Este texto se ocupa del Derecho de las patente, en el marco de la investigación industrial, la propiedad intelectual y la propiedad industrial. El término derecho de patentes, que según la concepción moderna forma parte del derecho de la propiedad intelectual, se remonta a los privilegios limitados en el tiempo que los gobernantes de Inglaterra a finales de la Edad Media concedían para la introducción y el ejercicio de industrias principalmente nuevas en forma de cartas abiertas -en contraste con las selladas-, litterae patentes, cartas abiertas, concesiones abiertas (patentes). Desde entonces, pero en particular tras la adopción de las primeras leyes modernas sobre patentes en 1790 (Estados Unidos) y 1791 (Francia), el objetivo de la protección mediante patentes ha sido principalmente la promoción de la innovación. Al conceder un derecho limitado en el tiempo para la explotación exclusiva de las invenciones, se asegura la posibilidad de que el enriquecimiento de la tecnología se vea recompensado a través del mercado. Al mismo tiempo, esta oportunidad proporciona a los inventores y a la industria incentivos para innovar y también sirve como salvaguarda de la inversión en investigación y desarrollo. Además, el sistema de patentes tiene también una importante función informativa.