Las uniones aduaneras y los acuerdos comerciales preferenciales en general han adquirido una importancia creciente en los últimos años. El ejemplo más famoso de unión aduanera es la Unión Europea (UE). El comercio entre los Estados miembros de la Unión Europea está libre de aranceles, e independientemente del país de la Unión Europea que importe un producto, se paga el mismo arancel. El arancel exterior común es lo que distingue una unión aduanera de una zona de libre comercio. En una zona de libre comercio, el comercio entre los Estados miembros está libre de aranceles, pero los Estados miembros mantienen su propio arancel externo con respecto a las importaciones del resto del mundo. Los países del Mercado Común Centroamericano expandieron significativamente sus industrias manufactureras durante este período vendiéndose productos manufactureros entre sí y reduciendo sus importaciones de estos productos desde el resto del mundo. Sin embargo, estos productos no eran competitivos en los mercados mundiales, y las exportaciones agrícolas tradicionales, como el café, siguieron siendo los principales productos de exportación al resto del mundo. Es decir, el aumento del comercio intracomunitario del Mercado Común Centroamericano se logró principalmente mediante una costosa desviación del comercio. Tras la crisis de la deuda de principios de los 80, muchas de estas industrias y el comercio intra-unión entraron en declive. Las uniones aduaneras constituyen una característica importante de la economía mundial, como demuestran la Unión Europea, Mercosur y otros ejemplos de este tipo de acuerdos comerciales regionales. Por consiguiente, la evaluación de las uniones aduaneras sigue siendo una tarea importante para el análisis de la política comercial tanto teórica como aplicada.