¿Por qué no tuvieron éxito los esfuerzos de los administradores electorales por utilizar la transparencia para crear confianza en el sistema electoral? Una de las explicaciones parte de una perspectiva psicológica del comportamiento individual y promueve la idea de que la gente no suele creer lo que ve, sino que ve lo que cree. Para los que creen que el proceso es corrupto, esta información nunca iba a hacerles cambiar de opinión. Una segunda explicación se refiere a las organizaciones y se centra en la forma en que se aplicó esta iniciativa de transparencia: quizá los administradores electorales optaron por emitir la información equivocada o emitieron la información correcta utilizando la tecnología equivocada. Una tercera posibilidad tiene que ver con el nivel institucional de la transparencia. Después de cuatro años de alegar que el sistema electoral de Estados Unidos es corrupto, el presidente Trump estableció un contexto en el que se deslegitimaron los procesos democráticos. Aunque los administradores electorales pueden haber hecho todo lo posible para generar confianza, sus esfuerzos estaban condenados al fracaso debido a los persistentes esfuerzos por menospreciar las instituciones democráticas a las que pertenece la información.