Este texto se ocupa del origen de la vida en la Tierra, su importancia y qué produjo la aparición de la vida en la Tierra. Durante miles de años, la reconfortante teoría de la generación espontánea de la vida proporcionó una respuesta a la eterna pregunta sobre su origen. La teoría atravesó con seguridad la Edad Media y el Renacimiento hasta que Pasteur dio el golpe de gracia a la generación espontánea al diseñar un riguroso montaje experimental para la esterilización, demostrando que un caldo nutritivo estéril no podía generar vida microbiana de forma espontánea. Pasaron muchos años. En 1924, el bioquímico ruso Oparin señaló que la vida debió surgir en el proceso de evolución de la materia, gracias a la naturaleza reductora de la atmósfera. En 1929, el biólogo británico Haldane especuló de forma independiente sobre las primeras condiciones adecuadas para la aparición de la vida. Cuando la luz ultravioleta (UV) actúa sobre una mezcla de agua, dióxido de carbono y amoníaco, se produce una gran variedad de sustancias orgánicas, incluidos los azúcares y, aparentemente, algunos de los materiales a partir de los cuales se construyen las proteínas (Haldane, 1929). Antes de la aparición de la vida, debieron acumularse en el agua para formar una “sopa primordial” caliente y diluida. En 1953, Miller informó de la formación de aminoácidos al exponer una mezcla de metano, amoníaco, hidrógeno y agua a descargas de chispas y descargas eléctricas silenciosas.