Burakumin
El proceso de alteración que han sufrido los burakumin se ha ido construyendo a lo largo de la historia de Japón sobre la base de prohibiciones religiosas y, posteriormente, sobre la base de visiones esencialistas que aún persisten en la actualidad. La mala percepción que se tiene de la Liga, junto con la ignorancia y las falsas creencias, como la idea de que los matrimonios mixtos son habituales entre los burakumin, no hacen más que reforzar este mecanismo de exclusión, y aunque la estigmatización y la discriminación pueden ser insidiosas, tienen un impacto directo en la vida de la comunidad burakumin en términos de trabajo y educación, ya que estas zonas se caracterizan por la inestabilidad laboral y el bajo nivel educativo de sus habitantes. No obstante, no se ha realizado ninguna encuesta sobre los burakumin que viven fuera de las zonas de asimilación debido a la dificultad de localizarlos. Su invisibilidad hace que los miembros jóvenes de la comunidad burakumin puedan escuchar repetidamente en el lugar de trabajo comentarios que los estigmatizan y menosprecian como miembros del grupo minoritario, pero ante las escasas medidas legales establecidas para condenar dichos comentarios, la mayoría opta por callar, lo que significa que los prejuicios siguen estando presentes en todos los aspectos de la vida cotidiana y, de hecho, en el entorno familiar. La falta de interacción con personas que tienen opiniones diferentes y que están atadas por el tabú que rodea este tema es también una barrera para curar estos prejuicios. Además, existe un gran resentimiento entre la población no burakumin encuestada con respecto a las medidas de discriminación positiva de las que se han beneficiado los burakumin, lo que plantea la cuestión del efecto que está teniendo la política de acción afirmativa, ya que se han observado reacciones similares en la India contra el pueblo dalit, al que se ha acusado de aprovecharse injustamente del sistema de reservas. Además, el debate se centra actualmente en el futuro de este segmento de la población, ya que existen dos tendencias opuestas dentro de este grupo minoritario, a saber, los que quieren callar su origen hasta que deje de ser un problema y los que quieren perpetuarlo considerándolo una parte importante de su identidad.