¿Cómo es posible que los hechos, del primer cristianismo en Israel, ocurridos en una zona remota del Imperio Romano, tengan un significado universal? El propio Pablo admitió que la noción era escandalosa; era ofensiva para Israel porque los judíos nunca podrían concebir que su mesías fuera condenado a muerte; y era probable que pareciera una simple tontería para los gentiles que no tenían conocimiento de las creencias de Israel. Sin embargo, todos los primeros cristianos lo afirmaban como cierto. Creían que Jesús, con su muerte, había pagado una pena universal por toda la incredulidad y desobediencia humana hacia Dios. Además, afirmaban que la resurrección era el primer acto por el que Dios restauraba toda la creación. La creación estaba, en palabras de algunos cristianos modernos, “naciendo de nuevo”, siendo reconstituida y rehecha según la intención original de Dios. Este fue el mensaje que los primeros cristianos llevaron, primero a Israel y luego al resto del mundo. Dentro de la percepción y experiencia cristiana de Dios, destacan unos rasgos característicos: (1) la personalidad de Dios, (2) Dios como Creador, (3) Dios como Señor de la historia, y (4) Dios como Juez.