El objetivo de este texto es proporcionar una visión panorámica de las leyes y políticas sobre aborto en todo el mundo, ofreciendo una serie de ejemplos nacionales. Demuestra que la plétora de leyes enrevesadas y las restricciones que rodean al aborto no tienen ningún sentido legal o de salud pública. Lo que hace que el aborto sea seguro es simple e irrefutable, cuando está disponible a petición de la mujer y es universalmente asequible y accesible. Desde esta perspectiva, pocas leyes existentes son adecuadas para este fin. Sin embargo, el camino hacia la reforma legal es largo y difícil. A fin de lograr el derecho al aborto seguro, las y los activistas deberán estudiar las realidades políticas, del sistema de salud, legales, jurídicas y socioculturales que rodean a las leyes y políticas existentes en sus países, y decidir qué tipo de ley desean (si las hubiere). El mayor desafío es determinar lo que es posible lograr, crear una masa crítica de apoyo y trabajar junto con expertos legales, parlamentarios, profesionales de la salud y las propias mujeres para cambiar la ley, de manera que todas las personas con un embarazo no deseado que busquen un aborto puedan tenerlo, tan pronto como sea posible y tan tarde como sea necesario. Debe quedar claro que la plétora de leyes enrevesadas y las restricciones al aborto no tienen ningún sentido legal o de salud pública. Lo que hace que el aborto sea seguro es simple e irrefutable, cuando está disponible a petición de la mujer y es universalmente asequible y accesible. Desde esta perspectiva, pocas leyes existentes son adecuadas para el propósito, sino que simplemente repiten todas las permutaciones posibles de las mismas restricciones. Canadá ha demostrado que ningún derecho penal es viable y aceptable. Suecia ha demostrado que los abortos después de las 18 semanas pueden desaparecer de manera efectiva con muy buenos servicios, y la OMS ha demostrado que los abortos en el primer trimestre pueden practicarse de manera segura y eficaz a nivel primario y comunitario por parte de prestadores de servicios de salud capacitados de nivel intermedio y el suministro de píldoras anticonceptivas de aborto con medicamentos por parte de trabajadores farmacéuticos capacitados. Por último, los servicios de telemedicina por Internet y por teléfono están demostrando que los servicios clínicos no son necesarios para proporcionar píldoras de aborto con medicamentos de manera segura y eficaz.