Este texto se ocupa de la calidad pública. Se puede redefinir la noción de calidad pública distinguiendo entre dos niveles de análisis, el de los servicios (“outputs”) y el de los efectos (“outcomes”) de la acción pública. En cuanto a los servicios públicos (microcalidad), la calidad pública es el conjunto de características de un servicio que le confieren la capacidad de cumplir los requisitos legales y técnicos que lo caracterizan y de satisfacer las necesidades expresas e implícitas de los beneficiarios directos. En cuanto a los efectos de la acción pública (macrocalidad), la calidad pública es el conjunto de características de una política pública que le confieren la capacidad de cumplir los objetivos políticos que se le han asignado, de satisfacer las necesidades expresas e implícitas de los beneficiarios indirectos y de los demás socios de la organización pública encargada de su aplicación, y más en general de la colectividad.