Antes de la Segunda Guerra Mundial, los grandes almacenes japoneses tenían el claro objetivo de alcanzar a los grandes almacenes occidentales, y desarrollaron y lideraron el proceso para crear un mercado de consumo moderno en Japón en un corto período de tiempo. Por lo tanto, Mitsukoshi y otros grandes almacenes tuvieron un gran impacto en la sociedad y la economía de Japón, ya que estos almacenes desempeñaron un papel activo en la fabricación, la distribución y el consumo. Los directores de Mitsukoshi, como Takahashi y Hibi, también fueron grandes intermediarios para conectar la cultura occidental y la cultura japonesa a través del nuevo formato de venta al por menor de los grandes almacenes. Como señaló Benson (1992), el éxito de los grandes almacenes no se debió al crecimiento de la demanda de los consumidores, sino a los grandes empresarios que los establecieron y tuvieron la visión de llevar la innovación en la venta al por menor al Japón; sin estos directores, el gran éxito de los grandes almacenes japoneses no habría sido posible.
Sin embargo, una vez que los grandes almacenes japoneses alcanzaron el mismo nivel de consumismo avanzado que el de Occidente a principios del siglo XX, tuvieron que empezar a desarrollarse por su propio camino original en la segunda mitad del siglo XX. Durante el alto crecimiento económico del decenio de 1960 y principios del de 1970, surgieron otros grandes minoristas como supermercados y tiendas de conveniencia, por lo que la mayoría de los grandes almacenes empezaron a dirigirse a más clientes de gama alta para diferenciarse de estos nuevos competidores de la industria minorista. Este modelo de desarrollo japonés era monodireccional y muy diferente del de los grandes almacenes occidentales, que abastecían a diversos mercados de consumidores; algunos introdujeron operaciones de cadenas de tiendas, otros se centraron en clientes de gama alta y otros lanzaron sus propias marcas privadas para abastecer el consumo masivo. Sin embargo, la mayoría de los grandes almacenes japoneses miraban en la misma dirección y se dirigían a un mercado de alto nivel, independientemente de sus orígenes y su mercado objetivo inicial. Esto significa que no sólo los grandes almacenes japoneses innovaron un modelo híbrido de tienda por departamentos que combinaba características occidentales y japonesas, sino que cada tienda progresó y se desarrolló de la misma manera para captar una parte del creciente mercado nacional, tanto el mercado masivo como el mercado de gama alta.
Esta visión general del desarrollo de los grandes almacenes muestra cómo se convirtieron en el centro de las industrias e innovaciones relacionadas con los productos de estilo occidental que vendían. Fue gracias a los grandes almacenes que se establecieron empresas de ropa y se promovió la ropa de confección, y que los fabricantes desarrollaron sus habilidades para producir nuevos productos de cocina que expandieron el mercado japonés de regalos. Estas importantes expansiones de la industria de las prendas de vestir y la industria doméstica contribuyeron en gran medida al crecimiento económico del Japón, ya que dieron lugar a una mayor mano de obra con salarios cada vez mayores y, posteriormente, a un creciente mercado de masas, que era el principal objetivo de los grandes almacenes del Japón. Desde esta perspectiva, esta visión general del desarrollo de los grandes almacenes en el Japón contribuye a la comprensión del crecimiento económico japonés del siglo XX a través de la venta al por menor.