Historia de la Economía Política Brasileña
Hace siglos, Brasil era una remota colonia portuguesa. Hoy, la mayor nación de América Latina se ha convertido en una democracia estable, una potencia regional y un importante socio de Estados Unidos y la Unión Europea. El crecimiento económico fue durante años constante, impulsado por el aumento de las exportaciones de alimentos, y las florecientes industrias del petróleo y el etanol han ayudado al país a ser energéticamente independiente. Veintiocho millones de brasileños salieron de la pobreza en 10 años, aunque la situación se revertió parcialmente. A nivel mundial, Brasil participa en numerosas misiones de mantenimiento de la paz y se estaba convirtiendo en un donante de ayuda más que en un receptor. Sin embargo, no todo es color de rosa. Brasil necesita importantes mejoras en sus infraestructuras, a pesar de los avances con la Copa Mundial de la FIFA de 2014 y los Juegos Olímpicos de verano de 2016. La selva amazónica sigue desapareciendo, las bandas de narcotraficantes controlan muchos barrios marginales de las ciudades y el país depende cada vez más de las importaciones baratas de China. La que fue Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff -ex guerrillera-, dejó su huella en un Brasil convertido en una potencia regional en auge, pero tras ella la situación se revertió parcialmente. Esta es la historia de sus implicaciones económicas, desde el siglo XVI. Desde principios del siglo XXI, el importante crecimiento económico de Brasil junto con las políticas sociales y distributivas contribuyeron a reducir la histórica desigualdad de ingresos en el país, al tiempo que se intensificó el consumo de masas y el proceso de urbanización precaria (confirmado por un informe de ONU-Hábitat publicado en 2012). En el mismo período, se ha producido la estabilización de la población brasileña y la consolidación de las transiciones epidemiológicas y nutricionales. El inicio del siglo XXI también confirma la asunción de una ideología política que enfatiza los factores macroeconómicos mientras construye un acuerdo social para mejorar las condiciones básicas de vida de los más pobres sin comprometer los privilegios de una minoría poderosa que históricamente gobernó el país.