Profundizamos la democracia cuando fomentamos el florecimiento de asociaciones que la gente forma según los intereses, opiniones y perspectivas que consideran importantes. Las actividades sólidas, autónomas y plurales de las asociaciones cívicas ofrecen a los individuos y a los grupos sociales la máxima oportunidad en su propia diversidad de estar representados en la vida pública. ¿Cuáles son las perspectivas presentes y futuras de un sistema tan sólido de control democrático racial? Centrándonos en el contexto estadounidense, pero confiando en que esto sea cierto en otros lugares, reconocemos que esta sociedad está lejos de lograr un sistema profundamente democrático de control social penal, y de gobernanza en general. La mezcla de una exclusión continuada, un progreso a menudo ilusorio y unos obstáculos culturales e institucionales desalentadores hace que sea poco probable que esto cambie drásticamente en un futuro previsible. Sin embargo, la continua contestación sobre la representación sustantiva y el ideal relativo, más que absoluto, de un control profundamente democrático proporcionan un espacio considerable para el optimismo y el progreso.