En 1992, las Fuerzas Aéreas estadounidenses financiaron un estudio para evaluar la aplicabilidad de la fabricación ajustada a los productos aeroespaciales. A partir de ese esfuerzo se creó la Iniciativa Lean Aerospace, un consorcio de 20 empresas y varias agencias gubernamentales. Con financiación federal, las empresas participantes emprendieron programas piloto, algunos de los cuales condujeron a la incorporación de prácticas comerciales de fabricación ajustada en la fabricación de productos de defensa. Aunque estos cambios han producido importantes beneficios en las fases locales de la producción, su traslación a empresas de productos completas ha sido lenta. En parte, esto se debe a que una empresa completa comprende no sólo el diseño y la producción, sino también las funciones generales de administración y apoyo, así como los clientes y proveedores. No obstante, se ha avanzado con la ampliación de los programas de iniciativas lean (véase manufactura lean) a estos elementos.