Este texto se ocupa de la práctica socialmente comprometida, que recibe varios nombres. Con el cambio climático, la agitación política y las migraciones masivas como retos actuales, ¿cuál es el papel del arte en el ámbito público en el siglo XXI? ¿Cuál es la función del artista, el diseñador, el historiador del arte o el activista creativo hoy en día, cuando luchamos por encontrar soluciones a nuestros males medioambientales, sociales y económicos? ¿Se trata de encontrar nuevas soluciones? ¿Ofrecer caminos y/o formas de ver diferentes? ¿Reunir a grupos de personas que normalmente no se encuentran en el mismo lugar? ¿Para dar esperanza? ¿Y con qué fin? ¿Es este el momento de renunciar a esperar la voluntad política para afrontar estos retos y confiar, en cambio, en nuestra voluntad social para que se produzca un cambio positivo? La proliferación y la globalización de las prácticas artísticas que operan más allá del contexto del museo o la galería en las últimas dos décadas sugieren que la voluntad social de lograr un cambio positivo existe en todos los rincones del mundo. Sin invitar a la gente a cruzar el umbral del cubo blanco y a convertirse en cómplice de la experiencia museística, el arte en el ámbito público se encuentra simplemente al desplazarse en el día a día y toparse con una intervención temporal, una escultura recién colocada, asientos o alumbrado público diseñados por un artista, una marquesina de autobús con un componente de realidad virtual, una fuente que destaca las imágenes de la comunidad en la que se encuentra, una actuación en un parque que llama la atención sobre las estatuas de la época colonial. ¿Qué ofrecen hoy las prácticas artísticas en el ámbito público a las personas y comunidades a las que sirven? ¿Nos vemos a nosotros mismos en obras como éstas? ¿Nos hacen sentir más seguros al caminar por las calles de nuestra ciudad? ¿Crean la sensación de que alguien se preocupa por esta zona? ¿Cuál es el valor del encuentro para la comunidad en general, tanto para el visitante como para el residente? Gran parte de los estudios que existen sobre el arte público y la práctica social se sitúan en el contexto del Norte Global. Sin embargo, el trabajo se lleva a cabo en todo el mundo y es esa perspectiva global la que hemos intentado captar en las páginas del Routledge Companion to Art in the Public Realm. Nuestro objetivo ha sido ofrecer una variedad de voces, no sólo de diferentes países, sino también de diferentes perspectivas, enfoques y prácticas disciplinarias dentro del campo. Desde todos los continentes, desde las grandes ciudades hasta las comunidades rurales, las contribuciones a esta antología de investigadores, activistas, artistas e historiadores ponen de manifiesto la multitud de formas en que el arte en el ámbito público informa, altera y abre nuestras vidas cotidianas y mundos sociales.