La República de Haití es la segunda nación independiente más antigua del hemisferio occidental, y es la única con un origen franco-criollo y una cultura abrumadoramente africana. Existen grandes comunidades de haitianos fuera de Haití, especialmente en la República Dominicana, en otras islas del Caribe, en Centroamérica y el norte de Sudamérica, y en Norteamérica. La segunda comunidad haitiana más grande, después de Puerto Príncipe, la capital haitiana, está en la ciudad de Nueva York. La lengua hablada por todos los haitianos suele denominarse criollo haitiano. Sin embargo, durante la mayor parte de la historia moderna, la lengua oficial del gobierno, los negocios y la educación ha sido el francés. En el mejor de los casos, sólo un 8% de la población, la élite educada, habla bien el francés y sólo como segunda lengua. Otro 2-7% utiliza el francés con menos competencia. Tradicionalmente, la élite ha utilizado el requisito de dominar el francés para excluir a la población en general de la competencia por los puestos en el gobierno y los negocios. El criollo haitiano, que a menudo se ha considerado como una lengua que no permite expresar pensamientos sofisticados o, en el mejor de los casos, como una mala imitación del francés, se está imponiendo, y el prestigio del francés está disminuyendo rápidamente en Haití. En vez de hablar de familia, los antropólogos prefieren referirse al hogar.