El “ciberflashing” se define como el hecho de que una persona utilice un medio de comunicación para enviar una imagen con connotaciones sexuales (normalmente su sexo) a alguien que no conoce y sin su consentimiento. El envío de “dick-pics” en las redes sociales, y en particular a través del sistema “Airdrop” de Apple, es cada vez más habitual en el transporte público, restaurantes, escuelas, etc. Parece que, por el momento, la utilización del arsenal jurídico relativo a la protección del público contra las imágenes y los comportamientos obscenos en lugares públicos es poco eficaz. Sin embargo, y sería de mala fe ocultarlo, aunque el legislador se propusiera modificar, completar o crear un marco más represivo en relación con esta práctica, la mayor dificultad consistiría en identificar y detener a los autores de tales comportamientos.