Las fuentes del derecho internacional incluyen los tratados, las costumbres internacionales, los principios generales del derecho reconocidos por las naciones civilizadas, las decisiones de los tribunales nacionales e inferiores y los escritos académicos. Son los materiales y procesos a partir de los cuales se desarrollan las reglas y principios que regulan a la comunidad internacional. Han sido influenciados por una serie de teorías políticas y legales. En parecidos términos, Starke enumera cinco fuentes del derecho internacional, que incluyen las costumbres, los tratados, las decisiones judiciales, obras jurídicas, y las decisiones de los órganos de las instituciones o en conferencias internacionales. Durante el siglo XIX, los positivistas legales reconocieron que un soberano podía limitar su autoridad para actuar mediante el consentimiento de un acuerdo de acuerdo con el principio pacta sunt servanda. Esta visión consensual del derecho internacional se reflejó en el Estatuto de la Corte Permanente de Justicia Internacional de 1920, y posteriormente se conservó en el Artículo 38 (1) del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia de 1946.