El etanol, el único combustible renovable que se produce en Estados Unidos en cantidades significativas, se está promoviendo agresivamente en ese país como un ingrediente clave en la búsqueda de la seguridad energética. Pero antes de competir cara a cara con la gasolina, tendrá que superar importantes obstáculos. No sólo es más caro de producir, sino que algunos estudios dicen que se necesita más energía para transformar el maíz en etanol que la que proporciona el combustible. Los expertos creen que una fuente de etanol más viable a largo plazo podría ser el pasto varilla u otra biomasa llamada celulósica. El actual auge de los biocombustibles también es un buen augurio para otras energías renovables, como el biodiésel, que ha alcanzado gran popularidad en Europa. Realmente no hay ningún mecanismo que proteja a esta industria del exceso de oferta. Para que una industria sea viable a largo plazo, debería ser capaz de capear todo el ciclo de las materias primas, no sólo la parte alta del mismo.