Historia de la Climatología
Desde la antigüedad, muchos se preguntaban por los cambios graduales a escala regional; a partir de mediados del siglo XIX, el descubrimiento de las edades de hielo y otras grandes perturbaciones en el registro geológico plantearon preguntas sobre el cambio climático a escala global. El fisicoquímico Svante Arrhenius, el geólogo T. C. Chamberlin, el ingeniero G. S. Callendar y otros se tomaron el tiempo de sus carreras habituales para publicar trabajos innovadores y, dada la amplitud de sus explicaciones, interdisciplinarios. En retrospectiva, fueron contribuciones pioneras al estudio del clima. Otros muchos científicos publicaron especulaciones que ahora están justamente olvidadas. Sin embargo, nada de esto interesaba mucho a las personas dedicadas a la disciplina profesional de la climatología: su preocupación era el clima del presente. La climatología había sido un campo pionero en el siglo XIX. Inspirados por la visión innovadora del naturalista Alexander von Humboldt, los académicos habían trazado un mapa de las variedades del clima en cada parte del globo y elaborado explicaciones detalladas de las variaciones. Su trabajo no era sólo de interés científico. Sirvió al imperialismo del siglo, orientando el tipo de enfermedades y cultivos que una nación debía planificar en las colonias recién conquistadas. Pero a mediados del siglo XX ese trabajo estaba prácticamente terminado; las fronteras de la ciencia se habían desplazado a otros lugares, dejando atrás un paisaje cómodamente asentado.