Efectos del Poder
Hay tres razones principales por las que la mayor extensión de una relación de poder pone límites a su amplitud e intensidad. En primer lugar, cuanto mayor sea el número de sujetos de poder, mayor será la dificultad de supervisar todas sus actividades. En segundo lugar, cuanto mayor sea el número de sujetos de poder, más extendida y diferenciada será la cadena de mando necesaria para controlarlos, creando nuevos centros de poder subordinados que pueden enfrentarse entre sí y que pueden convertirse a su vez en focos de oposición al titular del poder integral. En tercer lugar, cuanto mayor sea el número de sujetos, mayor será la probabilidad de que se produzcan grandes variaciones en sus actitudes hacia el detentador del poder. El detentador del poder no podrá ejercerlo con la misma amplitud e intensidad sobre todos sus súbditos. Unos pocos pueden ser siervos ansiosos y dóciles de su voluntad, otros le “seguirán la corriente” con menos entusiasmo, otros requerirán supervisión y amenazas constantes para mantener sus actuaciones a raya, y habrá algunos contra los que habrá que emplear la fuerza incluso hasta el punto de eliminarlos de las filas de los vivos.