Regulación de los Museos
La innovación de la nueva ley reside en el desarrollo de una red de instituciones depositarias de grandes obras de arte, independientemente de quién sea su propietario. Al agrupar varias familias de museos, la técnica de la etiqueta no pretende, sin embargo, poner un tope uniforme al conjunto. No se trata de una estructura institucional ni de un sistema de gestión único. Cada museo conserva la forma en la que fue creado: establecimiento público, asociación, etc. Por lo tanto, seguirán existiendo marcadas diferencias en su estatuto, prevaleciendo la mayor diversidad desde este punto de vista. En el lado público, intervienen todo tipo de establecimientos, desde pequeños a grandes museos. Algunos de ellos se rigen por sus propios textos constitutivos, que seguirán influyendo al tiempo que incorporan una nueva dimensión. En cierto modo, la etiqueta se añade a las normas ya establecidas. Del lado privado, sólo pueden optar a ella las personas jurídicas sin ánimo de lucro, es decir, asociaciones o fundaciones. El carácter desinteresado exigido por la ley excluye de la etiqueta las colecciones raras gestionadas con fines comerciales.