Educación en América Latina
Paralelamente a la expansión de los sistemas escolares, los países de América Latina y el Caribe se han convertido, en los últimos cincuenta años, en la región más injusta y desigual del mundo. Existe un cierto consenso sobre la baja calidad de la enseñanza que ha resultado de la expansión de los sistemas escolares latinoamericanos. Este deterioro se manifiesta en la inadecuada preparación de los alumnos, la insuficiente formación de los docentes, la insostenibilidad de las infraestructuras y la falta de modernización tecnológica del sistema. Sin embargo, estos diagnósticos no toman en cuenta un factor que, además de los mencionados, juega un papel fundamental en la definición del “problema” de la calidad de la educación en los países de América Latina: las reformas de los sistemas escolares de las últimas décadas. En lugar de reducir los efectos discriminatorios de una estructura institucional caracterizada por la segmentación y la desigualdad, las reformas recientes han reforzado sus tendencias excluyentes. Desde los años 80, y especialmente desde los 90, muchos países de América Latina y el Caribe, liderados por gobiernos neoliberales y conservadores, han emprendido reformas educativas que no han hecho sino agravar la crisis de los sistemas, aumentar su segmentación y trasladar la responsabilidad de los fracasos declarados a los individuos.