Una estrategia común es un plan detallado y acordado, entre varios actores políticos (normalmente países y organizaciones, pero también personas físicas y jurídicas) para alcanzar el éxito (en principio, en interés común) en situaciones como la guerra, la política, los negocios, la industria o el deporte, o la habilidad de planificar para tales situaciones. Un ejemplo: Dada la importancia estratégica de la región mediterránea para la UE y los retos a los que se enfrenta, la UE considera que necesita trabajar en asociación con una visión de futuro compartida y con respeto mutuo. En este contexto, asociación significa apoyar activamente a ambas partes en el fortalecimiento de las relaciones de buena vecindad, el aumento de la prosperidad, la erradicación de la pobreza, la promoción y defensa de los valores fundamentales, el fomento de la tolerancia cultural y religiosa y el desarrollo de la cooperación con la sociedad civil, incluidas las organizaciones no gubernamentales (ONG).