La electroquímica es el estudio de los procesos químicos que provocan el movimiento de los electrones. Este movimiento de electrones se denomina electricidad, que puede ser generada por movimientos de electrones de un elemento a otro en una reacción conocida como reacción de oxidación-reducción (“redox”). Cuando se produce una reacción química, los átomos de los reactantes cambian su patrón de enlace y se convierten en productos. La ruptura de enlaces en los reactivos requiere energía, y la formación de enlaces en los productos libera energía. El cambio neto de energía se denomina comúnmente energía química. La “energía química” disponible de un combustible típico (es decir, el cambio de entalpía que acompaña a la combustión del combustible, cuando los enlaces carbono-hidrógeno se sustituyen por enlaces carbono-oxígeno e hidrógeno-oxígeno más fuertes) se suele comunicar como entalpía específica o densidad de entalpía. La entalpía específica es la entalpía estándar de combustión dividida por la masa del reactivo. La densidad de entalpía es la entalpía estándar de combustión dividida por el volumen del reactivo. La primera es de interés primordial cuando la masa es una consideración importante, como en la puesta en órbita de un cohete. La segunda es primordial cuando el espacio de almacenamiento es una limitación.