLERICALISMO Y ANTICLERICALISMO; LIBERTAD. [rbts name=”politica”]

Recursos

Notas y Referencias

  1. Basado parcialmente en el concepto y descripción sobre liberalismo en la Enciclopedia Rialp (f. autorizada), Editorial Rialp, 1991, Madrid

Véase También

Bibliografía

J. MESSNER, La cuestión social, Madrid 1960 (especialmente p. 54-70); G. DE RUGGIERO, Historia del liberalismo europeo, Madrid 1944; G. MARTINA, Il liberalismo cattolico ed il Sillabo, Roma 1959; liberalismo DIEZ DEL CORRAL, El liberalismo doctrinario, 2 ed. Madrid 1956; F. VALJAVEC, Historia de la Ilustración occidental, Madrid 1964; VARIOS, Liberalismo, en Enc. Fil. 3,15191530.

Recursos

Traducción de Liberalismo

Inglés: Liberalism
Francés: Libéralisme
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Tesauro de Liberalismo

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Véase También

  • Neoliberalismo
  • Ultraliberalismo

Recursos

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Traducción al Inglés

Traducción al inglés de Liberalismo: Liberalism

Véase También

Bibliografía

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Traducción al Inglés

Traducción al inglés de Liberalismo: Liberalism

Véase También

Bibliografía

  • Información acerca de “Liberalismo” en el Diccionario de Ciencias Sociales, de Jean-Francois Dortier, Editorial Popular S.A.

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Véase También

  • Ideología
  • el liberalismo
  • el socialismo
  • estado de bienestar

Bibliografía

  • Información relacionada con “Liberalismo” en el Diccionario de Economía Política, de Claudio Napoleoni, Ediciones Castilla.

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Véase También

  • El liberalismo
  • el libertarismo

Bibliografía

  • Información relacionada con “Liberalismo” en el Diccionario de Economía Política, de Claudio Napoleoni, Ediciones Castilla.

Recursos

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Véase También

  • Ley de la oferta y de la demanda

Recursos

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Bibliografía

g. de Ruggiero, Historia del Liberalismo Europeo, Madrid 1944; h. Lasta, el Liberalismo Europeo, 2 Ed. México 1953; g. h. Sabine, Historia de la Teoría Política, 2 Ed. México 1962; j. Touchard, Historia de las Ideas Políticas, Madrid 1961; g. Gentile, la Idea Liberal, México 1961; l. Von Mises, el Socialismo, México 1961; c (consulte más sobre estos temas en la presente plataforma online de ciencias sociales y humanidades). Bay, la Estructura de la Libertad, Madrid 1961; l. t. Hobhouse, Liberalismo, Barcelona 1927; j. s. Mill, Sobre la Libertad, Madrid 1962; a. Von Humboldt, los Límites de la Acción del Estado, en Escritos Políticos, México 1942; b. Croce, la Historia Como Hazaña de la Libertad, 2 Ed. México 1960; c. Schmitt, Teoría de la Constitución, Madrid 1935; j. Messner, la Cuestión Social, Madrid 1960; y las Obras Citadas Dentro del Artículo.

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Notas y Referencias

  1. Información sobre Liberalismo en la Enciclopedia Online Encarta

Véase También

Guía sobre Liberalismo

Liberalismo en la Teoría del Derecho

También de interés para Liberalismo:
▷ Derecho y Liberalismo
Los recursos de Derecho de Lawi ofrecen panorámicas de vanguardia de las principales subdisciplinas del Derecho. Nuestros recursos tienen una perspectiva verdaderamente global, con textos escritos y revisados por autores de todo el mundo y, cuando procede, presentan perspectivas comparadas. Abordan temas clave de forma temática y también incluyen la consideración de cuestiones o temas emergentes dentro de las subdisciplinas jurídicas. Nuestro programa de recursos y elementos refleja la vitalidad actual de la erudición jurídica y abarca áreas tan diversas como el derecho internacional, el derecho médico, los estudios jurídicos críticos, el derecho y el terrorismo, Liberalismo, el derecho de los derechos humanos y el derecho y la religión. Por ejemplo:

  • Derecho penal internacional
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  • Derecho Constitucional
  • Derecho de los medios de comunicación
  • Derecho Internacional de los Derechos Humanos
  • Derecho y Política de Familia
  • Derecho y ética médica
  • Derecho del Espacio
  • Derecho, teoría y política de la migración
  • Derecho Islámico
  • Derecho de Sociedades
  • Derecho de la Aviación Pública
  • Liberalismo
  • Derecho de la discapacidad y derechos humanos
  • Derecho Penal Internacional
  • Teoría jurídica feminista
  • Traducción jurídica
  • Derecho de los conflictos armados

Filosofía de la Historia

Recursos

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Véase También

  • Teoría del Derecho Natural
  • Teoría del Derecho Divino

Bibliografía

  • Paloma Durán y Lalaguna: Notas de Teoría del Derecho. Castelló de la Plana. Publicaciones de la Universidad Jaume I. 1997
  • Ignacio Ara Pinilla: Introducción a la Teoría del Derecho
  • Brian H Bix: Diccionario de teoría jurídica. Instituto de Investigaciones Jurídicas. UNAM, 2009
  • Mª. José Falcón y Tella: Lecciones de Teoría del Derecho. Madrid. Servicio de Publicaciones. Facultad de Derecho. Universidad Complutense de Madrid. 4ª edición revisada, 2009

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