Algunas de las principales áreas jurídicas que afectan a la asistencia sanitaria son el derecho administrativo, el incumplimiento de contrato y la negligencia médica. El propósito de una directiva anticipada es documentar los deseos expresados por las personas con respecto a su atención sanitaria en caso de que queden incapacitadas o permanentemente inconscientes sin esperanza de recuperación. Los dos tipos más comunes de directivas anticipadas son (a) el testamento vital, un documento en el que una persona da instrucciones a su médico y/o apoderado sanitario para que renuncie a ciertos procedimientos médicos extraordinarios si, por ejemplo, la persona se está muriendo o está permanentemente inconsciente; y (b) el poder notarial duradero para la atención sanitaria, un documento que nombra a una persona como agente con autoridad para tomar decisiones sobre la atención sanitaria en nombre del mandante en caso de que el paciente se vuelva incompetente. La información médica puede compartirse sin la autorización del paciente con el fin de tratar a estos pacientes; coordinar la atención con otros proveedores; organizar el pago de honorarios a los proveedores; proteger la salud pública; y, en determinadas situaciones, informar a la policía y a otras autoridades.