Este texto se ocupa de los sistemas de clasificación en psicopatología. Las categorías de tal sistemas de clasificación están inextricablemente entrelazadas con el mundo de la medicina clínica. Los individuos que reciben atención necesitan recibir diagnósticos debido a las dicotomías clave que existen en este mundo: tratar o no tratar, dar de alta (de una sala de emergencias) u hospitalizar, calificar para un algoritmo de tratamiento particular o no, facturar o no y, si hay que facturar, con qué código específico. El uso de criterios diagnósticos operativos respondió al deseo de hacer más científica la clasificación clínica, facilitó la cuantificación de los fenómenos y la investigación farmacológica. Con excepción de los trastornos orgánicos (por alteraciones del SN), los criterios se basan exclusivamente en signos, síntomas y rasgos observables o inferidos, y no en explicaciones o modelos etiológicos. Según algunos autores, las clasificaciones no se ajustan a los principios en que se apoyan las clasificaciones biológicas: que las categorías sean mutuamente excluyentes y en la exhaustividad. Además no tienen otros requisitos que se le exige a una organización jerárquica, equivalentes a los niveles de rango y análogos a los conceptos de especie, género, orden y familia.