Este texto examina la lucha de Uganda contra el Ejército de Resistencia del Señor (ERS o, LRA, por sus siglas en inglés). Sostiene que a partir de 1987, bajo el liderazgo de Joseph Kony, el Ejército de Resistencia del Señor libró uno de los conflictos más duraderos y prolongados que definieron la historia poscolonial de Uganda. La tumultuosa experiencia durante gran parte del periodo poscolonial de Uganda es todo lo contrario de cómo empezó el país. La insurgencia del Ejército de Resistencia del Señor es una continuación de los grupos insurgentes que surgieron en el norte de Uganda para impugnar la toma y el mantenimiento en el poder del Ejército Nacional de Resistencia. En cualquier país, cuando surgen problemas de insurgencia, el Estado se convierte en el principal. La insurgencia provocó la desconfianza y la pérdida de confianza de la población en el gobierno de Uganda. El efecto de la insurgencia del Ejército de Resistencia del Señor en la población local, al igual que en el Estado, está bien articulado en la literatura. En el norte de Uganda, en particular, muchas personas se exiliaron o se desplazaron dentro del país. En vista de los desafíos contemporáneos inducidos por los cambios en el entorno de seguridad internacional, y los cambios concomitantes en la naturaleza y el carácter de los conflictos africanos, es imperativo que el gobierno ugandés, replantee la política de defensa nacional del país y las estrategias de contrainsurgencia, fusionando la estrategia militar que se basa en maniobras de violencia “de palo”, por ejemplo la detención y eliminación de insurgentes individuales, la desarticulación de las redes de apoyo de los insurgentes y la decapitación del Ejército Resistente del Señor; y la táctica indirecta, que abarca las agencias políticas, económicas, psicológicas y cívicas diseñadas para mejorar el bienestar de los civiles más allá de las preocupaciones de seguridad, ganando así sus corazones y mentes, y alejando a los civiles de la insurgencia – las cuestiones de seguridad humana y la sostenibilidad de los medios de vida, son vitales para poner fin a la persistente insurgencia del Ejército Resistente del Señor en Uganda.