Desde el momento en que se le considera residente no habitual por parte de la Hacienda portuguesa, se adquiere el derecho a tributar por el régimen fiscal aplicable a los rendimientos de actividades de alto valor añadido, así como a otras rentas obtenidas en el extranjero. Se debe invocar este derecho en su declaración anual de la renta y durante un periodo máximo de 10 años consecutivos (improrrogables) puede disfrutar de la condición de residente no habitual (RNH), lo que significa que puede pagar menos impuestos cada año. Para disfrutar de este derecho debe ser considerado, durante el año, residente en territorio portugués.