Este texto se ocupa del derecho electoral latinoamericano. En una región en la que los partidos políticos no democráticos son habituales, la continuidad de estos partidos se ve favorecida por la pluralidad; la exclusión política provoca desilusión y facilita la aparición de presidentes en los extremos ideológicos. En el análisis de regresión, la segunda vuelta fue estadísticamente significativa para los niveles superiores de democracia. Entre 1990 y 2016, las puntuaciones de Freedom House y Varieties of Democracy cayeron en picado en los países con pluralidad, pero mejoraron en los países con segunda vuelta. La principal preocupación de los defensores de la pluralidad es el mayor número de partidos políticos en la segunda vuelta. Aunque un mayor número de partidos no es significativo de niveles inferiores de democracia, una plétora de partidos es problemática, ya que conduce a una escasez de mayorías legislativas y a partidos incipientes. Hay una variación significativa entre los países en cuanto a la magnitud de los distritos y el número medio de partidos efectivos, pero casi no hay correlación entre estas estadísticas. La consideración de pares de casos particulares que ponen de manifiesto las diferencias en el número de partidos (por ejemplo, Paraguay y México en el extremo inferior y Brasil y Chile en el extremo superior) tampoco muestra un efecto claro de la magnitud de los distritos. En resumen, los datos sugieren de nuevo que la magnitud del distrito, al menos sin controles, no explica las distinciones entre países.