Garantía de la Renta
Si nos centramos en las medidas fiscales de financiación de la renta básica aquí y ahora, las cuestiones más importantes a la hora de abordar las cuestiones de los costes y los incentivos económicos no son si la garantía de ingresos adopta la forma de una renta básica o de un impuesto negativo sobre la renta. Las cuestiones clave (que se aplican a ambos tipos de propuestas) son (a) si aceptamos un nivel de la renta garantizada que sería suficiente para cubrir las necesidades básicas en ausencia de otras fuentes de ingresos o aspiramos a un nivel más modesto (una renta básica “parcial”); y (b) si el sistema se construye para eliminar gradualmente las prestaciones netas a medida que aumentan los ingresos de una persona procedentes de otras fuentes o si se retiran de forma más brusca. A menudo, una renta básica completa parecerá socialmente valiosa pero económicamente inasequible, mientras que una renta básica parcial puede ser económicamente viable pero no ofrecer muchas de las ventajas cruciales vinculadas a una reforma de este tipo, como la liberación (total) de la pobreza y la dependencia explotable.