Educación Abierta
La educación abierta amplía el acceso a los recursos de aprendizaje, las herramientas y la investigación a través de la colaboración y la conexión en un marco de aprendizaje flexible que elimina las barreras técnicas, legales y financieras para que los alumnos puedan compartir y adaptar los contenidos para aprovechar los conocimientos existentes. La base de la “educación abierta” surgió por primera vez en Inglaterra cuando se creó el Movimiento de Extensión de Oxford en 1878 para proporcionar educación a las masas en general. Tras el éxito de estos centros de extensión, el Congreso de EE.UU. aprobó la Ley Smith-Lever en 1914 para crear un sistema de servicios de extensión cooperativos conectados a las universidades de concesión de tierras. Estas cooperativas de extensión impartían cursos de agricultura, política administrativa, economía y otras materias a bajo o ningún coste. Los participantes tenían flexibilidad para dirigir su propio aprendizaje accediendo a los materiales didácticos según sus necesidades. A finales de la década de 1960, las teorías sobre el valor de este aprendizaje autodirigido comenzaron a transformar la práctica tradicional de las aulas y, de nuevo, el interés por el aprendizaje abierto ganó popularidad. En 1969, el primer ministro Harold Wilson consiguió apoyo para crear la Universidad Abierta británica, que globalizó la educación a través de la enseñanza por televisión y radio. Durante la década de los 70, aunque las prácticas de aprendizaje abierto se vieron favorecidas en las escuelas K-12, las continuas críticas reorientaron a los educadores hacia los métodos de enseñanza estandarizados. En la década de 1980, la invención de la Wide World Web (1989) condujo a la creación de aplicaciones y redes que podían impartir educación basada en la web. El desarrollo de redes “sociales” en línea fomentó la expansión de proyectos de colaboración como Wikipedia (2001) y la Iniciativa de Acceso Abierto de Budapest (2001), que ampliaron el panorama educativo para apoyar el aprendizaje sin barreras. La aparición de plataformas participativas en línea permitió a varias instituciones académicas de primera línea que habían estado utilizando aplicaciones basadas en la web para conservar y compartir sus materiales de aprendizaje. El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) creó el Proyecto MIT Open Courseware (2002), que condujo a la creación de los cursos masivos abiertos en línea (MOOC). Mientras los educadores trabajaban juntos en el desarrollo de contenidos educativos abiertos, se redactó la Declaración de Educación Abierta de Ciudad del Cabo (2009) como una declaración para promover el uso de recursos abiertos y prácticas de enseñanza abiertas en la educación. Esta declaración catalizó un mayor énfasis en los Recursos Educativos Abiertos (REA), que incluían libros de texto libremente adaptables, revistas y proyectos de datos abiertos. Para compartir estos recursos, evolucionaron los repositorios educativos como MERLOT y el OER Commons. Los repositorios abiertos permiten a los educadores encontrar materiales de instrucción que pueden adoptar, adaptar y crear sin restricciones financieras o legales. En algunos casos, los proyectos de Recursos Educativos Abiertos se centran en un área disciplinar, como las humanidades digitales, la ciencia abierta y los cursos abiertos. Para proteger los derechos de los creadores de contenidos, las licencias Creative Commons ayudan a la atribución de estos recursos. La expansión del movimiento de la educación abierta también ha impulsado nuevas exploraciones de las prácticas educativas abiertas (PEA) para incluir el aprendizaje móvil, el aprendizaje personalizado y otras pedagogías abiertas. En 2012, el Congreso Mundial de REA publicó la Declaración de Recursos Educativos Abiertos de la UNESCO, que afirma que “todos tienen derecho a la educación”. Esta declaración refleja el fundamento de la educación abierta.