Este texto se ocupa de la delincuencia internacional. Históricamente, los estudios sobre la delincuencia de cuello blanco, incluido y desde el trabajo seminal de Sutherland, han tendido a concentrar la atención empírica, conceptual y teórica en las manifestaciones de delitos y desviaciones asociadas, sus dinámicas y condiciones generadoras, dentro de los Estados-nación individuales. Aunque la propia erudición sobre la delincuencia de cuello blanco se ha expandido por todo el mundo, esta predilección por el análisis de casos a nivel local y/o nacional y por la naturaleza, extensión y alcance de estos delitos de cuello blanco se ha mantenido en gran medida. No obstante, no es del todo infrecuente que los estudiosos de la delincuencia de cuello blanco hagan referencia a los aspectos internacionales, multinacionales, transnacionales o globales de los delitos que estudian, aunque éstos sean de naturaleza predominantemente nacional, pero los rasgos y componentes correspondientes de estas dinámicas “más allá de lo nacional” no se han desgranado ni conceptualizado de forma exhaustiva. No sólo ha aumentado el número de fronteras, sino que éstas también se han vuelto fluidas al desplazarse fuera de los territorios nacionales con el fin de proteger a los países, así como a las uniones políticas y económicas, contra las amenazas percibidas de la delincuencia organizada transnacional, las pandemias, la migración no deseada y el terrorismo.