Este texto se ocupa de ofrecer un análisis de la financiación al consumo en el ámbito de las ciencias sociales y la economía, incluido el subtema de la financiación al consumo para comercios. Las crisis de reembolso han estallado tanto en contextos del norte como del sur del planeta, donde los tipos de interés de las instituciones financieras han resultado incompatibles con los ingresos de la población. En la mayor parte del mundo, por tanto, existe un creciente desajuste entre los ingresos monetarios y las necesidades de efectivo debido a los gastos obligatorios relacionados con la urbanización y a los nuevos patrones de consumo, a la persistencia, y a veces al aumento, de los costosos acontecimientos del ciclo vital y, en algunos casos, a las crecientes aspiraciones de movilidad social. En todas partes, este desajuste se aborda mediante un complejo malabarismo de prácticas financieras en el que las deudas con las instituciones financieras desempeñan un papel importante, incluso cuando cada vez es más difícil hacer frente a los pagos de la deuda. Las personas de la mayor parte del mundo que antes no tenían acceso a los servicios financieros formales se han incorporado al proceso de la financiación de principios del siglo XXI, definido como la creciente interconexión entre las prácticas financieras de las personas, las instituciones financieras y la acumulación financiera mundial.