La prestación social es, en realidad, un débito del Estado ante los habitantes; coexisten las prestaciones propias de la política social, o de salud (financiadas por medio del impuesto), las de seguridad social (financiación contributiva) y sindicales. Las prestaciones en especie incluyen los servicios médicos y paramédicos. La distribución de los cuidados varía en función de la organización de la medicina adoptada. En Europa han coexistido tres grandes sistemas: la medicina nacionalizada (países socialistas) – los cuidados son prestados por médicos funcionarios; la “medicina de caja” (Alemania, Países Bajos, Italia, España) – los médicos son remunerados directamente por los organismos de seguridad social; y el seguro de reembolso (Francia) – las cajas de seguridad social reembolsan al asegurado la totalidad o parte de los honorarios pagados al médico y los gastos farmacéuticos.