El mandato del ACNUR consiste en proporcionar protección internacional a los refugiados y hallar soluciones permanentes para las situaciones de refugiados. Su historia es interesante. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados se limitaba a la asistencia jurídica, ofreciendo a los refugiados un puente jurídico internacional entre los períodos de asimilación de la soberanía nacional. En otras palabras, si bien podía ayudar a los refugiados identificándolos, expidiendo documentos de viaje, ayudando a obtener el reconocimiento de sus diversos estatutos jurídicos y propugnando directrices cada vez más precisas para el tratamiento de los refugiados reconocidos, no podía ofrecer protección material. La “protección” se limitó y convirtió en protección legal. Así, respecto al significado de la protección internacional durante la Guerra Fría, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, esencialmente, esperaba al otro lado de una frontera internacional para recibir y proteger a los refugiados que huían de los conflictos. Este enfoque estaba determinado por el concepto mismo de la protección internacional de los refugiados que entraría en juego si, y sólo si, las víctimas de la persecución o el conflicto violento huían de su patria. También este enfoque general de la época estaba dictado por el concepto de soberanía de los Estados y la consiguiente renuencia de las organizaciones intergubernamentales, como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, a que se considerara que estaban demasiado involucradas en las condiciones internas de los países de origen que podían dar lugar a movimientos de refugiados.